MÉXICO,
D.F. (proceso.com.mx).- Roberto Beltrán Burgos, El Doctor, permaneció cinco
años en prisión acusado por las autoridades de ser uno de los operadores más
encumbrados del Cártel de Sinaloa.
Sin
embargo, en ese tiempo el gobierno federal no pudo demostrarlo ante las
autoridades, según información del diario Reforma.
Beltrán
Burgos fue detenido el 29 de mayo de 2009 y recientemente fue absuelto y puesto
en libertad por un juez federal del Estado de México de delincuencia
organizada, delitos contra la salud en la modalidad de posesión de cocaína con
fines de comercio, lavado de dinero y portación de arma de fuego de uso
exclusivo del Ejército.
Beltrán,
quien al ser capturado fue incluso comparado con Alfredo Beltrán Leyva, El
Mochomo, permaneció preso en el penal federal del Altiplano.
El
juez Quinto de Distrito en Procesos Penales de Toluca, Julio César Gutiérrez
Guadarrama, consideró que la PGR no acreditó que el detenido tuviera siquiera
lejanamente un vínculo con el Cártel de Sinaloa.
Beltrán
Burgos siempre defendió su inocencia y argumentó que era un empresario ajeno al
narcotráfico. E incluso, según Reforma, acreditó que era un vendedor muy
competitivo de Omnilife y que hasta recibió acciones del equipo Chivas de
Guadalajara por parte de Jorge Vergara.
“Es
una acción del Club Deportivo ‘Chivas de Corazón’ de futbol soccer, en el cual
aparezco como accionista, es uno de los beneficios que otorgó el señor Jorge
Vergara Madrigal a los líderes de ventas como yo”, declaró Beltrán al ser
interrogado en agosto de 2009, cuando le fueron puestos documentos relacionados
con su persona para que los identificara ante la autoridad judicial, dentro de
la causa 58/2009 del Juzgado Quinto de Distrito en Toluca, reportó en ese
entonces el diario Reforma.
El
Ejército dijo que el día que detuvo Beltrán le aseguraron tres armas de fuego,
un vehículo Hummer, más de 3 millones 200 mil pesos, más de 350 mil dólares y
equipos de comunicación.
El
dinero y los artículos estaban dentro de la Hummer, donde también la autoridad
halló directorios telefónicos de funcionarios de medio y alto rango de la
entonces Secretaría de Seguridad Pública federal.
El
diario agrega que también había documentos sobre los seguimientos y espionaje
que realizaba el Cártel de Sinaloa a algunos de sus adversarios, así como
documentos internos de la Policía Federal.
El
entonces subjefe operativo del Estado Mayor de la Sedena, Luis Arturo Oliver
Cen, aseguró que Beltrán Burgos recibía órdenes directas de El Chapo y
controlaba su estructura de protección institucional.
El
caso se basó en todo lo hallado en la Hummer, la que Beltrán afirmó desde que
fue detenido que no era suya y que nunca antes la había visto, hasta ese día en
que apareció en forma extraña al pie de su casa.
Argumentó
que las autoridades cometían una equivocación y una injusticia con su captura.
Durante
el juicio Roberto demostró que la Hummer efectivamente no era de su propiedad y
que no había evidencia de algún contacto con delincuentes ni testigos que lo
vincularan con ilícitos, detalla Reforma.
(PROCESO
/ LA REDACCIÓN/ 21 DE SEPTIEMBRE DE 2014)
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