domingo, 21 de septiembre de 2014

LARREA, EL GRAN EMPRESARIO CONSENTIDO, USADO Y DESECHADO


El gobierno federal y Televisa cerraron la pinza alrededor de Germán Larrea, el segundo hombre más rico de México, presuntamente a raíz del desastre ambiental provocado por una de sus empresas, Buenavista del Cobre, en Sonora. Calificándolo de “desleal”, Joaquín López Dóriga narró en sus columnas periodísticas el desencuentro entre el empresario minero y Emilio Azcárraga, que llevaron al despido de aquél del Consejo de Administración de la televisora. Al mismo tiempo el presidente de la República –entrevistado por López Dóriga– marcó su distancia: “Se aplicará la ley a cabalidad sin importar de quién se trate”… El empresario en desgracia también perdió el apoyo del gobernador sonorense, hasta hace poco uno de sus más fervientes defensores.

MÉXICO, D.F. (Proceso).- La tarde del viernes 19 Grupo Televisa oficializó en la Bolsa Mexicana de Valores lo que era un rumor entre especialistas en telecomunicaciones una semana antes: la salida de Germán Larrea, segundo hombre más rico del país y presidente de Grupo México, del Consejo de Administración de la empresa de Emilio Azcárraga Jean, a la cual se integró ocho años atrás, en la época dorada de la alianza con los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón.

El escueto comunicado de Grupo Televisa contrastó con la vehemencia de su comentarista estelar, Joaquín López Dóriga, quien acusó a Larrea de “desleal” y dos días antes publicó una columna en Milenio Diario donde relató la versión gubernamental de la disputa entre la administración de Enrique Peña Nieto y el propietario de la empresa Buenavista del Cobre, responsable del derrame tóxico en los ríos Bacanuchi y Sonora el 6 de agosto pasado.

“Televisa fue notificada que una empresa controlada por el Sr. Larrea solicitó participar en la licitación de las nuevas cadenas de televisión abierta. El Sr. Larrea pidió salir del Consejo de Administración de Televisa, debido a los conflictos de interés que pudiera resultar en la licitación”, según el comunicado de la compañía de Azcárraga.

Se hacía referencia a Cinemex, empresa adquirida en 2009 por la filial de Grupo México, Entretenimiento GM México, por 315 millones de dólares, transformándose en uno de los principales emporios de salas de distribución de cine. En noviembre de 2013, pese a la negativa inicial, la Comisión Federal de Competencia autorizó la fusión de Cinemex y Cinemark que convirtió a Germán Larrea en el segundo distribuidor de salas de cine más fuerte en competencia con Cinépolis, de Alejandro Ramírez.

El jueves 4 Cinemex oficializó su interés de participar en la licitación de las dos cadenas de televisión abierta digital. Así, Larrea se sumó a la lista de empresarios que van por esta licitación: Olegario Vázquez Raña, Manuel Arroyo, Ariel Picker, Francisco Aguirre, Mario Vázquez Raña y Luis Maccise.

Casi al mismo tiempo que el anuncio oficial de Televisa, López Dóriga afirmó en su sitio web que Larrea “ocultó al consejo que desde muchos meses antes había entrado a la licitación de las dos nuevas cadenas de televisión, teniendo como consejero de Televisa acceso a toda su información estratégica y de operación, información que aprovechó en su proyecto de dos nuevas cadenas, conducta que representa un acto de deslealtad.

(Fragmento del reportaje que se publica en la revista Proceso 1977, ya en circulación)   


 (PROCESO / JENARO VILLAMIL/ 20 DE SEPTIEMBRE DE 2014)

No hay comentarios:

Publicar un comentario