Reestablecida
la comunicación, energía eléctrica y con servicio de agua potable en pipas en
algunas zonas de Bahía de los Ángeles, los residentes de esta delegación
ubicada al sur del municipio de Ensenada, comenzaron a trabajar en la
recuperación de sus viviendas, caminos y playa, así como a recibir diversos
apoyos por parte de autoridades de los tres órdenes de gobierno y donadores
particulares.
Esta
ayuda ha estado llegando por vía terrestre, luego de la apertura de brechas de
terracería transitables solo en vehículos altos, y por vía aérea con
helicópteros de la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR).
Consiste
en agua embotellada; comida enlatada; papel higiénico; jabón; café; arroz;
vegetales como chile serrano, nopales, calabazas, chile california, tomate,
cebolla; medicamentos; y una larga lista de productos que integran las
despensas.
El
número estimado de pobladores en Bahía de los Ángeles es de 800 personas.
Alrededor de 70 viviendas resultaron afectadas y cerca de 150 residentes
requieren ayuda de manera urgente, y ha sido a ellos, a quienes han estado
entregando primero los apoyos que fluyen ya de manera constante al poblado.
A
lo largo de un recorrido por la zona, el pasado sábado 20 de septiembre,
residentes de esta delegación narraron su experiencia en lo que ha sido la peor
catástrofe que han vivido los habitantes de este poblado turístico, colindante
al Golfo de California.
Los
más afectados fueron los residentes de los sectores norte y noreste de Bahía,
donde el agua bajó violentamente desde la zona de las sierras, tras el paso de
la tormenta tropical Odile.
Las
copiosas lluvias que comenzaron a llegar el 15 de septiembre a la zona,
provocaron una fuerte corriente que arrasó con vehículos, decenas de viviendas,
escuelas, parques, zonas deportivas, hoteles y se llevó todo tipo de objetos
que encontró a su paso, incluyendo automóviles, animales y vegetación.
Una
avenida de agua tan rápida, que estuvo a punto de llevarse a decenas de
habitantes, quienes fueron rescatados por vecinos e incluso turistas que se
encontraban en el lugar a escasos minutos de que aumentara la corriente que
arrasó con todo un sector.
Varias
familias, mujeres, niños y hombres adultos, así como personas de la tercera
edad, contaron su experiencia al momento de escapar de la corriente que llegó
poco después de las 2 de la tarde del 16 de septiembre, donde estuvieron a
punto de morir arrastrados por el agua.
Surgieron
historias de rescates de personas que acudieron con sus vehículos todo terreno
a salvar a la gente atrapada en los arroyos activados por la tormenta, que
dejaron devastación, escombros y arena en algunos puntos hasta en más de 500
metros de ancho.
La
unidad y el apoyo entre la misma comunidad fueron factor fundamental para
evitar una tragedia, refieren todos los habitantes.
Todas
las personas afectadas salvaron su vida, sin embargo, sus bienes quedaron
sepultados entre raíces de árboles y basura.
Además
de las más de 70 casas de residentes afectadas, una preparatoria, una primaria,
un jardín de niños, un campo de beisbol y diversas vialidades quedaron
afectadas severamente. En al menos 4 puntos de la carretera que une la
Transpeninsular con Bahía de Los Ángeles, el agua se llevó todo, postes,
tuberías y caminos.
La
ayuda tras el incidente, llegó 2 días después, es decir, aproximadamente el 18
de septiembre, cuando finalmente el agua permitió la apertura de caminos de emergencia.
Antes de eso, únicamente por vía aérea algunas autoridades pudieron acudir a
constatar las dimensiones del daño.
El
Presidente Municipal envió el fin de semana, una petición al Gobernador del
Estado y al Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, para declarar
como zona de desastre el poblado, una declaratoria que no ha llegado.
Al
día de hoy, personal de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada
(CESPE) trabaja a marchas forzadas para reactivar el servicio de agua de una de
las tuberías que va hacia el poblado. Su personal lleva reinstalados más de 300
metros de tubería en los tramos de carretera colapsados, desde la zona de Agua
Amarga a 25 kilómetros del poblado y desde donde se abastecen de agua a los
residentes de Bahía.
Asimismo,
cuadrillas de la Comisión Federal de Electricidad, reactivaron el sábado 20, el
servicio de energía eléctrica. Persona de la SEMAR y de la SEDENA apoyan en la
repartición de víveres y limpieza de viviendas. Personal de la Comisión
Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) ha apoyado en el acarreo de
despensas. Servicios Públicos del Ayuntamiento en la reparación de caminos y
diversas dependencias de los tres órdenes trabajan en la recuperación de la
zona afectada.
La
necesidad principal ahora, refieren autoridades municipales, es la de apoyo de
maquinaria pesada, retroexcavadoras y camiones con los que puedan limpiar la
playa del poblado, que se encuentra repleta de basura y escombro, así como en
la reapertura de caminos vecinales hacia diversas zonas de esta delegación.
(SEMANARIO
ZETA/ Ricardo Meza Godoy/ 21 de Septiembre del 2014 a las 12:05:51)
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