Defraudador «protegido» por políticos y
funcionarios
Actuando
contra un norteamericano como un experimentado delincuente que no descuida el
mínimo detalle, Wilfrido Aldana ahora es acusado de los delitos de fraudes;
falsificación de documentos; uso de documentos falsos; despojo; vilipendio de
urna mortuoria; y los que resulten.
La
Industria Inmobiliaria en San Carlos Nuevo Guaymas pudiera estar cimentada en
«pies de barro» de acuerdo a documentación en poder de la redacción de Dossier
Político, que evidencia en forma detallada algunos de los fraudes cometidos por
empresas dedicadas al giro de los bienes raíces en aquella comunidad en contra
de extranjeros y nacionales.
Hace
apenas unos días, estalló en los pasillos judiciales federales el sonado caso
de fraude por millones de dólares, del paradisíaco fraccionamiento residencial
turístico «Bahía Esmeralda» de San Carlos, Nuevo Guaymas. Uno de los
principales, lujosos y más elegantes desarrollos turísticos en las tibias y
soleadas playas de San Carlos, donde el acusado es un conocido residente de
Guaymas, Wilfrido Aldana Cantú, de apodo «el Pilo» o «el Arqui», quien fue
acusado por la ciudadana estadounidense Katrina Ross Szabo de los delitos de
fraudes, despojos, falsificación de documentos, uso de documentos falsos y
vilipendio de Urna mortuoria.
En
la investigación quedó descubierto además que Aldana Cantú tampoco es
arquitecto, como públicamente se ostenta para cometer los fraudes en los altos
círculos de la construcción, de la política y sociedad; por lo que está también
procesado ante el Juez Segundo Penal de Guaymas, Sonora, por el delito de
usurpación de profesión de arquitecto. La justicia de Estados Unidos en mayo
del año 2013, también lo encontró inmerso en conductas de conspiración de
tráfico de drogas y lavado de dinero, y el gobierno de Estados Unidos, por
conducto de los fiscales federales, John Leonardo y Donald E. Conrad, fincó
acusación a Wilfrido Aldana Cantú, a su esposa, a su madre, a su suegro y a su
cuñado, todos prominentes personajes de la sociedad hermosillense, para la
confiscación de sus bienes en Estados Unidos, en el caso CV 11-02571-PHX-SPL de
la Corte de Distrito de Estados Unidos, Distrito de Phoenix Arizona.
La
corrupción que afloró en la investigación de tal defraudador, salpica incluso a
funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), debido a
graves acciones y omisiones de la fiscalía estatal en la investigación de ese
presunto delincuente, que provocó la
necesidad de que la víctima defraudada Katrina Rose Szabo acudiera a
pedir la intervención de la justicia federal mexicana quien, después de más de
dos largos años de investigación y batalla judicial la amparó, le dio la razón
y canceló todas las operaciones de compra-venta, y fideicomisos que Aldana
Cantú y una de sus cómplices, Blanca LKorenia Aldana Ross realizaron de agosto
del año 2011 a la fecha, en favor de distintas personas nacionales y
extranjeros entre los que se encuentran personas ampliamente conocidas en los
círculos empresarial, profesional y político de las ciudades de Hermosillo y
Cd. Obregón, en Sonora; Mexicali B.C.; y de los Estados Unidos, quienes de
buena fe adquirieron lotes y residencias en «Bahía Esmeralda», y hasta ahora
tales personas seguramente aún desconocen que los títulos de propiedad y
fideicomisos que se les entregaron por Wilfrido Aldana Cantú y que se
inscribieron en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio de Guaymas,
Sonora, quedaron cancelados desde el pasado día 20 de agosto de 2014 por orden
del juez federal segundo de distrito de Hermosillo, Sonora, en cumplimiento
hace apenas unos días, de la Sentencia firme dictada a favor de la defraudada
Katrina Rose Szabo, en el amparo 576/2012.
El
fraude de varios millones de dólares cometido por el presunto defraudador El
Pilo y sus cómplices, de acuerdo a las investigaciones y las sólidas pruebas
aportadas desde el extranjero a la investigación y de las que conoció el juez
federal, comprueban que Aldana Cantú usando unos documentos con firmas
falsificadas que se hacen aparecer como puestas del puño y letra del ciudadano
estadounidense en extrañas circunstancias fallecido, George Szabo Jr, elaboró
una acta falsa acta de una supuesta
asamblea de socios de la empresa «Bahía Esmeraldas S. de R. L. de C. V.» y con
tales documentos falsificados obtuvo una escritura pública con la que se ostenta como supuesto representante legal y supuesto
administrador de esa empresa inmobiliaria. Pero la sentencia del juez federal
ejecutada a favor de la defraudada Katrina Rose Szabo es apenas la punta del
«iceberg».
LA HISTORIA DEL FRAUDE
Según
expedientes en poder de esta casa editorial, la empresa inmobiliaria «Bahía
Esmeralda» S. de R.L. de C.V., fue fundada el 10 de junio de 1999 con la
adquisición de tres parcelas de alrededor de 17 hectáreas, mismas que adquirió
George Szabo Jr.., un hombre de negocios de Estados Unidos en el Rancho San
Carlos, comisaría de San Carlos Nuevo Guaymas. El exitoso empresario
inmobiliario estadounidense, ante la insistencia del ahora presunto defraudador
se «embarcó» en esa aventura inmobiliaria con el empresario guaymense Wifrido
Aldana Cantú como único socio, que es a quien Katrina Rose Szabo la hija y
única heredera del mencionado empresario estadounidense hoy acusa de los
delitos de fraudes; falsificación de documentos; uso de documentos falsos;
despojo; vilipendio de urna mortuoria; y los que resulten.
El
patrimonio de la empresa se conformó por tres parcelas, con los números 13, 14
y 15, con superficies de 75, 809.632, 63,295.594 y 36, 364.724 metros
cuadrados, respectivamente. Dichos predios tenían la finalidad de formar el
fraccionamiento residencial turístico en condominio, «Bahía Esmeralda».
El
grueso expediente de tal acusación obra en la Agencia Investigadora del
Ministerio Público del Sector II del fuero común en Guaymas y también en el
Juzgado Segundo de Distrito de Hermosillo, en los juicios de amparo 576/2012 y
894/2014.
Consultado
al respecto, para el experimentado jurista Pedro García Palazuelos, quien lleva
este ominoso caso, lo más grave del proceso judicial en curso que ya lleva
varios años en litigio, no es sólo la lentitud en la procuración de justicia
que debería ser pronta y expedita, sino el calvario que ha tenido que seguir la
parte afectada víctima de los delitos en esta lucha contra la delincuencia de
‘cuello blanco’ toda vez que pareciera que la balanza tiende a inclinarse a un
solo lado, ’perdiéndose’ incluso del expediente de la investigación gruesos
tomos de pruebas aportadas en contra del presunto delincuente, de lo cual hay
pruebas contundentes, que no han sido suficientes para la autoridad
responsable, y la ejecutora, respectivamente».
En
el fraccionamiento «Bahía Esmeralda», a su vez, George Szabo JR. Compró y pagó a la misma empresa que él fundó en
sociedad, tres lotes: el 13, 14 y 21; para edificar dos residencias personales
y cuatro bodegas, que enumeró con el 7, 8, 9 y 10. A su vez, Wilfrido Aldana
Cantú, el socio guaymense, convino en tramitar todo lo concerniente a los
fideicomisos correspondientes y entregarlos a su legal propietario en su
calidad de extranjero.
Exactamente
un año después, para ser exactos el 13 de julio de 2010, Szabo fallece
inesperadamente en un accidente vial en la comunidad de San Carlos dejando sus
propiedades en aparente orden, sin imaginar la trama en que se vería
involucrada su descendencia a su deceso.
Al
transcurrir otro año, el 12 de junio de 2011, su hija Katrina Rose Szabo, la
única heredera del empresario norteamericano que se encontraba en California de
vacaciones, fue alertada sobre algunas personas ajenas a su familia que se
habían metido a la casa del lote 14 del condominio Bahía Esmeralda en San
Carlos, misma que le fue heredada.
De
inmediato Katrina regresó a San Carlos, y con sorpresa se enteró que El Pilo
Aldana había vendido la residencia a un tercero que realizó la operación de
buena fe, sin saber que participaba en una transacción fraudulenta. Al
comprador se le vendió no sólo la vivienda, sino todos los muebles y una urna
mortuoria con las cenizas de George Szabo JR. el padre fallecido de Katrina, y
socio de Aldana Cantú quien también comercializó una bodega marcada con el
número 6 de la misma dueña.
No
conforme con sus actos al margen de la legalidad, el empresario guaymense
pretendió despojar a sus legítimos dueños cuyos nombres son ya del conocimiento
público, de los inmuebles construidos en el lote 13 y 7, una vivienda y una
bodega, respectivamente, todos dentro de «Bahía Esmeralda».
Por
todo lo anterior, Katrina Rose Szabo a través de sus abogados, encabezados por
García Palazuelos, interpuso una querella el 8 de diciembre de 2011 ante el
Agente Segundo del Ministerio Público Investigador del fuero común en Guaymas
en contra de quienes en ese momento consideró responsables de atentar contra su
patrimonio, en este caso Wilfrido Aldana Cantú, Blanca Lorenia Aldana y al
notario público Luis Rubén Montes de Oca, estos dos últimos cómplices de las
ilegalidades del empresario de Guaymas.
A
los presuntos inculpados los acusó de fraude, falsificación de documentos, uso
de documentos falsos, despojo, vilipendio a urna mortuoria y los que resulten.
También,
ante dicha representación social Katrina Rose Szabo y el despacho de García
Palazuelos pidieron que se ordenara a Wilfrido Aldana Cantú y los demás
presuntos responsables en la indagatoria se abstuvieran de realizar cualquier
conducta de cualquier tipo o naturaleza que la perturbara, despojara o desapoderara
de sus bienes inmuebles, que en la misma diligencia demostró que eran de su
legal pertenencia, heredados de su padre George Szabo JR.
En
su declaración Katrina Rose agregó que a la fecha de la muerte de su padre
George Szabo, ocurrida en julio de 2010, Aldana Cantú adeudaba un préstamo
personal de 200 mil dólares estadounidenses a su progenitor, en el que
intervino la esposa de este, Claudia Rosalba Cárdenas Márquez, como aval, de
acuerdo a un documento que obra en el ministerio público respectivo, mismo que
fue librado y firmado en Guaymas el día 17 de mayo de 2007, tres años antes del
fallecimiento del empresario originario de Estados Unidos.
Dicho
préstamo se garantizaría con las acciones que en porcentaje del 50% Wilfrido
Aldana Cantú poseía en la empresa «Bahía Esmeralda», por esa razón el crédito
prendario fue elevado a escritura pública mediante la escritura número 17, 676
volumen DLXXI ante el notario público No. 10 suplente Miguel Arnulfo Salas
Mariscal, de Guaymas.
La
operación quedó registrada ante el Registro Público de la Propiedad y del
Comercio de esa ciudad, bajo el folio mercantil 3285*6 en fecha 14 de agosto de
ese mismo año. En tal contrato se establece que de no pagarse el adeudo en la
fecha convenida el deudor Wilfrido Aldana Cantú pierde TODAS sus acciones en
favor de George Szabo y como consecuencia queda fuera de la empresa «BAHÍA
ESMERALDA» S. de R.L. de C.V.».
El plazo para pagar el préstamo prendario le
venció a Wilfrido Aldana en el año 2009 y NO lo pagó. En los días 7 y 8 de
junio del 2010 el empresario estadounidense George Szabo, acordó con sus
asesores financieros y asesora jurídica en Estados Unidos, LIC. LAURA NAVA,
ROBERT EDWIN CARTER y otros, que le plantearan las opciones legales judiciales
que debería realizar en México para exigir judicialmente a «EL PILO», el
cumplimiento del contrato prendario y expulsarlo de la empresa porque no
confiaba en él y por la falta del pago de los 200 mil dólares; y además, de
acuerdo a los correos electrónicos que a esas personas les envió George Szabo
porque hasta esa fecha «EL PILO» no había escriturado la parcela 13 al
patrimonio de «BAHÍA ESMERALDA» ni le había entregado los fideicomisos
correspondientes a los lotes 13, 14 y 21; las casas construidos en ellos, ni
los fideicomisos correspondientes a las bodegas que también había pagado.
Al
siguiente mes, el día 13 de julio del año 2010, George Szabo, apareció muerto
en San Carlos, para muchos un inesperado, inexplicable y extraño accidente de
motocicleta, al dirigirse a su domicilio aproximadamente a las 11 de la noche,
procedente de una cena a la que el propio George Szabo los invitó al
Restaurante «Five Palms» de San Carlos, con la presencia del párroco de la
Iglesia, Javier Becerril, con motivo del cumpleaños de la esposa del «El Pilo»,
la también deudora Claudia Rosalba Cárdenas Márquez.
Pero
no sólo eso. De acuerdo a información que obra en poder de esta Casa Editorial,
y confirmado el dato a Dossier Politico por el abogado García Palazuelos,
Wilfrido Aldana Cantú también debía a George Szabo JR, cerca de 4 millones de
dólares al momento del fallecimiento de este último, recursos que le fueron
entregados mediante cheques y transferencias electrónicas que, supuestamente,
serían destinados al patrimonio de la empresa formada entre ambos, y que
quedaron garantizados con 50 pagarés suscritos a favor del socio americano a
pagarse hasta en diez años.
En
relación a las anteriores cantidades de dinero, pero específicamente con el
préstamo de 200 mil dólares, después de fallecido George Szabo, Wilfrido Aldana
Cantú presentó ante el Registro Público de la Propiedad y el Comercio de
Guaymas un recibo de pago falso en donde «comprueba» que tal adeudo se
finiquitó con el pago de 2 millones 439 mil 460 pesos a George Szabo JR.
«Eso
fue el 26 de abril de 2010, meses antes de que GEORGE muriera, contando con la
certificación del notario No. 39 Luis Rubén Montes de Oca Mena. De tal suerte
que, el 19 de agosto de 2010, obtuvo la cancelación de la inscripción de la
prenda mercantil del crédito prendario, es decir quedo liberado de esa deuda.
Pero
eso no es todo –abunda García Palazuelos— actuando como un experimentado
delincuente que no descuida el mínimo detalle, Wilfrido Aldana también presentó
ante el Registro Público de la Propiedad de Guaymas una ‘carta finiquito’ falsa
con fecha 26 de abril de 2010, donde hace parecer que George Szabo extiende a
él y su esposa Claudia Rosalba Cárdenas Márquez, un formal finiquito sobre
todos y cada uno de los adeudos que tenían con el suscrito para librarse de la
deuda de casi 4 millones de dólares que tenían con el empresario
norteamericano».
Relata
el abogado García Palazuelos —mientras unta una tostada con el paté de camarón,
que especialmente preparan en el restaurante donde se celebra la entrevista, ubicado
a la orilla del mar de Cortez— que el 19 de agosto de 2010, «cuando George
Szabo ya había muerto, Aldana Cantú presentó ante el Registro Público de la
Propiedad y del Comercio de Guaymas la protocolización de una supuesta acta de
asamblea general extraordinaria de accionistas de la empresa ´Bahía Esmeralda´,
celebrada supuestamente el 24 de mayo de 2010, contenida en la escritura No.
50893, del volumen 824, ante la fe del notario público No. 39 Luis Rubén Montes
de Oca Mena de Hermosillo, en la que agrega como socia accionista a su
secretaria y tía Blanca Lorenia Aldana , misma asamblea que nunca existió como
en su momento se probó ante la autoridad respectiva, y en la que el empresario
estadunidense nunca estuvo presente».
Y
continúa: «el objeto de esa burda maniobra tuvo como objetivo que Wilfrido
Aldana Cantú pudiera ceder el 10% de sus acciones en ´Bahía Esmeralda´ a su tía
y secretaria particular Blanca Lorenia Aldana Ross, quedando esta en calidad de
nueva ‘socia’ , además de apoderada legal de la empresa, pero sobre todo para
maniobrar y poder disponer del patrimonio de la empresa, y de las propiedades y
posesiones que dejó George Szabo, pues de acuerdo a la Cláusula Segunda
Transitoria del acta constitutiva de la sociedad, para poder realizar actos de
dominio en relación con el patrimonio de la empresa, el poder general podrá
realizar actos de dominio pero en forma mancomunada de cuando menos dos
miembros del consejo».
Con
la anterior escritura es con la que a partir del año 2010, Wilfrido Aldana se
entregó a la tarea de defraudar a distintos ciudadanos nacionales y extranjeros
a quienes les hizo ventas fraudulentas de los lotes, residencias y bodegas del
fraccionamiento BAHÍA ESMERALDA que son las escrituras que ahora SE CANCELARON
en el Registro Público de la Propiedad de Guaymas, Sonora, por órdenes de la
Justicia Federal al emitir su sentencia en favor de Katrina Rose Szabo que es
la única heredera del fallecido George Szabo y en consecuencia, la única
propietaria de los derechos que conforman el patrimonio de la empresa
inmobiliaria BAHÍA ESMERALDA cuya situación legal aún se encuentra bajo la
investigación de la justicia federal en el amparo 894/2014, del que más pronto
que tarde este medio informará a sus lectores el desenlace final.
(DOSSIER
POLITICO/ Redacción / 2014-09-09)
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