Los mexicanos pagan casi 30 por ciento más por la luz que el promedio en el mundo. Esto gracias a prácticas de corrupción como los famosos ‘diablitos’, los ‘colgados’ y la ineficiencia en el suministro de electricidad en el país.
La nueva legislación abre las puertas a otras empresas para acabar con el
monopolio de la CFE en la distribución
Tanto el presidente Enrique Peña Nieto como diversos legisladores y
empresarios auguran que el precio de la electricidad bajará entre 25 y 30 %
a partir del 2015
58%
De ventas de CFE representa el consumo industrial
25%
De ventas de CFE representa el consumo residencial
50 y 90%
Es el subsidio que reciben usuarios residenciales
450,000
mdp valor patrimonial CFE en 2007
239,000
mdp valor patrimonial 2012
22%
De la operación de la CFE significan las tomas ilegales de electricidad
Las
tomas clandestinas de electricidad por parte de empresas y
particulares, la política del no pago y el costo de los insumos para
producir la energía eléctrica basada en el combustóleo, han hecho que la
luz en México sea 30 por ciento más cara, en promedio, que en cualquier
otra parte del mundo.
Las cifras oficiales admiten que los costos por las ineficiencias de
la CFE en la generación eléctrica, y el uso de los diablitos para robar
energía a través del medidor y quienes se “cuelgan” de los cables,
impactan al 22 por ciento de su operación.
A ello se suma el esquema recaudatorio de la Secretaría de Hacienda,
que retira todas las utilidades de la CFE sin dejar margen para
reinversiones y mantenimiento de sistemas.
Esto ha logrado que el pasivo total del organismo sea dos veces más
que su patrimonio total, como lo reconoce la Secretaría de Energía.
Una consecuencia es que a partir del 2007 el valor del patrimonio de
la CFE iniciara su caída, de 450 mil millones de pesos, a 239 mil
millones en 2012, anticipando un saldo negativo para este año.
Según especialistas, a los problemas anteriores se agrega la tenencia
de la tierra y los derechos de paso que encarecen el precio de la
energía eléctrica.
Las cifras del INEGI muestran que el gobierno ha incrementado el precio de la luz a la industria por arriba de la inflación.
El precio promedio a nivel nacional del kilowatt-hora (kWh) de 1999
al 2012 registró un incremento de 260 por ciento, contra 82 por ciento
de aumento en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en el
mismo lapso.
Las tarifas para la mediana empresa, en ese periodo, pasaron de 52.28 centavos el kWh a 164.66 centavos.
Es decir, un incremento de 214 por ciento, 2.6 veces el nivel general de precios de la economía mexicana.
En el servicio doméstico, el incremento en la tarifa eléctrica fue de 1.7 veces la inflación.
La situación no cambia si lo comparamos con las tarifas que se cobran en otros países.
En los últimos 10 años las tarifas industriales pasaron de 0.06
dólares por kilowatt-hora en 2003 a 0.12 dólares kilowatt-hora en 2013,
un 86 por ciento más caras que en Estados Unidos o Asia.
Con respecto a los países que integran la OCDE y de la cual México es
miembro, las tarifas residenciales e industriales de México están por
encima de esas naciones.
Es decir, de ser 10 por ciento más caras en 1998, se encarecieron 44 por ciento más el año pasado respecto a esos países.
> 52.28 a 164.66 centavos por kWh
Incremento tarifas en 12 años
Incremento tarifas en 12 años
> 260%
Aumento del costo del kWh de 1999 al 2012
> 214%
Aumentaron las tarifas industriales
> 86%
más altas las tarifas que en Estados Unidos o Asia
> 44%
Más caras que los países de la OCDE
> 36
millones De clientes tiene la CFE al cierre de 2012
millones De clientes tiene la CFE al cierre de 2012
¿Bajará las tarifas?
La gran duda es si realmente se verán reducidas las tarifas con la
entrada de más empresas al sector, como lo plantea la nueva Ley de la
Industria Eléctrica.
La nueva legislación abre las puertas a otras empresas para acabar
con el monopolio de la CFE en la distribución de electricidad.
Sin embargo esto no significa –o no se ha aclarado aún totalmente–
que la industria y el comercio ya no tendrán subvenciones, pues entrarán
al mercado de la oferta y la demanda.
Según afirma el Centro de Investigación para el Desarrollo, A.C.
(CIDAC) mantener tarifas residenciales artificiales implica un lastre
para los consumidores industriales y comerciales e incentiva patrones de
consumo ineficientes entre la población.
Competencia como solución
La apuesta del gobierno para que bajen los precios de la energía eléctrica es la competencia.
Tanto el presidente Enrique Peña Nieto como diversos legisladores y
empresarios auguran que el precio de la electricidad bajará entre 25 y
30 por ciento a partir del 2015.
Según el senador David Penchyna, artífice de la Reforma Energética, “con más competencia la luz será más barata”.
Ejemplificó que la competencia en el mercado eléctrico redujo los
precios 29 por ciento en Argentina, 30 por ciento en Chile y 10 por
ciento en Perú.
Pero no todos piensan lo mismo, para el legislador perredista Armando
Ríos Piter, “el mercado por sí mismo no nos va a dar mejores tarifas”.
La calificadora Merrill Lynch asegura que la electricidad en México
sigue siendo el talón de Aquiles, sobre todo para el sector
manufacturero.
El costo político
Para algunos especialistas la principal motivación que tiene el
gobierno al mantener el régimen de subsidios generalizados, es evitar el
costo político.
Para algunos especialistas los costos de los energéticos deben bajar, ya que están fuera de mercado.
Sin embargo, en caso de desaparecer el subsidio residencial, un alto
porcentaje de usuarios no podrían pagar la energía eléctrica.
Al cierre del 2012 la Comisión Federal de Electricidad (CFE) contaba
con casi 36 millones de clientes, y de acuerdo con sus estimaciones,
estos crecerán anualmente en un millón en los próximos años.
Lo cierto es que muchos de estos se encuentran concentrados en sectores específicos.
El sector industrial representa 58 por ciento de los ingresos por
ventas de la paraestatal, pese a que solo equivale a 0.7 por ciento de
los consumidores.
Por su parte, el consumo doméstico, que aporta 25 por ciento de los ingresos, concentra 88.4 por ciento de los compradores.
El aprobar o reprobar el subsidio a la energía eléctrica ha sido tema
de debate en las leyes secundarias de la Reforma Energética. Un día
dicen que sí y otro que no. Hasta ahora parece que continuarán
subsidiando las altas tarifas que tienen que enfrentar los mexicanos
para mantener la casa alumbrada, o amainar el frío o el calor. Aquí los
puntos más álgidos del debate legislativo.
> 11 de julio
La bancada del PAN propone una adición al artículo 139 de la Ley de la Industria Eléctrica, la cual obligaba al ejecutivo federal a diseñar una estrategia para sustituir los subsidios generalizados, por apoyos focalizados.
> 19 de julio
Se aprueba en lo general el proyecto de Ley de Industria Eléctrica pero se omite el tercer párrafo del artículo 139 sobre los subsidios. «Estamos retirando por completo todo lo que tiene que ver con subsidio porque es una facultad constitucional del Ejecutivo. No desaparecen los subsidios y se mantendrán hasta que los costos bajen», explicó el senador panista Jorge Luis Lavalle.
> 20 de julio
Jorge Luis Preciado, coordinador de los senadores del PAN, defendió la reforma y aclaró que se trataba de una confusión, la nueva Ley no quitará los subsidios sino hasta que bajen los precios. “No se mueve ningún subsidio hasta que no baje la electricidad”, dijo.
Según sea el sapo…
A la fecha existen en México 43 tarifas distintas para el suministro y
venta de energía eléctrica clasificadas de acuerdo con su uso y su
nivel de tensión.
El esquema tarifario eléctrico que controla la Secretaría de Hacienda
ha privilegiado los subsidios cruzados y tanto las industrias, como los
comercios, pagan buena parte del costo de llevar la electricidad a los
hogares.
Salvo por los consumidores residenciales que están dentro de la
“Tarifa de Alto Consumo”, el resto de los hogares, así como la industria
agrícola y la industria de los servicios, tienen un subsidio al precio
de la electricidad.
El modelo actual permite que los usuarios residenciales obtengan
subsidios de entre 50 y 90 por ciento sobre el costo que tiene
producirlo para la CFE.
Este esquema ha generado incentivos perversos por el consumo
excesivo, pues un microempresario con su tienda de abarrotes paga de luz
por sus refrigeradores el mismo costo que un joven universitario de la
colonia Condesa en la Ciudad de México, de clase media alta, por usar
electricidad.
Lo que significa, según afirma el CIDAC, que el actual modelo de
subsidios a las tarifas eléctricas se sostiene por el sobrecosto de 5 al
11 por ciento de la electricidad que pagan los industriales y
comerciantes.
Los problemas tarifarios y de subsidios, junto con la estructura
ineficiente de monopolio, ha repercutido enormemente en las finanzas de
la CFE.
El subsidio ha hecho que los ingresos por tarifas no logren compensar
los subsidios implícitos en la tarifa, e impacten en el patrimonio de
la empresa.
“Absorber una diferencia negativa entre el costo y el precio de venta
va mermando el patrimonio de cualquier empresa, y en el caso de la CFE
no es la excepción”, señala el CIDAC.
Y concluye con la duda sobre si el gobierno va a corregir el problema
o simplemente va a financiar a una empresa quebrada, como sucedió por
casi 15 años con la extinta Luz y Fuerza del Centro.
Ley de la Industria Eléctrica
Los puntos medulares:
> La nueva propuesta considera a la industria eléctrica una
utilidad pública, por lo que procederá ocupación y afectación
superficial o la constitución de servidumbre necesaria para asegurar el
servicio de transmisión y distribución de energía eléctrica.
> Los propietarios de las tierras ocupadas por infraestructura
eléctrica tendrán derecho a ser remunerados por los inversionistas.
> La negociación de dichas contraprestaciones, así como los
términos y condiciones para el uso, goce o afectación de las tierras,
serán entre los inversionistas y los propietarios interesados.
> Se introduce la figura de testigos sociales, quienes darán fe a
los contratos relevantes o de alto impacto. Los testigos darán
recomendaciones, su testimonio y tendrán que dar aviso de las
irregularidades a los órganos internos de control.
> Elimina la fuerza laboral y la adquisición de bienes o servicios
como forma de contraprestación. Pero se podrá proponer al propietario y
a los miembros de la localidad la adquisición de bienes, insumos y
servicios abdicados cuando sea compatible con el proyecto.
CFE seguirá preponderante
Durante los debates y resoluciones sobre la Reforma Energética se
especuló que se eliminarían los subsidios a las tarifas eléctricas.
Esto inmediatamente causó sobresalto en la opinión pública ya que,
aún cuando supuestamente están subvencionadas, son un mínimo de 30 por
ciento más caras que otros países y tratándose de tarifas industriales
las superan en más de 80 por ciento.
Ante la reacción de la opinión pública el Senado dio marcha atrás en
su intención de la eliminación del subsidio generalizado en las tarifas
de energía eléctrica.
Después de negar que fuera la intención eliminar la ayuda del
gobierno sobre los costos de la producción, y con 92 votos a favor y 27
en contra, los senadores aprobaron en lo general la Ley de la Industria
Eléctrica, y en el terreno de subsidios propusieron crear uno solamente
para los consumidores de bajos recursos, eliminando a los que
corresponden a entidades geográficas con climas inclementes ya sea de
frío o calor.
El dictamen de la Cámara de Diputados mantiene el subsidio a las
tarifas eléctricas y se reconoce que este tema es facultad exclusiva del
Ejecutivo Federal.
En cambio, para reducir los costos de producción de la energía,
propusieron y aprobaron castigos significativos por el robo de energía
eléctrica mediante “diablitos” y la alteración de medidores y que los
usuarios se “cuelguen” de los cables.
Según quedó establecido en la resolución, se impondrán multas de
hasta 3.3 millones de pesos a quien impida la medición y obligará a los
usuarios a pagar el triple de la energía eléctrica robada.
El segundo dictamen de secundarias se incluye castigar a políticos y
líderes sindicales que tomen ventaja para aprovechar el nuevo mercado
libre de la industria eléctrica.
Además, el Senado y la Cámara de Diputados eliminaron la figura de
expropiación de terrenos que requiera la industria eléctrica y en cambio
creó un sistema de “conciliación”.
Se subraya que las contraprestaciones, términos y condiciones para el
uso, goce o afectación de terrenos, bienes o derechos para estas
ocupaciones, serán negociados por los propietarios y los interesados.
La modificación al artículo 74 establece que los titulares de los
terrenos tendrán derecho a que la prestación cubra compromisos para
ejecutar proyectos de desarrollo en beneficio de la localidad afectada.
Sobre la competencia que las industrias privadas interesadas
presenten a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se aclaró que
esta como paraestatal seguirá siendo preponderante en la industria
eléctrica nacional; ofrecerá el servicio eléctrico bajo tarifas
reguladas, y se mantendrá como surtidor de energía para los usuarios
pequeños y medianos de tipo residencial, comercial e industrial.
El dictamen precisa que el gobierno federal promoverá la
electrificación de comunidades rurales y zonas urbanas marginadas, y la
Sener establecerá y supervisará la administración de un Fondo de
Servicio Universal Eléctrico.
Lunes 4 de agosto de 2014)
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