Las
agresiones a periodistas de esta casa editorial han sido perpetradas por
policías estatales, municipales y federales
CULIACÁN.- Por su
cobertura informativa apegada a una línea editorial independiente, periodistas
de Grupo Noroeste han sido víctimas de amenazas y agresiones en los últimos
ocho días, cometidas o presuntamente dirigidas por policías estatales, municipales
y federales.
La presión al
personal de esta diario inició en Mazatlán el 23 de febrero con amenazas
telefónicas. Un día después de la aprehensión de Joaquín "El Chapo"
Guzmán en la torre Miramar del puerto.
Ese domingo se buscó
la versión de las autoridades locales con relación a un señalamiento de
presunta corrupción de agentes preventivos, según publicó en su sitio web el
semanario Proceso, información que retomó del diario Reforma.
La nota establecía
que se investigaba a policías municipales de Mazatlán por su presunta
participación en el círculo de seguridad de Guzmán Loera.
Minutos después de
consultar al Secretario de Seguridad Pública Municipal, quien rechazó opinar
sobre el asunto, se recibió la primera llamada amenazante, y cinco minutos
después la otra, en las que se advertía a los periodistas no publicar
información relacionada con el tema, de lo contrario sufrirían las
consecuencias.
Al día siguiente, 24
de febrero, en el portal web de Noroeste se lanzaron amenazas y se acusaba que
su línea editorial estaba comprometida con un grupo de delincuencia organizada,
lo cual se rechazó de inmediato.
El martes 25 de
febrero, afuera de la torre Miramar, dos mujeres y un civil encapuchado,
custodiados por marinos, obligaron a un fotoperiodista de Noroeste a borrar las
imágenes que había tomado en la vía pública, no sin antes advertirle que si no
las eliminaba, los marinos le quitarían el equipo fotográfico.
La presión subió de
tono la tarde del domingo 2 de marzo, cuando en la cobertura de las marchas a
favor de Guzmán
Loera, tres
periodistas de Noroeste fueron golpeados y despojados de su equipo fotográfico
y de video.
La primera agresión
de ese día fue en Guamúchil, donde el reportero fue golpeado por agentes
ministeriales y su cámara fue dañada por los elementos que intentaron
quitársela o borrar las imágenes.
En Culiacán, tras
documentar cómo policías disparaban al aire durante la protesta, el
fotorreportero fue sometido, golpeado y amenazado con ponerle una bolsa de
plástico en la cabeza. Su equipo de trabajo desapareció en esta acción de la
Policía.
El más reciente
exceso policiaco se perpetró la madrugada del 4 de marzo en Mazatlán, cuando un
reportero de esta casa editorial se dirigía a cubrir el homicidio de una joven
en la Plazuela Machado, luego de haber tomado fotos a la entrada de la Cruz
Roja, cuando ingresaban a una persona que resultó herida en el referido hecho.
El reportero fue
perseguido por agentes municipales a bordo de una patrulla. Los uniformados,
con palabras altisonantes, lo sometieron, esposaron y le dijeron que lo
llevarían al hospital, ya que lo habían señalado como sospechoso de dicho
crimen. Finalmente fue liberado porque nadie confirmó lo que los policías
alegaron para detenerlo. El periodista iba en una camioneta con rótulos de
Noroeste y portando el gafete de la empresa.
En cuatro de los
casos ya se interpuso la denuncia correspondiente ante las fiscalías estatal y
federal, así como la respectiva queja ante organismos de derechos humanos.
Cada una de las
agresiones ha sido denunciada a través de las páginas de este diario, y ha
contando con el apoyo de organismos de los derechos civiles, asociaciones de
periodistas y académicos.
(NOROESTE/REDACCIÓN/
06-03-2014)
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