Pistolero del
jefe del cártel de Guadalajara revela que él ordenó a Guzmán secuestrar al
agente antidrogas de EU
CIUDAD DE MÉXICO, 11
de marzo.- El jefe de seguridad del narcotraficante Miguel Ángel Félix
Gallardo, fundador del cártel de Guadalajara, aseguró que Joaquín El Chapo
Guzmán formó parte de la célula encargada de secuestrar, en 1985, al agente
antidrogas estadunidense Enrique Camarena, en aquella ciudad.
El testimonio del
hombre, identificado como la mano derecha de Félix Gallardo, fue recogido en
California por El Diario de Juárez —rotativo que se ha destacado por ventilar
temas de narcotráfico— al que dijo que El Chapo era entonces “un chavalo” que
apenas se empezaba a mezclar con narcotraficantes como Rafael Caro Quintero,
Ernesto Fonseca y Amado Carrillo.
“El Chapo Guzmán era
un mandadero, un sicario que yo personalmente envié junto a otros 15 o 20
hombres por órdenes de Quintero y Gallardo”, señaló el declarante, quien pidió
mantener su nombre en el anonimato.
El testimonio fue
corroborado por el ex agente de la DEA Héctor Berrellez.
DESACATO DEL CHAPO GENERÓ LA VIOLENCIA
Guzmán no figuraba
entre los grandes nombres, era un pistolero cualquiera, incluso formó parte de
Los Zetas afirma un ex pistolero.
Joaquín El Chapo
Guzmán formó parte del grupo de hombres encargados de secuestrar al oficial de
la Agencia Antidrogas estadunidense (DEA) Enrique Kiki Camarena en 1985 en la
ciudad de Guadalajara, según el testimonio de quien fuera el jefe de seguridad
del narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo, aliado de Rafael Caro
Quintero.
Desde una ciudad en
California, la mano derecha de Félix Gallardo reveló a El Diario que Guzmán,
entonces “un chavalo” que apenas se empezaba a mezclar con narcotraficantes
como Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca y Amado Carrillo, formó parte del
grupo que Quintero envió para secuestrar a Camarena tras haber destapado el
millonario rancho El Búfalo, en Chihuahua.
“El Chapo era un
mandadero, un sicario que yo personalmente envié junto a otros 15 o 20 hombres
por órdenes de Quintero y Gallardo”, relató el hombre que prefirió permanecer
en el anonimato.
Lo anterior fue
confirmado por el exagente de la DEA Héctor Berrellez, quien tras el asesinato
de Camarena fuera director de la investigación en México y quien pasó más de 11
años infiltrando las redes de Caro Quintero, Félix Gallardo, Ernesto Fonseca y
Amado Carrillo.
Berrellez coincide
con el entonces pistolero de Gallardo: “El Chapo no figuraba entre los grandes
nombres, ni como narco, era un pistolero, un encargado cualquiera que a veces
escuchábamos su nombre”.
Para el hombre de
Gallardo, la “desobediencia” de El Chapo fue la detonante de los miles de
asesinatos en México en los últimos años, y adelanta que su captura será “la
reducción” de esa violencia.
“Antes había una
federación, se habían dividido los territorios y se respetaban, pero El Chapo
fue un desobediente de la misma camada de La Barbie y de Los Zetas”, explica
quien fuera el hombre de mayor confianza de Gallardo.
“El Chapo formó
incluso parte de Los Zetas en algún momento, alrededor de los mediados de los
90. Y cuando le mataron a su hijo y a su hermano fue cuando se descontroló y
pasó lo que pasó”, agrega.
Según registros
periodísticos, en mayo de 2008, Edgar Guzmán Salazar, hijo de El Chapo, fue
asesinado en Culiacán, Sinaloa.
La muerte del joven
de 22 años ocurrió casi cuatro meses después de la captura de Alfredo Beltrán
Leyva El Mochomo. El hermano, Arturo Beltrán Leyva, atribuyó la detención a una traición de
Guzmán Loera y motivó la ruptura con el cártel de Sinaloa.
Sin embargo, para
los capos viejos y para el gobierno, el reinado de El Chapo llegó a su fin, “se
apestó” como afirma Berrellez.
“Así ha sucedido
históricamente, cuando un narco se apesta le quitan la seguridad y va pa´bajo.
El Chapo se apestó con tanta violencia y el gobierno le quitó su seguridad”,
dice el ex agente de la DEA.
El que fuera jefe de
sicarios de Félix Gallardo relata lo mismo: “La Federación se quiere armar otra
vez, y quieren que dejen al gobierno en paz.
Quieren trabajar como antes, sin tanta violencia”.
Según su testimonio,
una de las principales razones por las que se busca “pacificar” a México ha
sido el reciente surgimiento de autodefensas en Michoacán, que a decir del
exsicario, han puesto demasiada presión al gobierno.
Berrellez desconfía
en la extradición de El Chapo a EU: “Esa es la prueba real para el gobierno del
PRI, si lo extraditan es que las cosas van en serio”, si no, nos daremos cuenta
que fue un arreglo como todos los demás”.
(EXCELSIOR/ LUIS
CHAPARRO, ESPECIAL/ EL DIARIO DE JUÁREZ/11/03/2014 09:11)
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