Así lo expresaron la exsecretaria de Salud del Gobierno del Distrito
Federal, Assa Cristina Laurell, y el presidente del Movimiento de
Trabajadores del Seguro Social, Jubilados, Pensionados y de Confianza,
Ismael Bautista, quienes consideraron que se trata de un seguro pagado
por el individuo, que abre la administración de los fondos y prestadores
del servicio a la iniciativa privada.
“Esto significa que los derechohabientes del IMSS perderían la mayor
parte de su cobertura médica o tendrían que pagar un seguro adicional,
público o privado”, asegura Laurell en entrevista con Apro.
Añade:
“El despido y recontratación de los trabajadores tendría la finalidad
de bajar los costos de personal y meterlo a competir con los privados.
Este modelo viene desde la reforma de 1995/97, que no ha prosperado
hasta ahora, pero podría imponerse con el desfinanciamiento sistemático
del Seguro de Enfermedad y Maternidad (SEM) y la introducción del SP”.
De acuerdo con la exfuncionaria capitalina, la quiebra del IMSS no es
una fatalidad, es un objetivo político largamente perseguido que tiene
implicaciones graves para los trabajadores del instituto y también para
sus derechohabientes.
El plan
El 16 de julio de 2013 el diario La Jornada informó que la firma de
análisis Consultores Internacionales (CI) sabía que el IMSS operaba con
un déficit de 18 mil millones de pesos anuales –una virtual quiebra
técnica–, y previó que para 2016 se agotarían los fondos provisionales
para su operación.
Los “consultores” consideraron que la reforma al sistema de
pensiones, ligada a la hacendaria en el Pacto por México, se dio para
aumentar los recursos para el pago de pensiones, “por lo que unificar el
sistema nacional de salud podría dar mayor viabilidad financiera y
operativa”, según la nota de La Jornada.
CI también culpó del déficit al peso de la nómina, que cuenta con más
de 400 mil trabajadores en 35 delegaciones, lo que generó un pasivo
laboral de 1.9 billones de pesos sobre el Régimen de Jubilaciones y
Pensiones.
Según cifras oficiales, el presupuesto del IMSS es de 3 billones de
pesos, y el gasto de pensiones en 2012 ascendió a casi 49 mil millones
de pesos, cuatro mil millones menos que en 2013, cuando sumó alrededor
de 53 mil millones.
El 19 de noviembre del año pasado el senador priísta y líder de la
Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), Isaías
González Cuevas, anunció la quiebra del IMSS y el rescate por parte del
gobierno federal mediante la creación de un solo modelo de pensión de
trabajadores, con una aportación de 500 millones de pesos anunciada en
una asamblea del consejo técnico, según una nota informativa del
periódico Vanguardia.
González Cuevas explicó que el IMSS tenía dos fondos de reservas para
las pensiones, uno de los cuáles está agotado. Eran los seguros de
enfermedad y de maternidad. El trasfondo del problema, agregó el líder
sindical, es la numerosa nómina de trabajadores.
“Que ya no haya ISSSTE, que no haya Secretaría de Salud, que todo sea
un solo sistema y que todo sea pagado con impuestos porque terminarían
las cuotas obrero patronales, esa es la propuesta. Es lo que está en el
Pacto por México”, señaló González Cuevas, uno de los representantes del
Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Adiós al IMSS
El 16 de octubre de 2012 Eduardo Barrera, encargado de la secretaría
general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social
(SNTSS), en sustitución de Valdemar Gutiérrez Fragoso –quien había
sufrido tres infartos–, firmó con el entonces director del IMSS, Daniel
Karam Toumeh, un convenio que elimina derechos y obligaciones de los
trabajadores, contenidos en su Contrato Colectivo de Trabajo (CCT).
El acuerdo fue adicionar la cláusula 12 bis al CCT 2011-2013 para que
“los trabajadores clasificados de confianza ‘A’ que inicien labores a
partir de la vigencia de esta cláusula quedarán excluidos (…) de las
condiciones laborales estipuladas en el presente pacto colectivo,
rigiéndose sus relaciones con el Instituto conforme a los artículos 256 y
286 I de la Ley del Seguro Social”.
Históricamente los trabajadores del IMSS se regían por el apartado
“B” de la Ley Federal del Trabajo, que les permite sindicalizarse, y a
los de confianza tener los mismos derechos y obligaciones pactados en el
CCT.
Con estos cambios, los nuevos empleados quedarán sujetos al Apartado
“A” de la ley junto a los trabajadores del Instituto de Seguridad Social
y Servicios de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y del Sistema de
Salubridad Nacional, es decir, la burocracia de la salud, que no tienen
sindicato, ni CCT, y condiciones laborales muy por debajo de las de los
empleados del IMSS.
Aunque la ley no es retroactiva en este país, en el convenio firmado
el 16 de octubre de 2012 se pide aplicar la cláusula 12 bis a quienes
comenzaron a laborar desde el 1 de enero de ese año y a partir de la
firma del acuerdo, realizado al margen de un congreso nacional del SNTSS
o de una negociación contractual.
Este cambio viene acompañado del Estatuto de Trabajadores de
Confianza “A” del IMSS, cuya copia de la última versión (2 de diciembre
de 2011) tiene Apro y que, a decir de Ismael Bautista, es la entrada
para la transformación del sistema de seguridad social prometido por
Enrique Peña Nieto en el Pacto por México.
El estatuto
En el Título Tercero sobre las condiciones generales de trabajo se
indica que la jornada laboral será continua o discontinua, de ocho
horas, con 30 minutos para descansar o tomar alimentos; aquellos que
trabajen más horas tendrán 60 minutos para esta actividad “por cada ocho
horas laboradas”.
A quienes registren su asistencia entre los minutos seis y 30 de cada
hora se les aplicará el descuento del tiempo no laborado, es decir que
ya no podrá trabajar, y se le considerará una falta, a menos que el
titular de la Unidad Administrativa ordene lo contrario. Si tiene que
ausentarse debe pedirlo al titular “o en quien se delegue esa facultad”.
Los trabajadores tendrán un periodo mínimo de vacaciones de 16 días y
máximo de 20. Los permisos y las licencias se darán sin goce de sueldo.
Tendrán descuentos en el salario para la aportación del Fondo de Ahorro
Individual, entre otros puntos.
El Capítulo VII artículo 37 considera Personal Operativo “a todos
aquellos trabajadores clasificados como de confianza ‘A’ en el CCT que
no estén comprendidos en el personal de mando”, que son los funcionarios
de mediano y alto nivel del IMSS.
Contempla puestos de libre designación que van desde el secretario
general hasta los que no estén clasificados como de confianza “B” en el
CCT. Los nombramientos del personal de mando, directores normativos,
titulares de unidad, delegados y directores de unidad médica de alta
especialidad, serán avalados por un Consejo Técnico, pero propuestos por
el director general en turno.
Sobre la separación del trabajador, podrá hacerse por renuncia,
rescisión y “la desaparición del puesto por motivos de reorganización de
estructuras o reducción de presupuesto”. Ese trámite se hará de acuerdo
con la Ley Federal de Trabajo (LFT).
El pasado 28 de enero, miembros de la Asamblea de Trabajadores
Democráticos del Seguro Social denunciaron que no se está contratando a
personal con la categoría 08, es decir, eventuales o sustitutos.
Esa medida comenzó a aplicarse a principios de año, cuando se instaló
el Sistema Integral de Administración de Personal (SIAP), que según les
informó el Instituto a los trabajadores es para tener más organización
en la contratación.
Privatización
En marzo de 2012 circuló una grabación de la junta del Consejo
Técnico del IMSS realizada en agosto de 2010, en la que se planteó una
opción para despedir e indemnizar a todos los trabajadores para
recontratarlos con un nuevo CCT, con menos prestaciones y un Régimen de
Jubilaciones y Pensiones igual al de los asegurados de la institución,
es decir, mediante Afores.
Pero el centro del conflicto es el SEM, que según directivos del IMSS quebrará a la institución.
Al respecto, la exsecretaria de Salud del Gobierno del Distrito
Federal, Asa Cristina Laurell, afirma que ese proyecto data desde la
reforma a la Ley del Seguro Social de 1995. Desde entonces, agrega, se
quiere introducir un nuevo modelo de pago semejante al Seguro Popular.
Recuerda que este mismo proyecto para homologar los servicios de
salud, para que los administren prestadores de servicios, fueron
instaurados en Colombia por José Luis Londoño, investigador del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) en 1997, y Julio Frenk Mora, que en
ese año era vicepresidente de la Fundación Nacional de la Salud
(Funsalud) y posteriormente, en 2000, fungió como titular de la
Secretaría de Salud del gobierno de Vicente Fox Quezada.
De acuerdo con Ismael Bautista, este nuevo sistema “rompe con la
bilateralidad del CCT, acaba con la carrera institucional y los nuevos
trabajadores se irán al apartado “B” de la ley, junto con el ISSSTE y
Salubridad”, que no tienen. En pocas palabras, esta cláusula acaba con
el CCT, aseguró el presidente del Movimiento de Trabajadores del Seguro
Social, Jubilados, Pensionados y de Confianza.
–¿Qué pasa con los trabajadores activos? –, se le preguntó.
–Ellos (las autoridades) han prometido que no van a tener ningún
problema. No creemos. Ellos tienen un proyecto para comprar las
jubilaciones. Te hacen una expectativa de vida, de más o menos cuántos
años te quedan, y sobre eso te dicen el monto de la jubilación comprada.
“Con las expectativas de sus analistas, ellos dicen que por las
expectativas de vida alcanzan un millón y medio de pesos. La tendencia
es quitarse la carga del Seguro Social pagando a los jubilados y
comprarle la jubilación a los activos”, agrega.
En la actualidad, comenta Bautista, los propios trabajadores
refinancian su Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP). A un médico le
quitan mil 700 pesos mensuales para fondearlo. A la categoría más baja,
que son los de intendencia, le quitan alrededor de 300 pesos
quincenales, pero ganan muy poco.
“Nos pasaron la responsabilidad del RJP. A los jubilados les están descontando también”, sostuvo.
La cláusula 12 bis y el Estatuto “A” mutila nueve cláusulas del CCT:
la 2, 4, 5, 11, 12, 13, 14, 131 y 133, y tres transitorias: la cuarta,
la trigésima y la trigésima primera. Cancela el Reglamento de Confianzas
“B” y mutila el Reglamento Interior de Trabajo en los artículos
respectivos a derechos de los trabajadores. También desaparece la
Comisión de Jubilaciones y Pensiones, y el Reglamento para la
Transformación de Plazas de Nivel 34 de médico general a categoría de
médicos autónomos.
Y esto, a decir de Bautista, afecta no sólo a los trabajadores de
confianza, sino a los sindicalizados, porque así funcionará el nuevo
Sistema Universal de Salud.
El presidente del Movimiento de Trabajadores del Seguro Social,
Jubilados, Pensionados y de Confianza, acusa a las autoridades
encargadas del IMSS de terminar con el dinero de las pensiones para
gastarlo en campañas políticas.
“Lo último que está documentado que hizo Juan Molinar Horcasitas
(exsecretario de Salud) de los 3 mil millones de pesos de los rubros de
jubilaciones y pensiones, es que los agarró para fondear y rescatar
empresas en el gobierno de Felipe Calderón. Eso está documentado en la
Cámara de Diputados, en la Auditoría Superior de la Federación de 2010”,
refirió.
Este desmantelamiento mediante la corrupción de gobiernos priístas y
panistas, añadió, acabará con la calidad de los servicios médicos que
presta el IMSS.
“Como podemos ver, al gobierno represor de Enrique Peña y a los
priístas de la CTM (Confederación de Trabajadores de México) y la CROC
que se encuentran en el Consejo Técnico del IMSS nada les importa la
salud de los mexicanos”, indica.
Liderazgos fraudulentos
Bautista también denuncia la ilegalidad del nombramiento de Manuel
Vallejo como secretario general del SNTSS, en sustitución de Valdemar
Gutiérrez Fragoso, que quedó en estado de coma el 23 de mayo de 2012 y a
la fecha se desconoce su estado de salud.
Lo irónico es que, de acuerdo con el Consejo de la Judicatura Federal
(CJF), el 25 de noviembre de 2013 Gutiérrez Fragoso tramitó, a través
de sus abogados, un amparo indirecto ante el quinto juzgado de distrito
en materia laboral contra la Dirección General de Registro de
Asociaciones de la Secretaría del Trabajo, por haber entregado a Manuel
Vallejo Barragán la toma de nota como nuevo dirigente del SNTSS.
Un mes después el mismo juzgado negó la suspensión provisional y la
definitiva al amparo interpuesto por el exdirigente sindical.
Hasta el día de hoy Vallejo no tiene la toma de nota como secretario
general del SNTSS, ya que se le entregó una “constancia de comunicación
de cambio de directiva a la organización sindical denominada Sindicato
Nacional de Trabajadores del Seguro Social, expedida –según el documento
cuya copia está en poder de Apro–mediante la resolución 211.2.2.-4938
de fecha 25 de noviembre de 2010”.
Pero Gutiérrez Fragoso también era líder espurio. En 2010, la
Dirección General de Registro de Asociaciones Sindicales de la
Secretaría del Trabajo y Previsión Social le entregó de manera ilegal
dos tomas de nota, una para integrar un artículo transitorio al CCT y
otra para avalar una reelección anticipada, del 16 de octubre de 2012 al
15 de octubre de 2018.
Ante la gravedad del estado de salud de Gutiérrez Fragoso, se dejó
como encargado de despacho a Enrique Barragán, secretario del Interior,
quien firmó el convenio citado, hasta que se cumplió el tiempo de elegir
al nuevo secretario general. Violando los estatutos salió electo Manuel
Vallejo, subraya Bautista.
El 11 de diciembre de 2012, José Miguel Ángel Van-Dick Puga, quien
compitió con Gutiérrez Fragoso por la secretaría general del SNTSS, se
refirió al estado de salud de éste, lo que provocó que un nuevo grupo de
poder encabezado por Manuel Vallejo, personaje totalmente desconocido
para los 140 mil trabajadores activos y 180 mil jubilados, tomara por
asalto el control del sindicato.
Bautista sostiene que se eligió a la nueva dirigencia sin derogar el
artículo séptimo de los estatutos sobre la reelección de Gutiérrez
Fragoso hasta 2018.
Y Van Dick presentó ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje
(JFCA) una demanda contra la elección del actual CEN, debido a que
Vallejo Barragán impidió el registró y la participación de aquel y de
Alfonsina Sánchez para la dirigencia del sindicato del IMSS, violando
con ello sus estatutos.
/ 20 de marzo de 2014)
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