De los Rodríguez Orejuela al Vicentillo Zambada
Luego de más de cuatro años de su extradición y 51 meses de estar frente al mismo juez, el juicio contra Vicente Zambada Niebla el Vicentillo parece haberse congelado, en tanto el Departamento de Justicia de Estados Unidos (USDOJ), se dice estar inhabilitado para emitir un comentario al respecto.
“No podemos comentar en casos que tienen asuntos pendientes en la corte”, dijo brevemente Randall Samborn, vocero del USDOJ del Distrito Norte de Illinois, luego de confirmar que la fecha para la próxima audiencia contra Zambada Niebla está programada para el 16 de abril de este año.
La anterior fecha era el 25 de marzo, pero como ocurrieran en las últimas 17 audiencias en donde se definiría la fecha de inicio de juicio del hijo de Ismael el Mayo Zambada, se pospusieron por razones que ni el Juez Rubén Castillo ni el USDOJ pudieron explicar; sólo señalaron que “necesitaban más tiempo tanto los fiscales como la defensa”.
De acuerdo con Jerry Norton, catedrático de la Universidad de Leyes de la Universidad de Chicago y ex juez federal, los juicios que se posponen o que se realizan a puertas cerradas obedecen a intereses por parte de la corte, que muchas veces “sellan” hasta que se ejecutan todas las órdenes de aprehensión que forman parte del archivo.
“Durante un juicio se tendrían que dar a conocer nombres, situaciones, acuerdos, y al alargarse o cerrarse un juicio, las personas que se implican no se enteran si se les menciona o no”, dijo Norton a Ríodoce.
La larga lista negra
Pero el caso del Vicentillo no es algo aislado; corrieron la misma suerte otros capos latinoamericanos, como los hermanos Rodríguez Orejuela, Osiel Cárdenas Guillén, Sandra Ávila Beltrán la Reina del Pacífico, Javier Torres Félix el JT, entre otros, que llegaron a acuerdos con la justicia gringa para que enfrentaran condenas menos severas.
El caso de los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, extraditados en diciembre de 2004 y Marzo de 2005, respectivamente, tuvieron que llegar a un acuerdo con fiscales estadunidenses que, a cambio de que no se extraditara ni se inculpara a sus familiares, decidieron declararse culpables de los cargos por tráfico de drogas y lavado de dinero.
El juicio, según se dio a conocer en aquel entonces, se realizó a puertas cerradas durante al menos 18 meses, hasta que se dio a conocer que ambos se declaraban culpables. En 2006, ambos hermanos fueron sentenciados a 30 años de prisión en una cárcel federal de mediana seguridad, en Memphis Tennessee.
El JT, otro caso sellado
No fue menos conocido el caso del Javier Torres Félix, ex lugarteniente de Ismael el Mayo Zambada que, tras enfrentarse con el Ejército Mexicano y matar a un elemento castrense, fue arrestado en enero de 2004, durante un operativo dirigido por el Grupo Aeronave de Fuerzas Especiales.
El 30 de noviembre de 2006, el JT fue extraditado a Estados Unidos y entregado a agentes del US Marshalls, quienes lo llevaron ante un Juez Federal del Distrito Central de California, en Los Ángeles, donde se desarrolló su juicio en completo sigilo.
Thom Mrozek, vocero del USDOJ en Los Ángeles, dijo entonces que el caso estaba “sellado” y que nada se podía hacer para tener acceso a él.
Ya no se supo nada del JT hasta que se encontraba en una prisión federal de máxima seguridad en Alabama.
Mediante el sistema penitenciario de Estados Unidos se supo que Torres Félix lograría su libertad en abril de 2013, 6 años y poco más de cuatro meses después de su extradición.
Aún cuando Ríodoce intentó desclasificar el archivo de su juicio para conocer qué acuerdos había hecho el JT para lograr esa condena, no fue posible, porque según el USDOJ, los documentos se mantendrían clasificados por tiempo indefinido.
Torres Félix fue repatriado a México una vez cumplida su sentencia, el 12 de abril de 2013, y entregado a autoridades mexicanas que lo recluyeron en una prisión de máxima seguridad en Hermosillo Sonora, hasta el 15 de junio, que fue transferido al Centro Federal de Readaptación Social del Altiplano, en Almoloya de Juárez, desde donde ha apelado en dos ocasiones.
Los acuerdos oscuros de Osiel
El caso de Cárdenas Guillén, el Mata Amigos, fue otro de los casos que se realizaron a puertas cerradas; incluso el diario The Houston Chronicle emitió una queja ante el USDOJ para que se dieran a conocer detalles del juicio y los acuerdos que habían logrado.
“Es de interés de la ciudadanía saber qué acuerdos hace el gobierno con los narcotraficantes y no se puede permitir que hagan sus acuerdos a puertas cerradas, porque es posible que se estén omitiendo detalles de acuerdos que el mundo no quiere que sepa”, señaló el diario texano ante una corte federal de Estados Unidos.
Cárdenas Guillen era el líder del Cártel del Golfo, y a pesar de ser éste una de las organizaciones criminales más violentas de México, recibió una pena de 25 años de prisión. Meses después, el mismo diario The Houston Chronicle reveló que Cárdenas Guillén habría pagado 50 millones de dólares para lograr esa pena, la cual puede reducirse a la mitad si tiene una buena conducta. De acuerdo a la Oficina de Prisiones de Estados Unidos, Cárdenas Guillén saldría libre en enero de 2032.
De la más buscada, a la libertad
Sandra Ávila Beltrán, la Reina del Pacífico, habría sido la mujer mexicana más buscada por Estados Unidos por asuntos de tráfico de drogas. Finalmente, en septiembre de 2007, Ávila Beltrán fue arrestada en la ciudad de México, y una semana después, Estados Unidos llenó la orden de extradición.
Tras una serie de apelaciones para evitar la extradición, la Reina del Pacífico fue llevada a Estados Unidos el 10 de agosto de 2012, y recluida en una cárcel de mediana seguridad en Miami, Florida.
Se desconoce qué acuerdos haría con los Fiscales de Estados Unidos que de pronto, el 20 de agosto de 2013, fue puesta en libertad y repatriada a México, donde ya la esperaban las autoridades mexicanas para que concluyera su sentencia por tráfico de drogas. Actualmente se encuentra recluida en el Centro Social de Readaptación número 4, en Tepic Nayarit.
El Güero: la libertad a la vuelta de la esquina
Cuando Joaquín el Chapo Guzmán se fugó de la prisión, el 19 de enero de 2001, se dice que le dijo a Héctor el Güero Palma Salazar: “Entonces qué compadre ¿se viene conmigo?”, a lo que el Güero le respondió que no, que prefería cumplir su condena, la cual creía libraría en 2004, según las promesas de su abogado.
Pero luego de la fuga del Chapo todo se complicó; la estancia del Güero se fue alargando, hasta que en 2007 fue extraditado a Estados Unidos y ahí sentenciado a 16 años de prisión.
Desde las sombras de la cárcel Supermax, en Colorado, el Güero escuchó durante los siguientes 13 años desde la fuga del Chapo, como la leyenda de su amigo se volvió mítica.
La espera para Palma Salazar puede terminar dentro de poco tiempo, porque de acuerdo al sistema penitenciario de Estados Unidos, su libertad está programada para el 16 de Julio de 2016. Contrario a otros capos, el Güero Palma alcanzaría la libertad directa, es decir, ya no tendría cuentas con la justicia mexicana, y sólo sería extraditado a México.
Palma Salazar fue arrestado en 1995, luego que el avión Lear Jet en que viajaba de Ciudad Obregón a Toluca, fuera interceptado por un convoy de militares, y finalmente arrestado en Tepic.
Al igual que otros juicios a capos, el expediente de su proceso realizado en una corte federal de Los Ángeles, se encuentra “sellado”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario