Darío Castro
relata que el suceso donde él y su hijo resultaron heridos en un retén militar
fue circunstancial
Roxana
Vivanco
CULIACÁN.- Estar en
el lugar equivocado a la hora equivocada, fue para Darío Castro Inzunza la
razón de las heridas de bala que él y su hijo de 12 años recibieron en un retén
militar colocado en el ejido Calomato, de Pericos.
"Nos detuvieron
para revisión, y en eso fue el desmadre, nos tocó la mala suerte que estábamos
ahí, y ni modo", expresa.
En la cama del
hospital donde se encuentra internado luego de haber recibido un impacto de
bala en el hombro izquierdo, y entre los efectos del medicamento para el dolor,
dice desconocer de dónde provinieron las balas.
"No me acuerdo
muy bien, al momento me perdí yo, nada, nomás la primera bala y ya",
menciona. "No sabría decir quién fue, era de noche, sabe quién
sería".
El auto donde
viajaban él, su hermano y su hijo, fue detenido por el retén para una revisión
entre las 4:00 y 4:30 horas de la madrugada del domingo, y en ese momento
escuchó las detonaciones.
"Mi hijo venía
dormido, y traumado con ese desmadre, se despertó...".
Al niño que cursa la
secundaria, una bala le rozó la cabeza, ocasionándole una hemorragia, que hasta
ayer lo mantenía en estado delicado de salud.
Darío ignora si los
proyectiles provinieron de armas de los elementos militares o de otras personas
que circulaban por el lugar.
Al hospital fue
llevado casi en estado inconsciente con ayuda de vecinos, donde asegura que han
recibido buena atención.
Hasta ayer ningún
elemento del Ejército acudió a solicitar información o a visitar a los
pacientes.
"No me acuerdo
muy bien, al momento me perdí yo, nada, nomás la primera bala y ya".
Darío Castro
Herido
(NOROESTE/
Redacción/ 19-11-2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario