martes, 19 de noviembre de 2013

"LA PULGAS", MÁS ALLÁ DE LA FIDELIDAD...




Su refugio son las ruinas de un cuarto a medio construir en un baldío de la colonia Antonio Toledo Corro. La maleza y la basura la ocultan a primera vista

CULIACÁN.-  Cuatro días después, "La Pulgas" estaba ahí...

En el lecho de muerte, sin muerto, el animal permanece echado sobre pertenencias de su amo. Al ruido de los pasos levanta la cabeza y observa con ojos de mirada atónita.
 
Su refugio son las ruinas de un cuarto a medio construir en un baldío de la colonia Antonio Toledo Corro. La maleza y la basura la ocultan a primera vista.

"La Pulgas" reposa su orfandad en una playera de su amo. Un par de zapatos y una cachucha percudida crean una atmósfera de duelo.

Al llamado por su nombre mueve el rabo, golpea el suelo con la cola.

No hay muestra de ferocidad ni desconfianza. Hay nobleza y mansedumbre en el animal que golpetea el suelo con la cola.

"Pulgas...", se le llama.

Al exterior, cuatro perros de mayor edad y estatura juguetean entre sí. Es la camada que quedó sin dueño.
 
Adentro, en el último rincón de la vida, vive la fidelidad de la perrita. Olfatea la playera y los zapatos de su amo muerto. Y observa desde la muerte con sus ojos de mirada atónita.

"Lo tenía amarrado ahí", cuenta una vecina, "por eso no salía. Cuando llegaron por el muerto, los policías cortaron el mecate... Sí sale... pero se vuelve a meter".

Salvo las orejas que tiene empedradas de garrapatas, "La Pulgas" está rozagante. Llena de vida... y de buen árbol genealógico.

Cuando se le toma en brazos, se aferra con las uñas a un trozo de madera tirado al suelo. No gruñe. Tampoco ladra. Se deja llevar en vilo tan sólo con el movimiento de su cola.

Dos de los cuatro canes lo acompañan en silencio hasta el vehículo que lo trasladará a una veterinaria y a una nueva vida. Es el adiós a la pequeña perra fiel.

Un adiós al último refugio de la fidelidad, al pedazo de tierra donde cuidó a su amo más allá de la vida, más allá de la amistad...  

CUIDABA A SU AMO

El viernes, en un predio de la Antonio Toledo Corro, fue encontrada una persona muerta por sobredosis de droga. "La Pulgas" vigilaba e impedía con gruñidos y ladridos cualquier acercamiento al cadáver de quien fue su amo, al que lamía y cuidaba.

(NOROESTE/ Martín González /19-11-2013)

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