Presuntamente
asfixiado por un frijol que le obstruyó la garganta, el martes por la tarde
falleció el niño Cristian Calderón Santacruz, de 18 meses de edad, su muerte entraña
circunstancias raras, ya que sus familiares le “pasearon” por distintas
instancias hospitalarias, aunque al parecer no atendieron recomendaciones
médicas.
Con diagnóstico de
dificultad respiratoria y sintomatología de ahogamiento, el menor fue ingresado
por paramédicos de Cruz Roja Mexicana al Hospital General de Guaymas, poco
antes del mediodía; provenía del centro de Salud de Ortiz, de donde era
originario.
El pediatra que le
atendió logró estabilizarlo, pero recomendó una placa de rayos “x” para localizar
el objeto extraño que le ocasionó aquel trastorno respiratorio.
Familiares de
internos aseveraron que vieron a Cristian Calderón jugueteando por el área de
urgencias pero, entre una y tres de la tarde cuando requirieron a su madre y a
su abuela para que entregasen el estudio requerido por el especialista, no les
encontraron. Se habían retirado, llevándose al infante.
Según el director
del Hospital General de Guaymas, doctor Cristian Iván Bernal Guardado, al filo
de las cinco de la tarde de ese mismo día se recibió llamada telefónica de la
clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Empalme, solicitando
un apoyo de emergencia; trasladarían a un paciente en estado de gravedad,
subrayaron.
El niño Calderón
Santacruz llegó así por segunda ocasión SEMESON-Guaymas y la pediatra Consuelo
Romero constató que no presentaba signos vitales.
Llegó muerto. Según
opiniones eternas, el frijol que tenía alojado en la garganta se movió o
agrandó por la humedad y obstruyó la glotis, asfixiándole.
Es menester subrayar
que el personal del IMSS-Empalme no entregó diagnóstico ni expediente del
paciente trasladado. Sólo dejaron el cuerpo inerte del niño.
(LA VOZ DEL
PUERTO/ Staff de Redacción/ jueves, 21 de noviembre de 2013)
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