jueves, 21 de noviembre de 2013

‘EN 15 MINUTOS HICIERON TODO’


Jesús Daniel Mendoza Hernández, apodado “El Tomate”, de 21 años y uno de los dos detenidos por el multihomicidio ocurrido en la colonia Morelos Zaragoza, dijo que en el asesinato participaron dos personas: él, quien se quedó afuera vigilando la casa y Édgar Uriel Luján Guevara, de 31, quien entró a la vivienda.

El detenido fue expuesto ante los medios de comunicación que tuvieron oportunidad de participar en dos sesiones de preguntas y respuestas. Édgar Uriel no respondió ninguna pregunta y temblaba de pies a cabeza mientras era interrogado.

Por las respuestas de Jesús Daniel, se presume que el asesinato de ocho personas, entre ellas tres niños, fue cometido por un adeudo de mil 500 pesos “por la monta de un perro”.

Mendoza Hernández dijo que fue arrestado afuera de su casa, que no ha sido torturado, ni aleccionado para responder a las preguntas de los reporteros, y que tampoco declaró bajo amenazas.

– ¿Qué fue lo que sucedió, por qué te detuvieron?

– Por homicidio

– ¿Qué fue lo que sucedió ese día?

– Nada, nada más me hablaron para que cuidara la puerta.

– ¿Quién te habló?

– Édgar.

– ¿Y quién ingresó y quién asesinó a la familia?

  Es que yo me quedé en la puerta.

– ¿Quién entró?

  Nomás ingreso él (Édgar).

– El fiscal acaba de decir que usted participó en el hecho y que usted estuvo dentro de la casa.

– Estuve en la puerta nomás.

– ¿Nomás en la puerta? ¿Tu mataste a alguien?

– No.

– ¿Te ofrecieron dinero?

– No.

– ¿Te torturaron?

– No.

– ¿Te golpearon?

– No.

– ¿Dónde te detuvieron?

– Afuera de mi casa.

– ¿Cuándo te agarraron?

– El lunes, al mediodía.

– ¿Traías puesta la misma ropa con la que se presentó el asesinato?

– No.

– ¿Por qué, si no estuviste adentro de la casa, la Fiscalía dice que encontraron rastros de sangre en tu ropa?

– Porque fue cuando entré a recoger el dinero. Sí, sí entré.

– ¿Cuánto dinero recogiste?

– Dos mil quinientos pesos

– Dos mil 500 pesos ¿Te quedaste tú con ellos?

– No.

– ¿A quién se los diste?

– Los entregué al que estaba conmigo.

– ¿Quién estaba contigo?

– El que está a mi lado (Édgar).

– ¿De dónde recogiste ese dinero?

– De unas carteras.

– ¿Ya estaban todos asesinados?

– No.

– ¿A quién habían matado cuando tú ingresaste al domicilio?

– Nomás a Max y a otra señora.

– ¿Nomás a ellos dos?

– Sí.

– ¿Y quién fue el que asesinó a los niños, a las mujeres?

– Eso no lo vi.

– ¿No lo viste? ¿Y quiénes se quedaron adentro?

– Él nada más.

– ¿Él y quién más?

– Solo.

– No sé, yo estuve afuera 15 minutos, nomás en el portón.

– ¿En 15 minutos hicieron todo?

– Sí.

– ¿Estabas sólo?

– Sí.

– Y los perros, ¿viste perros tú?

– Sí.

– ¿Cuántos perros había?

– Tres.

– ¿Qué pasó con esos perros?

  Se quedaron en la casa.

– ¿No los quisieron morder cuando quisieron entrar a la casa?

– No.

– ¿Ustedes qué fueron a hacer específicamente ese día a la casa? ¿Cuál era el objetivo de entrar a la casa?

– A cobrar un dinero.

– ¿De qué era ese dinero?

– De una monta de un perro.

– ¿Y cuánto dinero era lo que se debía?

– Mil quinientos pesos.

– Pero ¿sabías que iban a matarlos? ¿Por qué te quedaste en la puerta?

– No sabía que iban a eso.

– A ti, ¿cuánto te pagaron?

– Nada, no me tocó nada.

– ¿Quiénes eran las otras personas que participaron ahí en ese domicilio?

– Nadie más.

– ¿Nomás ustedes dos?

– Sí.

– ¿A quién le diste el dinero?

– A él.

– La Fiscalía dice que fueron cuatro personas las que participaron... ¿A quién le debían ese dinero?

– A ellos…a él.

– Cuando dices a ellos ¿a quién te refieres?

Luego se interroga a Édgar Uriel Luján Guevara, quien no responde y tiembla de pies a cabeza.

– ¿Cómo te llamas? ¿Usted es Edgar? ¿Qué sucedió, por qué asesinar a los niños y a las mujeres ¿Todo lo que dice la Fiscalía es cierto? Edgar, ¿de qué te acuerdas? ¿Te llevaron al hospital? ¿Te golpearon?.

Más preguntas:  ¿Tienes problemas, Edgar? ¿No puedes hablar? ¿No quieres hablar? ¿No tienes nada que decir?

– Daniel, ¿qué pasó ese día, qué ocurrió?

– Fuimos a cobrar un dinero.

– ¿Nada más? ¿Eso fue todo lo que pasó? ¿Y la gente que quedó ahí, porque quedó muerta, entonces?

– No sé, yo me quedé en la puerta.

– ¿Asesinaste a alguien?

– No.

– ¿De dónde conocías a Max?

– De un grupo que tenemos de perros.

– ¿Peleas de perros?

– Un club.

– ¿La deuda por qué fue?

– Una monta.

– ¿Quién te contrató para ir ahí?

– Nadie.

– ¿Por qué fuiste?

– Porque nomás los miré que estaban ahí platicando y me acerqué.

– ¿Ingresaste al lugar?

– Sí.

– ¿Cuántas personas llegaron a la casa?

– Dos.

– ¿Y los otros dos (qué buscan las autoridades)?

– No, nada más éramos dos.

– ¿Entonces ustedes dos fueron los que las mataron?

– No, yo no asesiné a nadie.

lsosa@redaccion.diario.com.mx
(EL DIARIO, EDICION JUAREZ/ Luz del Carmen Sosa / 2013-11-20 | 23:48)


 

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