CUERNAVACA, Mor. (apro).- Hernán, Gerardo y Jonathan son tres jóvenes que se ganan la vida realizando performance, “haciendo fuego”.
Su espíritu aventurero los llevó a recorrer parte del país de mochilazo, pidiendo aventón, maravillándose con los paisajes, divirtiéndose entre amigos.
El
último viaje lo iniciaron en Morelos, donde viven. Su primera parada
los llevó hasta Acapulco, Guerrero, donde pasaron tres semanas
trabajando en las playas, en los bares, extasiando a los curiosos con su
estela de su fuego.
Sin embargo, esa llama se extinguió hace mes y
medio. Nadie sabe nada de ellos, desaparecieron en la zona de la Tierra
Caliente, en Michoacán.
Hernán Lara Gamiño, de 18 años; Gerardo
Perea López, de 20; Jonathan Suárez, Adrián Alarcón, Emmanuel y Hugo
“N”, de quienes se desconoce su edad pero que oscila entre los 18 y 21
años, salieron de Cuernavaca con rumbo al puerto de Acapulco.
Se trata de jóvenes que se “lanzaron” a recorrer sitios de aventón, a que la vida los sorprendiera.
Su
primera parada fue el puerto de Acapulco. Playa, antros, bares, música,
diversión; los seis jóvenes vivían la vida al máximo. Estuvieron ahí
alrededor de tres semanas.
Su segunda parada fue Ciudad
Altamirano, Guerrero. Ahí se reunieron con la madre de Gerardo, Carolina
López, ya que una de sus sobrinas se casaba por esos días en
Nocupétaro, Michoacán. Era el viernes 16 de agosto.
Emmanuel y Hugo “N” regresaron a Cuernavaca. Adrián, Hernán, Jonathan y Gerardo seguirían el viaje hasta Michoacán.
Carolina
López, mamá de Gerardo, cuenta que su hijo estuvo en Nocupétaro hasta
el 20 de ese mes en casa de sus familiares, con ellos todavía estaban
los otros cuatro chicos. Días después, Adrián decidió irse solo a
Guadalajara, Jalisco.
La mamá de Gerardo ya no tuvo comunicación
con él porque su hijo perdió el teléfono celular, pero a través de
Facebook su otra hija, Marianela, estaba en constante comunicación con
su hermano.
Por espacio de un mes, Hernán, Gerardo y Jonathan
siguieron con su trajín. Iban de aquí para allá “haciendo fuego”,
ganándose unas monedas con cada performance.
A finales de
septiembre, entre el 28 y 29, Gerardo comentó a su hermana, vía
Facebook, que ya estaban muy cansados, que se regresarían a Cuernavaca,
sólo que él se iría para el Distrito Federal, lugar donde reside
Marianela.
Mes y medio ha pasado desde entonces. Nadie sabe nada,
no hay ningún rastro de ellos. Los teléfonos de Hernán y Jonathan mandan
a buzón, las cuentas de redes sociales no consignan nada, no hay
actividad desde entonces.
Carmen Gamiño cuenta que no era raro que
Hernán, su hijo, pasara lapsos de tiempo prolongados sin comunicarse,
debido precisamente a sus constantes viajes.
Sin embargo, desde
hace días, luego de preguntar entre los amigos de su hijo y de que nadie
le diera referencia ni de él ni los otros dos jóvenes, decidió llamar a
los familiares de Gerardo, de quienes tenía el contacto.
La respuesta fue la misma, nadie sabía nada de su paradero.
Ambas
familias perdieron la pista de sus hijos el domingo 29 de septiembre. Y
también sabían que la intención de los tres jóvenes era regresar a
Cuernavaca y al Distrito Federal. Ninguno de los tres llegó a casa.
El
jueves 14, fecha en que Carmen Gamiño llamó a Carolina López y, luego
de enterarse que tampoco tenía referencia alguna del paradero de los
jóvenes, decidieron buscar asesoría y actuar en conjunto.
El
pasado domingo 17 los amigos y familiares de los jóvenes difundieron a
través de las redes sociales imágenes de dos de los tres desaparecidos,
ya que no habían tenido contacto con los parientes de Jonathan.
Además,
realizaron el reporte en el Centro de Atención a Personas Extraviadas y
Ausentes (Capea), aunque sólo si hay algún indicio se pondrán en
contacto con ellos. Lo propio ocurrió en Locatel y les dieron igual
respuesta.
El lunes 18, ambas familias se reunieron para conocer
detalles, para enlazar la historia. Buscaron asesoría jurídica para
interponer la denuncia en la Procuraduría General de Justicia del Estado
(PGJE), por la desaparición de Hernán Lara Gamiño, de 18 años, y de
Gerardo Perea López, de 20, hecho que quedó asentado en la carpeta de
investigación SC0111348312013.
Carmen Gamiño dijo que espera la
respuesta de los familiares de Jonathan Suárez para que anexen sus datos
a la averiguación. De primera instancia logró comunicarse con la
hermana del joven, de quien no pudo precisar el nombre, pero que dijo
desconocer, al igual que ellos, cualquier dato que ayude a la
localización de los desaparecidos.
La mamá de Gerardo relató que
la PJGE pedirá la colaboración de su homóloga en Michoacán para iniciar
en ese territorio la búsqueda de los jóvenes, ya que fue en el municipio
de Nocupétaro, perteneciente a dicha entidad, donde familiares de
Gerardo tuvieron el último contacto visual con los tres jóvenes.
Ahora
los familiares de los tres muchachos emprenderán la dura faena de su
búsqueda, aunque ya están coordinándose con los parientes de Gerardo, en
Michoacán, para seguir su rastro.
Sin embargo, piden ayuda y
asesoría de organizaciones civiles y de personas que atraviesan por la
misma situación que ellos para saber qué hacer y a quién más acudir.
Las
mismas autoridades les han recomendado que no cesen en su búsqueda, es
decir, que no le dejen la labor sólo a ellas, pero los previnieron sobre
tomar medidas de seguridad, debido a los altos índices de violencia que
tienen los estados de Guerrero y Michoacán, a los que deberán acudir a
fin de seguir los pasos de los desaparecidos.
Las familias no se
atreven a decir más, guardan silencio cuando se les plantea que
Michoacán es zona de virtual guerra civil, donde autodefensas civiles se
enfrentan a narcotraficantes para recuperar su territorio perdido.
/20 de noviembre de 2013)
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