Agueda Barojas Ontiveros
Todo
parece indicar que el CBTIS 40 tendrá su Buen Fin, cuando se ha
anunciado la salida de Magaly Arreola Sánchez, como directora de ese
otrora prestigioso plantel, venido a menos desde su llegada a la
institución educativa hace algunas lunas.
La
dama del cuento estaba precedida de una fama nada recomendable, lo que
hacía previsible que su personalidad proclive al conflicto provocara
enfrentamientos con el personal, tal como efectivamente sucedió, pues se
supo que estuvo inmiscuida cuando laboraba en el CBTIS 188 de
Ciudad Obregón en una denuncia interpuesta ante la oficina regional de
la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Cajeme, según consta en el
oficio No. CEDH/CAJEME/45/2010, en donde la denunciante María de la Cruz
Urrutia Salomón afirma que dicha persona estaba bajo tratamiento para
los nervios en el ISSSTE.
A
partir de su arribo a la dirección luego de un extraño proceso de
selección en que no figuraba como aspirante al cargo, el buen nombre con
que era reconocida la escuela empezó un declive que en febrero pasado
ante la inquietud de alumnos y padres de familia sobre el inicio del
semestre provocó la salida de muchos alumnos hacia opciones educativas
como el CET del Mar, Cobach, Conalep o prepas privadas.
Desde
un principio se supo que la Fiona, como se le conoce a la mujer,
contaba con la protección de su padrino Salvador Castro Montañez,
Subdirector de Enlace Operativo de la DGETI en Sonora, quien hasta el
final la apapachó y se hizo de la vista gorda ante todos los desmanes
que llevó adelante sin que ninguna autoridad educativa pusiera limites a
su cuestionado proceder.
A
Castro se le ha identificado como un operador comercial al interior del
sistema de educación media superior en la entidad, que le ha resultado
un jugoso negocio para quienes han fungido como sus jefes en la
jerarquía de la DGETI y en donde personas como Magaly son solo una pieza
en el rompecabezas de la corrupción. “Soy intocable” le presumió cierta
vez a la madre de familia Lilia Angélica Bustamante en sus oficinas.
La
gota que derramó el vaso fue la interposición en diciembre de 2012 de
una querella en contra de 23 empleados del CBTIS adheridos a la
delegación D-II-26 de la Sección 28 del SNTE con la complacencia de
Castro y sus jefes superiores Luis Mejía Piña director general de la
DGETI en el país y Daniel Serratos, Subdirector Operativo de la
dependencia, ambos fuera por sospechas aclaradas ante el Organo de
Control Interno de la SEP, luego de acumular ambas “fichitas” un rosario
de quejas a los largo y ancho de la geografía nacional y quienes eran
herencia de Josefina Vázquez Mota desde cuando se desempeñó en la SEP.
Rapacidad desmedida
La
Arreola demostró el cobre de su rapacidad desmedida al fijar
unilateralmente el cobro de $2,000.00 por concepto de inscripción,
cuando por ejemplo en el CET del Mar del puerto por dicho de su director
la cuota ascendió a $800.00 y reconoció su no obligatoriedad y en
cambio Magaly hasta trató de condicionar la entrega de las becas o
constancias escolares al pago de dicha cuota de inscripción, lo que
molestó a los padres de los becarios que tuvieron que acudir ante el
delegado estatal de la SEP Víctor Guerrero y Mario Holguín de la SEMS
para que frenaran el abusivo desatino.
Como
es sabido el CBTIS es una institución que ha venido decayendo desde su
llegada a la dirección y se supone fue el mismo Subsecretario de
Educación Media Superior Gerardo Tuirán, quien le pidió la bola y la
mandó a la banca. Y nada más como dato adicional tenemos que de un cupo
de 600 alumnos de primer ingreso, y al que el Ceneval le había asignado
362 y finalmente quedaron inscritos 252 debido a la rapacidad de la
ilegal medida, lo que significó una baja en la matrícula en el semestre
que corre, todo debido a la mala imagen que ha contribuido a alimentar
la exdirectora con sus múltiples metidas de pata, y que le ha costado a
la institución que de 2010 a 2012 de 1800 alumnos haya resentido una
disminución de casi 400 alumnos, cuando antaño era una de las escuelas
más procuradas por los egresados de secundaria.
Se
debe recordar que un bochornoso episodio que amerita ser investigado es
el de la compra de las lámparas para el plantel, las cuales por ser
marca “patito” han acarreado un sinnúmero de riesgos para el alumnado al
incendiarse algunas de ellas en varios salones e incluso en la
biblioteca, tal como constan en los partes del Cuerpo Bomberos
Voluntarios y de Protección Civil en el municipio y en donde se
sospechan malos manejos en su adquisición y negligencia de la dirección
al no hacer valer las garantías respectivas y la desatención de quien
fuera el encargado de su mantenimiento, su incondicional de Sergio
Romero, a quien hasta de chofer le sirve.
En
la rebatinga de los dineros de los padres de familia, se supone que
está metida la “garra” de Magaly, de ahí sus intentos desesperados por
agenciarse la mayor bolsa a sabiendas de que estaba fuera de la escuela.
Trabajos
mal hechos e innecesarios, como el que hacía Marte Rodríguez, dizque
encargado de dar mantenimiento al equipo de cómputo por el que cobraba
una fortuna, facturas apócrifas, uso de membretes de negocios fantasmas
y de pura casualidad todos de Ciudad Obregón, empresas exclusivas como
la de accesorios para graduación, cobro de textos y guías de estudio
nunca entregados o de programas tampoco prestados como el Galileo o la
certificación de Microsoft, autorización para que la policía allanara
las instalaciones escolares, exigencia de un uniforme no obligatorio,
abandono de las instalaciones de la escuela la cual aparece como sucia y
antihigiénica, maltratos al personal, alumnos y a padres de familia,
promoción de una función de cine usando el nombre de la escuela y de los
padres de familia, etc. fueron la tónica durante su malograda gestión.
Tiempos traen tiempos
Cuando
viento corría a su favor se rodeó de gentes como María del Pilar
Aguilar, Ricardo El Capulina Rodríguez, Karina Fimbres, Gladys de
Montoya y Nadia Perea, a quienes cooptó con ofrecimiento de prebendas o
chamba en la escuela con el objetivo de socavar la unidad de los padres
de familia y otro tanto hizo al agenciarse la fidelidad de empleados
como Elizabeth Maytorena de la Cruz, Olga Luz Cirerol García, Oneyda
Rafaela Sotelo Tam, Myriam del Rosario Ramos Ruiz, Maritza Guzmán, René
Fabián Cácerez, Sergio Romero, Germán Santamarina, Aarón Luna y Javier
Domínquez Salas, que ante su entregada actitud andan con la cola entre
las patas e incluso trató de minar al grupo de maestros y trabajadores
opositores al buscar quebrarlos al empujar vía el profesor Andrés Osuna
Molina a la diputada local suplente Eva Languré, una estudiante de sexto
semestre de derecho de la UNIDEP, quien sin más buscó de ponerlos de
tapete entregándolos en canal ante Salvador Castro en reunión celebrada
entre ambos en el Sanborns de Hermosillo en donde ofreció total
colaboracionismo con la Arreola.
Ahora,
tanto Castro como el nuevo director general de DGETI Alfonso Morán
Moguel, quien fue llevado al baile sin comprar boleto, se encuentran al
borde del desacato y de ser encausados penalmente por violentar una
suspensión otorgada por un juez federal en el juicio de amparo
expediente número 1989/2013 interpuesto por Horacio Osuna Pérez y Juan
Roberto Mendoza Magdaleno ante el Juez Tercero de Distrito en el estado y
al que ya se acumularon en iguales circunstancias los juicios
interpuestos por Severa Contreras Guerra, Elvia Guadalupe Mendoza
Magdaleno, Francisco Guadalupe Miranda y Leticia Zuloaga Hernández. Nada
más por eso ya Magaly resultaba insostenible para las autoridades de
DGETI y tuvieron que darle el adiós y quien no anda nada bien, pues se
sabe que gestionó hace días ante el ISSSTE local se le expidiera un
certificado de embarazo, quien sabe con qué insanas intenciones.
Todos pierden
Tiene
razón la apreciación de la periodista Agueda Barojas, externada en su
programa “Hablemos claro” cuando dijo que con Magaly Arreola no nada más
salió perdiendo el CBTIS, sino Guaymas mismo, pues dañó una institución
de gran prestigio en la comunidad y de la que han egresado buen número
de porteños, hoy de peso importante en la comunidad y en su profesión.
Por
eso no se vale que las autoridades educativas vean las escuelas como
mero botín o comercio y a los millones de alumnos del sistema educativo y
sus padres como consumidores, cuando la educación es un servicio
público vital, motivo por el cual hemos pronosticado que de proseguir
tal actitud así como la famosa descentralización educativa impulsada en
el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, trajo más perjuicios que
beneficios, la reforma educativa de Peña Nieto, nunca llegará a las
aulas, como nunca llegó la de Justo Sierra impulsada durante el
Porfiriato.
Así de sencillo, lo demás es pura propaganda oficialista de un Estado cada vez más fallido.
(EL PORTAL DE LA NOTICIA/Agueda Barojas Ontiveros /Miércoles, 20 de Noviembre de 2013 19:59)
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