jueves, 4 de julio de 2013

POR UN "ACOSTÓN" SON 200 PESOS

 La necesidad me trajo aquí, lo único que tengo es la primaria, estuve antes en una cocina, pero me negreaban.









 Wilbert Albert
Ana Luisa está parada en una esquina de las calles Pedro Fuentes y Primavera, en la colonia Centro, muy cerca del mercado Pino Suárez, considerado uno de los puntos tradicionales de prostitución callejera en Tabasco.
 
Junto a ella se encuentra Laura -a quien le dicen "La Silenciosa"-, Yuridia y Carmen, todas, dueñas de esa banqueta donde se reagrupan por varias horas al día.
 
Visten faldas cortas y de colores fuertes, combinadas con sus blusas de tirantes, además, cada una trae bolsos grandes, los cuales mueven al ritmo de un columpio.
 
Comentan por separado que ahí pueden meter papel de baño, preservativos, cremas, pinturas labiales, peines, desodorantes, espejos e identificaciones, así como una tarjeta que les da la Secretaría de Salud.
 
Sábado. Son casi las diez de la mañana.
 
Las miradas de las sexoservidoras se clavan en los hombres que pasan por esa minúscula parte de la ciudad. La edad del varón no importa.
 
Lo que interesa es sacar el día, por lo menos meter al final de la jornada entre ese bolso negro, café o azul, unos 400 pesos.
 
Ana Luisa cuenta que vive en la ranchería El Espino, que tiene dos hijos que mantener, pues su pareja la abandonó desde hace dos años.
 
"La necesidad me trajo aquí, lo único que tengo es la primaria, estuve antes en una cocina, pero me negreaban mucho, porque el horario era de seis a ocho de la noche sin descanso", menciona.
 
"Un día mi madre me amenazó de que ya no podía cuidar a los niños, que mejor buscara otro empleo de menos tiempo, porque ese me estaba quintando la vida".
 
"Yo sabía de una prima que trabajaba en esto, y dónde se paraba, porque varias veces la vi cuando iba al mercado con el que era mi marido, pero jamás me imaginé que ahora estaría caminando de un lugar a otro… esperando un cliente".
 
Y es que su prima le dijo: con tres acostones podrás sacar un poco más de 600 pesos en un día.
 
Como buen fin de semana el tránsito es pesado, las combis que van a las comunidades por ese lugar crean mucho movimiento, hombres y más hombres pasan buscando ser atrapados, hasta que uno de ellos se estaciona con Ana Luisa.
 
"Te cobro 200 pesos, a parte el cuarto que son 100, tú arriba y yo abajo, yo doy el condón, y es hora y media… pero si nos ponemos de acuerdo allá adentro, hasta puede ser más tiempo y otras posiciones…".
 
El tipo, quien viste una playera azul intenso y pantalón de mezclilla, después de escuchar la oferta la sigue, y entran al pequeño hotel.
 
Son ya las once y media de la mañana, el sábado está nublado, para ella es el primer cliente, mientras sus otras compañeras siguen masticando chicle, buscando entre sus bolsos un espejo… buscando con sus miradas un cliente… para llevarse por lo menos 200 pesos en ese día.
 
(TABASCO HOY / Wilbert Albert / 04 de Julio 2013)

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