Intereses
políticos interfieren en el abasto del líquido
Ramón Cota
Meza / Dossier Politico
Basta un dato para
inferir motivaciones ocultas de los inconformes de Cajeme con el Acueducto
Independencia: el volumen de agua trasvasada de la presa El Novillo al ducto
equivale al 2.25% del escurrimiento anual promedio del río Yaqui, más o menos
el mismo porcentaje que el río desfoga al Golfo de California cada año. El
trasvase no mermará la agricultura de este fértil e inmenso valle. ¿Cuáles son
las causas del conflicto? He aquí la historia:
La oposición a la
obra empezó antes de que el gobernador Guillermo Padrés Elías hiciera el
anuncio oficial de su construcción en junio de 2010. Tres meses antes,
Adalberto Rosas López, miembro fundador del “Movimiento Ciudadano por el Agua”,
había propalado el infundio de que la construcción escondía la intención de
“privatizar la administración del agua a favor de Carlos Slim” (Dossier
Político, 16/03/10).
Cuando los enviados
de Padrés Elías y finalmente Padrés mismo llegó a negociar con los
agricultores, la inquina ya estaba sembrada en un terreno abonado por décadas
de resentimiento político con los políticos de la capital, Hermosillo, por
considerar que éstos acaparan los recursos públicos en perjuicio de Ciudad
Obregón, cabecera municipal de Cajeme. La rivalidad de algunos cajemenses
notorios con políticos y empresarios de Hermosillo ha engendrado odios rancios
que ahora se mezclan con ambiciones políticas y económicas.
La oferta de Padrés
Padrés ofreció a los
agricultores y ejidatarios de Cajeme pagar el consumo de agua doméstica de
todos los cajemenses por vida, 500 millones de pesos para rehabilitar los
canales del distrito de riego, pagarles cada cosecha al doble y bonificarles 10
mil pesos por hectárea regada cada año (no especificó por cuánto tiempo). La
oferta fue rechazad y Padrés fue advertido de que ellos, los agricultores, ya
habían “tumbado a otro gobernador” (Vanguardia, 20/03/13).
Entonces Padrés
tronó y denunció a Ricardo y Rodrigo Robinson Bours (hermanos del ex gobernador
del mismo apellido), al alcalde Rogelio Díaz Brown y a los ejidatarios
ricachones Juan Leyva Mendívil y Aquiles Souque Brito como los instigadores de
la oposición. Reveló también que los administradores del distrito de riego
(encabezados por Leyva Mendívil y Souque Brito) cobran seis millones de pesos
al año solo por conducir el agua de uso doméstico de Cajeme.
El alcalde priísta
Díaz Brown, electo hace un año con 63% de los votos, ha llamado a “Detener el
robo de agua de la presa El Novillo… O nos quedamos cruzados de brazos o damos
la pelea hasta el último aliento” (@rogeliodbr). Díaz Brown fue distinguido en
marzo pasado como uno de los mejores alcaldes de México por la Federación
Nacional de Municipios (del PRI) a solo siete meses de gestión y sin haber
mostrado su capacidad todavía, lo que ha suscitado la sospecha de que el
partido lo perfila como su próximo candidato a gobernador.
LA CRISIS DE AGUA
Hermosillo vive una
crisis de agua desde 1996. Desde entonces se han intentado paliativos que han
terminado por aumentar la escasez. La presa Abelardo L. Rodríguez, que
abastecía a la ciudad con agua del río Sonora, está completamente seca ahora.
Una avioneta aterrizó de emergencia en el vaso a fines de abril pasado. Otras
tres presas construidas en la misma cuenca en los últimos años están casi
secas. Solo queda el agua de los pozos, en proceso de agotamiento y
salinización. La Universidad de Sonora experimenta cultivos tolerantes a la sal
en la Costa de Hermosillo.
La idea de llevar
agua a la capital desde El Novillo ya había sido considerada por los gobiernos
de Manlio Fabio Beltrones (1991-1997) y Eduardo Robinson Bours (2003-2009). El
gobernador intermedio, Armando López Nogales, propuso desalar agua de mar pero
fue tajantemente rechazado por el PAN bajo la sospecha de que el proyecto
escondía el propósito de hacer grandes negocios privados, así que los
paliativos continuaron.
La crisis de agua se
ha agravado por el acelerado crecimiento y la industrialización de la ciudad.
Esta transformación ha ido acompañada de grandes obras de infraestructura y una
retórica política grandilocuente que han atizado el resentimiento de los
agricultores de Cajeme con la capital. La evidencia de obras mal planeadas y
más costosas que lo calculado han fomentado la sospecha de que Padrés y aliados
se sirven con la cuchara gorda de la corrupción. El estilo bronco del
gobernador atiza la irritación hasta de sus aliados en el conflicto.
La tensión se puso
álgida en ocasión de la Serie de Beisbol del Caribe hace seis meses, cuando
Hermosillo se vio invadido por aficionados cajemenses que fueron a apoyar a su
equipo, Yaquis de Obregón. ¡Tuvimos que venir a inaugurarles su estadio!, exclamaban,
y los aficionados hermosillenses respondían: ¡Nosotros les quitamos el agua! El
gobernador Padrés decidió que era mejor no aparecer en el flamante estadio ni
por casualidad.
LA QUERELLA DE LOS
PUEBLOS YAQUIS
El conflicto por el
agua reactivó la vieja demanda yaqui por cobrar la deuda histórica de agua de
la presa La Angostura, río arriba de El Novillo. La deuda es la siguiente: 50%
del agua de La Angostura corresponde a los yaquis por decreto del presidente
Lázaro Cárdenas, pero el canal de desvío no fue construido sino hasta 1952,
diez años después que la presa empezó a operar.
Además, el canal
solo tiene capacidad para transportar la tercera parte del agua
correspondiente. El volumen restante se desvía hacia el distrito de riego de la
margen izquierda (sur) del río Yaqui, es decir, hacia las tierras de los yoris
(agricultores blancos) y ejidatarios poderosos. El distrito de riego yaqui
tiene 22,500 hectáreas y el distrito yori tiene 225,000 (Alex Valenzuela, Vícam
Switch).
La problemática
agrícola de los pueblos yaquis es muy compleja y se cuece aparte, pero se
traslapa con la agricultura yori. Por diversas causas económicas, técnicas,
políticas y culturales, la mayoría de los yaquis renta sus tierras a los yoris,
quienes a su vez los emplean como jornaleros. La combinación del rentismo con
el trabajo asalariado ha mejorado el ingreso de los yaquis pero ha probado ser
fatal para la cohesión de la tribu.
Las iniciativas del
gobierno federal para rehabilitar la agricultura de los pueblos yaquis han
fracasado por desorganización de la tribu. Un programa de la Comisión Nacional
de Agua de 1994 no se pudo realizar por falta de personal para administrar los
recursos financieros. Un programa de 2003 fracasó a causa de las divisiones
tribales (Derechos, usos y gestión del agua en el territorio yaqui, Gustavo
Luna Escalante, Colson, 2007). Los voceros yaquis del bloqueo carretero no son
autoridades tradicionales y han sido desautorizados por sus gobernadores
(cobanaros).
El amparo de la
Corte a favor de quejosos yaquis ordena respetar su derecho de audiencia
respecto de la deuda histórica de agua, pero no tiene nada que ver con el
conflicto por el acueducto.
DILEMA POLÍTICO,
PLEITOS DE FAMILIA
El gobernador Padrés
asegura que el presidente Peña Nieto ve el acueducto “con buenos ojos”, pero
éste no se ha pronunciado. Una decisión o declaración suya a favor de la obra
fortalecería al gobierno panista y dañaría la posición de su propio partido en
la entidad, muy comprometido en su postura contra Padrés, quien es visto como
un adversario peligroso.
Los números de las victorias electorales de
Padrés son elocuentes: en 1997 ganó una diputación local con 61% de los votos;
en 2000 ganó una diputación federal con 50.3%; en 2006 ganó un escaño en el
Senado con 44.3%, pero ganó la gubernatura con solo 40 mil votos de diferencia
contra un primo suyo. El PRI le ha ido cerrando la ventaja y quiere detenerlo.
El acueducto ha
dividido a los priístas de Cajeme hasta llegar a los golpes físicos. Se sabe
que el ex gobernador Eduardo Robinson Bours riñó con un hermano suyo y con
Rogelio Díaz Brown, padre del alcalde, a causa de la obra.
“Para que veas que
no somos ningunos agachados y que entiendas que tú ya no eres nadie”, habría
dicho Díaz Brown a Robinson Bours, después de darle una golpiza en el
restaurante “El Bronco” (Marquesina Política (25/10/11). En la política
sonorense todo se cuece en familia.
(DOSSIER
POLÍTICO/ Ramón Cota Meza / 2013-07-19)
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