Contra tabúes religiosos, inseguridades personales y el
pensamiento monogámico de la sociedad, las personas buscan prácticas más
satisfactorias que refuercen el placer, la emoción y el amor, a través
de un entendimiento distinto de la fidelidad, el respeto por la pareja y
los celos.
Susana Opra
“Mucha gente dice que es imposible enamorarse de dos personas a la
vez, pero es el equivalente a decir que no puedes querer a dos hijos a
la vez —subraya Manuel Turrent, terapeuta de pareja especializado en
divorcio y autor de varios libros sobre estos temas—. Siguiendo esta
lógica, puedes amar a más de una persona”. Él experimentó el poliamor en
una etapa de su vida (después de divorciarse) y habla abiertamente
sobre los nuevos modelos amorosos que han aparecido en las sociedades
contemporáneas como respuesta al fracaso que en buena medida representa
el modelo monógamo convencional (25 por ciento de hombres y 15 por
ciento de mujeres confiesan haber sido sexualmente infieles, y hasta 45
por ciento declara haberlo sido “emocionalmente”).
El poliamor surgió como una corriente sociológica en la década de los
noventa, aunque tiene raíces desde mucho antes. Es un acto subversivo
por excelencia que desafía el pensamiento monolítico de la sociedad, una
experiencia de liberación de viejos modelos, pero, a pesar de todo,
incluso la gente que lo ha experimentado lo mantiene oculto. “Entre más
conservadora y machista sea una sociedad, como es el caso de México, más
se va a imponer un solo modelo —expresa Turrent, quien también es
fundador de la revista Singular, la única en México dirigida a
solteros y divorciados—. Y no es que uno sea mejor que el otro, pero
quienes imponen el modelo único de la monogamia no aceptan que haya
otros esquemas. Lo más importante del poliamor es que sea consensuado, y
aquí ya no existe la infidelidad, porque se sustituye por la aceptación
de los deseos propios y los de la pareja, y por la confianza y la
lealtad mutua”.
Otros signos que indican el carácter libertario del poliamor son el
empoderamiento de la mujer y la igualdad entre ambos sexos, la apertura
en lugar de la secrecía, la voluntad en lugar de la coerción, el honrar
los acuerdos en lugar de violarlos (por ser impracticables), y algunos
más. Hay parejas poliamorosas que ponen reglas de no enterarse de lo que
hace la otra persona. Otras quieren saber. Unas más practican el
poliamor sólo cuando viajan. Aunque el objetivo es crear vínculos, como
su nombre lo indica, así que si se trata de relaciones ocasionales,
estamos hablando de algo diferente.
EN CARNE PROPIA
Una pareja puede tener muchos años de casada y llevarse muy bien,
pero sexualmente no. La solución estaría en el divorcio, en olvidarse
del sexo por el resto de la vida (descartado) o hacer un acuerdo de
seguir compartiendo la riqueza familiar y el apoyo mutuo que les da su
relación, pero con la oportunidad de tener parejas sexuales y amorosas
por fuera. Manuel Turrent cuenta su propia experiencia: hace unos años, y
después de haber leído algunos libros sobre el tema, le propuso a su
pareja experimentar este modelo. Su primera reacción fue de rechazo pero
entonces le dio a leer varios libros sobre el tema y dejó que pasara un
tiempo, y ella finalmente accedió.
¿CÓMO LO LLEVARON A CABO?
Pusimos una regla clara: no nos íbamos a contar nada. Si nos
enterábamos estaba bien, y si preguntábamos teníamos que responder. Así
que teníamos que ser cuidadosos de lo que preguntábamos. Cuando conocí a
otra mujer le dije que tenía pareja pero que quería experimentar con
ella también. Me dijo que estaba loco y que se sentía mal de ser “la
segunda”. Platicamos que no había segundas ni primeras, ni segundos ni
primeros, y accedió, aunque después me di cuenta de que había aceptado
porque quería estar conmigo, no porque estuviera convencida del
poliamor. Pero yo sí tenía conciencia de lo que estaba haciendo, iba por
un modelo que en esa etapa de mi vida pensaba que era la solución. Así
que seguí adelante.
¿QUÉ PASÓ CON TU PAREJA ORIGINAL?
Cuando le dije que yo ya andaba con otra me llevé una sorpresa,
porque ella ya estaba saliendo con dos personas. Me sorprendí de no
experimentar celos, y empecé a buscar una tercera pareja. Conseguí una
tercera pareja, que fue relativamente fácil porque ella ya había leído
libros al respecto y salía con otro en ese momento (y después todavía se
consiguió otra relación).
PARECE QUE FUE MUY FÁCIL CONSEGUIR LAS PAREJAS, Hay
ámbitos en los que se valora la honestidad. Es importante que sea un
medio de gente que tenga información sobre estos temas.
¿CUÁNTO TIEMPO DURÓ?
Casi dos años, yo llegué a estar enamorado de las tres.
¿HABÍA UNA DE LA QUE ESTUVIERAS MÁS ENAMORADO?
Era muy parejo, aunque sí había una con la que tenía más afinidad.
¿HABÍA ALGUIEN QUE SE SINTIERA EN DESVENTAJA AMOROSA?
No, porque todo era muy transparente, incluso con la pareja con la
que empecé, que al principio no quería experimentar esto, se sentía muy
libre y muy bien.
¿NO SENTÍAN CELOS?
Yo no experimenté celos, pero mi pareja base sí empezó a sentirlos de
la tercera pareja, porque acabó enterándose quién era. Pero antes de
eso todos nos sentíamos bien; fue una etapa que yo le llamo “la luna de
miel del modelo”. Después pasó algo con la segunda de mis parejas: no se
dedicó a conseguir a alguien más porque ella tenía el reto personal de
conquistarme para dejar a las otras (luego me lo confesó). Ahí sí hubo
una situación de desventaja: de haberlo sabido lo hubiera detenido, pero
ella no me dijo nada en ese momento. Ella sabía que yo tenía a otras
dos y terminó por preguntarme quiénes eran, y como conocía a una de
ellas, prefirió salirse. Fue la única que salió un poco lastimada y fue
porque ella quería otro modelo.
Después de eso sucedió algo que me afectó mucho: cuando supe quién
era el que salía con mi pareja original, sentí unos celos terribles. Ahí
aprendí mucho sobre el mecanismo humano: mientras tienes una ilusión de
control, en el sentido de no saber mucho, se puede disfrutar, pero en
el momento en que sabes quiénes son los otros, entra la inseguridad. Eso
sí, te puedo decir que la pasión llega a niveles altísimos: es una de
las características del poliamor. La parte sexual es muy buena y la
parte amorosa es muy pasional. Pero en el momento que se rebasa la línea
y no se puede con los celos, se rompe el esquema.
ASÍ QUE SÍ EXPERIMENTASTE CELOS.
Sí. Tuve celos fuera de control. Fue muy doloroso para mí y me salí
del esquema. Pero los rompimientos amorosos son dolorosos, sean
monógamos o no: siempre duelen. Y siempre suceden. Y los celos siempre
son celos, sean monógamos o no. Yo había tenido la suerte de no
sentirlos, pero hay un terapeuta que dice que quien no ha sentido celos
es porque siempre ha estado en una relación de poder en sus relaciones.
Bueno, en mi caso esto es lo que tuve que aprender.
¿Y A ELLAS CÓMO LES FUE CON LOS CELOS?
Dos de las mujeres que estuvieron en esta relación nunca sintieron
celos. Fuimos solo dos los perjudicados. Lo importante es qué hacer con
esos celos. Yo me mordí la lengua y le dije a mi pareja base que no
podía con eso, y me dijo que era parte del trato. Tenía razón, pero de
todos modos me salí, era muy fuerte la sensación. Después supe que ella
también se salió y ahora somos buenos amigos. Con dos de ellas tengo una
relación de amistad y platicamos de esa época. Con la segunda pareja,
la que se salió antes, también guardo una relación de amistad, aunque no
nos vemos tan seguido.
¿QUÉ PLATICAN SOBRE ESO?
Los tres coincidimos en que fue una etapa muy intensa, y no nos
arrepentimos. Nos parece una experiencia inolvidable que quedará para
siempre como algo que nos permitió entender desde otra perspectiva lo
que son las relaciones humanas.
¿HAS HABLADO CON TUS HIJOS DE ESTO?
Sí, durante este periodo lo hice. Ellos estaban en plena adolescencia
y pensaban que su papá había enloquecido. Ahora que no estoy en esto y
que son más grandes, me hacen preguntas y ya no lo ven como locura, sino
como un modelo más. Otros familiares me criticaron, pero cuando se
dieron cuenta que no era una perversión sino que tenía verdaderos
fundamentos reales, lo empezaron a respetar.
¿SI TUS HIJOS DECIDIERAN SEGUIR ESTE MODELO CÓMO LO TOMARÍAS?
No tendría ningún problema. Mi hija está por casarse y le hago una
broma: ¿Con quién habrá vivido mi hija que se piensa casar? Me parece
una opción demasiado tradicional. Pero ella vio siempre muchos modelos
distintos y escogió libremente el que más le pareció.
¿LO VOLVERÍAS A HACER?
No quiero decir que no, pero después de eso me tomé un año sabático
en el que no salí con nadie, y después me metí en una relación monógama
que es en la que estoy ahora. Estoy muy a gusto y no creo que entraría
de nuevo en un esquema poliamoroso. Hay etapas y momentos en la vida en
los que uno puede y debe experimentar. Pero repito que se debe ser muy
consciente y cuidadoso, sobre todo con la salud sexual cuando uno entra a
estas relaciones.
*** ***
LA VIDA SWINGER
LA VIDA SWINGER
Distinto al modelo del poliamor, la filosofía swinger no
requiere salir del esquema monógamo. Aquí las parejas se pueden incluso
acercar más y renovar su vida marital al compartir parejas sexuales.
Armando Díaz experimentó durante un tiempo este estilo de vida, incluso
abriendo en Cuernavaca su propio hotel para swingers, antes de
irse a vivir a Cancún. “Se trata de que, teniendo una apertura total con
tu pareja, puedas buscar complacer las fantasías que todos tenemos pero
que muy pocos nos atrevemos a revelar —asegura—. Así se crea una
complicidad tan grande que tu pareja te apoya para que te sientas libre y
puedas realizar esas fantasías”.
DICES QUE A MUCHA GENTE LE DA CURIOSIDAD, PERO NO SE ATREVEN A DECIRLO…
Sí, aquí entran todos los tabúes que nos inculca la sociedad. Aquí el
hombre es el que casi siempre empieza con la curiosidad, pero le cuesta
trabajo sugerírselo a su pareja.
¿Y CUÁL SERÍA LA MEJOR MANERA DE COMPARTIR UNA INQUIETUD ASÍ?
Todo es con base en la confianza y la complicidad. La pareja que no
maneja estos valores no debería nunca de adentrarse en este estilo de
vida.
¿LA MONOGAMIA PUEDE LLEVAR A UN MATRIMONIO A DESUNIRSE CON EL TIEMPO, PERO LA VIDA SWINGER VUELVE A ACERCAR A LAS PAREJAS?
El tema del aburrimiento y la monotonía existe, es verdadero y
absolutamente real. Siempre vas a tener la inquietud de buscar algo
nuevo o diferente, o de ver a tu pareja deseada por otras personas.
PERO ESO TE PUEDE DESENCADENAR CELOS.
Antes que nada está la confianza en ti mismo y en tu pareja. Saber
que no te van a cambiar. Pero además este estilo de vida refuerza estos
valores, pues no hay nada que buscar afuera: todo lo tienes en casa,
incluso variedad de parejas sexuales. Es algo que también compartes con
tu pareja.
Cuanto entras en este mundo sabes con certeza que la unión, la
complicidad y el amor que te une a tu pareja son de tal magnitud que no
está en juego la relación por el hecho de tener otros encuentros
sexuales.
¿CÓMO FUE TU EXPERIENCIA COMO SWINGER?
Mi esposa y yo abrimos el hotel Villa Cleopatra con un concepto de
intercambio de parejas. Durante cinco años manejamos la Villa e hicimos
un grupo nutrido y amistoso. Ahora bien, mi pareja no quiso llegar mucho
más allá y la respeté. Cuando vives esto has de llegar al límite, pero
ese límite no es personal, sino con tu pareja. Yo llegué hasta donde
ella aceptó, sin traspasar, puesto que eso ya podía llegar a dañar la
relación. Yo siempre le dije que lo primero y más importante éramos ella
y yo.
¿Y QUÉ HICISTE CON TUS DESEOS? PORQUE ME IMAGINO QUE UNA VEZ ASUMIDOS, ES DIFÍCIL VOLVER A UNA MONOGAMIA DE CORTE TRADICIONAL.
No es volver a la monogamia: una probadita de este mundo te da para
fantasear mucho tiempo y valorar lo que tienes. Nada se pierde, sino que
se capitaliza. Además de que siempre existe la posibilidad de repetir o
alcanzar algo nuevo. La puerta no se cierra: sólo está emparejada.
¿CREES QUE LA MONOGAMIA SIMPLE Y LLANA ES ALGO DEL PASADO? ¿O ES ALGO UTÓPICO?
Desde mi punto de vista, y con todo respeto, hay gente que vive sin emociones. El estilo de vida swinger
te da una testosterona muy especial. Las mujeres bisexuales son mucho
más asiduas a esto: son más abiertas, más seguras de sí mismas y les
encanta tener encuentros mixtos compartiendo a su hombre. Éste es un
mundo maravilloso hecho para gente audaz, sincera y transparente.
*** ***
ETIQUETA DEL POLIAMOR
Ninguna persona debe ser forzada a practicar el poliamor ni se le
debe de insistir. Tiene que ser una decisión completamente libre. Se
puede establecer que se digan todo o solo si alguien pregunta, pero debe
haber transparencia. Siempre se debe usar condón y practicar la
discreción, porque no todos entienden esto. “Ante todo se debe guardar
el mayor respeto posible por los demás seres humanos involucrados en
este acuerdo amoroso”, enfatiza Manuel Turrent.
No hay comentarios:
Publicar un comentario