lunes, 4 de marzo de 2013

SIGUEN SEMBRANDO CUERPOS EN LOS MOCHIS



Tres nuevos desconocidos aparecen enterrados en un camino de Los Mochis

Luis Fernando Nájera
La draga de brazo largo desenterró tres cuerpos que hasta ahora permanecen con etiqueta mortuoria de desconocidos, al poniente de la ciudad, justo en un predio agrícola, tramo que en su tiempo fue elegido para deshacerse de cadáveres.

Tras el hallazgo, desfilaron familias completas por las planchas de autopsias buscando a sus seres queridos que desaparecieron hace meses, ya sea privados de la libertad por grupos armados de desconocidos o en operativos policiales.

La Procuraduría General de Justicia del Estado tomó muestras de tejidos para las pruebas genéticas, buscando con ello acelerar el proceso de identificación.

Y es que los cuerpos estaban tan descompuestos que los rostros ya no tenían rasgos. Solo eran carne en descomposición, y huesos. Tan putrefactos estaban, que uno de los cuerpos se trozó en dos, por la cintura, cuando la cuchara de acero lo levantó. Eran de estatura regular, sin más señas, porque las carnes ya no daban para apreciar el tono de la piel; tenían tatuajes y cicatrices.

Las carnes revelaron que las tres personas fueron asesinadas con disparos en el pecho, porque las balas dejaron sus agujeros.

Por las condiciones de los cuerpos, estos tenían más de un mes y menos de 60 días de muertos.

No fue el robo el motivo de la triple ejecución, pues uno de los cadáveres tenía 50 pesos en el bolsillo de su pantalón. Además, las ropas eran de marca pirata, y por las condiciones, ya muy usadas.

Vestían de mezclilla, con playeras y sudaderas. Una era roja y la otra entre negra y azul. Uno de ellos portaba un cinturón que como hebilla usaba un abridor. Lo ató al cuero con cinta aislante negra. Uno portaba zapatos entre los estilos mineros y Flexi, el otro tenis. El tercero tenía solo calcetines.

Fueron sacados de un desagüe agrícola. Bayoneta le llaman los que siembran a esa construcción. El sitio se encuentra a medio kilómetro del camino más transitado: la vieja vereda al ejido Compuertas, por el rumbo de la desaparecida zona roja o de tolerancia. El lugar es más bien utilizado por los que siembran alimentos, pero también por los que siembran cadáveres.

Por las condiciones del hallazgo, señalan las primeras investigaciones, después de ser “sembrados” los cuerpos, alguna máquina niveladora o bulldozer los sepultó con maleza y tierra, pero después fueron desenterrados por la draga de brazo largo. El operador se pegó tal susto que en cuanto soltó los cadáveres se bajó despavorido de la máquina, llamó a la Policía y se fue.

Hecho público el desentierro, familiares de Efrén Ulises Valenzuela Muro, Luis Carlos Acosta Muro e Irving Jared Blanco Rodelo, desaparecidos el 31 de enero en las faldas del cerro de La Memoria, presuntamente a manos de la Policía Municipal, acudieron al sitio, con la mala espina de que se tratara de ellos.

Finalmente no fueron, ellos y las familias respiraron aliviadas, aunque la angustia pesa como hormigón armado en sus espaldas.

A la funeraria llegaron también familiares de José Ernesto Espinoza Camacho, un mecánico que en noviembre 12 del 2012 fue privado de la libertad por policías municipales que lo interceptaron en la carretera a Bachomobampo. La camioneta Ford Lobo que conducía nunca fue encontrada. Tampoco resultó ser él, ni ninguno de los dos chicos de Compuertas que ese mismo día fueron levantados.

Francisco López Leal, subprocurador regional de Justicia, dijo que hasta el fin de semana los cuerpos no habían sido reclamados, aunque varias personas han acudido a la funeraria a fin de identificar los restos.

Y para acelerar ese proceso, las muestras ya fueron enviadas a laboratorios genéticos para identificar el ADN, puesto que fue orden del procurador Marco Antonio Higuera Gómez.

Mientras que peritos locales elaboran otras pruebas para determinar la posible identidad. A la par se esculcan en denuncias presentadas por desaparición a fin de obtener datos que concuerden con la vestimenta de los cadáveres y con los tiempos que marcan los cuerpos descompuestos. Hasta el momento no se ha logrado avances en ello.

Los cuerpos se mantendrán algún tiempo prudente, pero después serán sepultados en la fosa común, porque no se pueden exhibir para la identificación, debido al estado de putrefacción.

López Leal dijo que todas las personas que acudan a identificar los restos, tendrán facilidades.

El jefe de la Policía en Ahome, Jesús Carrasco Ruiz, afirmó que hay imposibilidad para identificar los cuerpos localizados en el dren, porque hay decenas de desaparecidos, y no son solo del municipio, sino también de otras demarcaciones.

El alcalde Zenén Aarón Xóchihua Enciso no hizo comentarios en torno al hallazgo de los tres cuerpos, pues sostiene que el municipio es seguro y se puede pasear con tranquilidad.

(RIODOCE.COM.MX/ Luis Fernando Nájera/ marzo 3, 2013)

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