lunes, 4 de marzo de 2013

HUELLAS DEL ATRACO EN EL "GOBIERNO DEL CAMBIO



Confirma la ASF desorden, anarquía y saqueos de recursos públicos en Sinaloa

Alejandro Sicairos
Bastó que la Secretaría de la Función Pública realizara una revisión aleatoria sobre los recursos financieros que la Federación le destinó a Sinaloa en 2011 para que emergiera el caos administrativo que caracteriza al gobierno de Mario López Valdez: pagos sin facturas, remuneraciones a personal inexistente, compras sin la debida licitación, gastos sin comprobar, subejercicios presupuestales… más lo que se acumule.

Las observaciones de la ASF que ponen en duda el adecuado manejo de unos 830 millones de pesos del gasto federalizado de 2011, evidencian a todas las áreas de la administración pública —principalmente seguridad pública, salud y educación— incluso al Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia que dirige la esposa del gobernador, la señora Sofía Carlón de López.

El dictamen de la ASF sobre el rubro Fondo de Aportaciones Múltiples establece que el DIF realizó dos adquisiciones por 372 mil y 181 mil pesos, bajo la modalidad de cotización por escrito, con cargo en los programas Equipamiento ludoteca CADI-CAIC I y Equipamiento ludoteca CADI-CAIC II, que no contaron con la autorización del Comité de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios.

El DIF no informó a la Secretaría de Administración y Finanzas ni a la Unidad de Transparencia y Rendición de Cuentas del Gobierno del Estado de Sinaloa las operaciones que, por excepción a la licitación pública realizó con cargo en el fondo, relativas a cuatro adquisiciones realizadas por 2 millones 133 mil pesos bajo la modalidad de cotización por escrito, y dos adquisiciones por 696 mil pesos bajo la modalidad de concurso por invitación restringida.

Omitió elaborar el Programa Anual de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios correspondiente al ejercicio fiscal de 2011 en donde se identifiquen los programas alimentarios y de asistencia social por financiarse con los recursos del Fondo de Aportaciones Múltiples.

Tampoco elaboró el contrato correspondiente a la adquisición del programa Equipamiento de los centros de rehabilitación por 270 mil pesos, adjudicado bajo la modalidad de cotización por escrito.

La rebatinga en la administración pública estatal es generalizada. Con recomendaciones de la ASF en todos los órdenes para que se investigue y se finquen responsabilidades a funcionarios que resulten responsables, el gobierno de Malova tiene tres meses para justificar y subsanar las irregularidades.

Sin embargo, para el gobernador la situación no es grave. “Solo son observaciones”, respondió a reporteros que la semana pasada lo cuestionaron sobre las irregularidades encontradas en Sinaloa por la ASF.

Y ordenó a sus colaboradores responder a los señalamientos de la ASF “o enfrentar las sanciones” que deriven de la auditoría.

Seguridad: subejercicio y desaseo

En lo correspondiente al Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados, que en 2011 destinó a Sinaloa 203 millones 802 mil pesos, se examinó una muestra de 133 millones 718 mil pesos, que representó el 65.6 por ciento de los recursos transferidos.

La ASF encontró que al 31 de diciembre de 2011 el Gobierno de Sinaloa solo ejerció 119 millones 250 mil pesos, que representaron el 58.5 por ciento de los recursos ministrados, por lo que hubo un subejercicio del 41.5 por ciento, por 84,552.4 miles de pesos.

En cuanto a las consecuencias sociales de las irregularidades encontradas, se resuelve que Sinaloa reportó inoportunidad en el ejercicio de los recursos del FASP, debido a que al 31 de diciembre de 2011 solo había ejercido el 58.5 por ciento del total de los recursos transferidos en el ejercicio 2011, lo que impactó en los objetivos y líneas de acción de los ejes en materia de seguridad pública destinados para salvaguardar la integridad y derechos de las personas, así como preservar la libertad, el orden y la paz pública de la población.

Además detectó pagos improcedentes por 6 millones 131 mil pesos, falta de documentación comprobatoria por 571 mil pesos, bienes adquiridos no autorizados por 1 millón 346 mil. También se ejercieron 4 millones 500 mil pesos para la impartición del curso de “Adiestramiento básico para grupo táctico”, mismo que no contó con la autorización por parte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Establece el órgano fiscalizador que en lo concerniente al FASP, entre otras irregularidades, no se contó con mecanismos de control para asegurar el ejercicio de los recursos dentro del ejercicio fiscal al cual fueron asignados, ni con controles que garantizaran que las órdenes de compra o pedidos por la adquisición de bienes contaran con los requisitos mínimos que señala la normativa. Observa que los recursos del fondo no se administraron en una cuenta bancaria específica.

“La entidad fiscalizada abrió una cuenta bancaria específica para la ministración de los recursos del FASP del ejercicio 2011; sin embargo, los recursos fueron transferidos a una cuenta bancaria ajena al fondo, los cuales después fueron transferidos a una cuenta bancaria denominada pagadora, administrada por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública. Asimismo, en el periodo de mayo a agosto de 2011, fueron incorporados remanentes de otros ejercicios, por lo que los recursos del fondo no fueron administrados en una cuenta bancaria específica”.

En la acción de Transporte Terrestre del proyecto Equipamiento de Personal Policía Preventiva Estatal, se ejercieron 7 millones 791 mil de pesos; y en la acción de Transporte Terrestre del proyecto Equipamiento de Personal Policía Judicial, se ejercieron 14 millones 757 mil pesos. En ambos casos la adquisición se llevó a cabo sin fundar y motivar adecuadamente la excepción a la licitación pública.

Entre las recomendaciones formuladas por la ASF, están las dirigidas a la Unidad de Transparencia y Rendición de Cuentas para que realice las investigaciones pertinentes y, en su caso, inicie el procedimiento administrativo correspondiente, por los actos u omisiones de los servidores públicos que en su gestión no administraron los recursos del fondo en una cuenta bancaria específica, o que en su gestión no ejercieron el cien por ciento de los recursos del fondo en el ejercicio fiscal 2011.

También se insta a la UTRC para que realice las investigaciones pertinentes y, en su caso, inicie el procedimiento administrativo correspondiente, por los actos u omisiones de los servidores públicos que en su gestión realizaron procedimientos de adquisiciones sin fundar ni motivar adecuadamente la excepción a la licitación pública, efectuando pagos improcedentes.

Salud y las áreas cancerígenas

En recursos federales transferidos en 2011 al Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud, Sinaloa recibió 1,676 millones 497 mil pesos. De estos la ASF revisó una muestra de 1,417 millones 606 mil pesos, que representa el 84.6 por ciento.

Entre las debilidades que la ASF localizó en el Sistema de Salud de Sinaloa, sobresalen las siguientes:

No poseen actividades de control que les permitan asegurar que en los pedidos de medicamentos se incorporen cláusulas de penalización y cumplan con los requisitos de la normativa.

La Secretaría de Administración y Finanzas de Sinaloa (SAF) y los SSS utilizaron más de una cuenta bancaria para la recepción y administración de los recursos del fondo.

Los SSS no tienen medidas de control para asegurar que las plazas autorizadas no sean ocupadas por personal que desempeña funciones distintas al perfil de puesto.

No formularon un programa anual de adquisiciones para el ejercicio 2011 que asegurara un abasto suficiente y oportuno para evitar la entrega parcial de los medicamentos prescritos en las recetas médicas a los pacientes.

Los SSS registraron los ingresos del fondo en su sistema contable, sin embargo los rendimientos financieros por 3 millones 557 mil pesos no fueron registrados presupuestalmente.

Reportaron 1,725 millones 865 mil pesos en el documento Ejercicio acumulado por partida al 31 de diciembre de 2011, sin precisar las fuentes de financiamiento; monto que difiere del reportado en la Cuenta de la Hacienda Pública Federal 2011 por 1,676 millones 497 mil pesos, por lo que existe una diferencia de 49 millones 368 mil pesos.

Adjudicaron de manera directa e invitación a cuando menos tres proveedores 44 pedidos por 71 millones 820 mil pesos, de los cuales no emitieron el dictamen que justifique y acredite la excepción a la licitación que funde y motive los criterios de economía, eficacia, eficiencia, imparcialidad, honradez y transparencia que garanticen las mejores condiciones para el Estado.

En la visita al Centro de Distribución se detectó medicamento caduco de diversas unidades médicas por 1 millón 182 mil pesos, sin que se haya iniciado el proceso de destrucción y confinamiento final. Del resultado se advierte su reincidencia toda vez que la misma irregularidad fue observada por la Auditoría Superior de la Federación en la revisión de la Cuenta Pública 2010.

En cuanto a las principales irregularidades que causan un posible daño patrimonial a la hacienda pública federal destacan: 2 millones 932 mil 586 pesos por destinar recursos para el pago de arreglos florales, evento navideño, gastos de carnaval y gastos del sindicato, conceptos no autorizados, así como por 39 millones 157 mil 896 pesos por destinar recursos para el pago de compensaciones, sin contar con la autorización de la Junta de Gobierno.

También se establece posible prejuicio a las finanzas federales por un monto de 25 millones 333 mil 200 pesos el pago de vales de despensa a personal regularizado y estatal sin autorización de la Junta de Gobierno.

La ASF recomienda al Gobierno de Sinaloa implementar en lo subsecuente las acciones necesarias a fin de que los Servicios de Salud de Sinaloa registren presupuestalmente los rendimientos financieros generados en el ejercicio, elaboren un programa anual de adquisiciones y que en las bases de los procesos de licitación pública e invitación restringida de por lo menos tres proveedores se incorpore la especificación de la verificación de la calidad de los bienes, la indicación del periodo de contratación y el modelo de contrato.

Se instruye a la Unidad de Transparencia y Rendición de Cuentas para que realice las investigaciones pertinentes y, en su caso, inicie el procedimiento administrativo correspondiente por los actos u omisiones de los servidores públicos que en su gestión no abrieron una cuenta bancaria específica para la recepción y administración de los recursos del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud.

También contra aquellos que adjudicaron 44 pedidos por 71 millones 820 mil pesos, sin emitir el dictamen que justifique y acredite la excepción a la licitación.

Resuelve la ASF en sus observaciones que en Sinaloa “la atención a la población que no tiene acceso a los servicios de salud estuvo limitada de manera sustancial, toda vez que el servicio de salud y el abastecimiento de medicamentos careció de oportunidad, cobertura y calidad”.

 Educación y malas lecciones

La revisión de la Auditoría Superior de la Federación comprendió la verificación de los recursos del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal, aportados por la Federación durante el año 2011 al estado de Sinaloa, por 7,070 millones 672 mil pesos. La muestra para su examen fue de 6,620 millones 993 mil pesos, que representó el 93.6 por ciento de los recursos transferidos.

Aquí detectó una serie de anormalidades:

Se generaron rendimientos financieros en las cuenta bancaria productiva a cargo de la Secretaría de Administración y Finanzas del Gobierno de Sinaloa, por 8 millones 546 mil pesos, sin embargo, no se transfirieron a los SEPDES.

Existen deficiencias en la actualización de las plantillas del personal, lo que origina la existencia de personal no identificado en los centros de trabajo visitados.

Se pagaron 2 millones 960 mil pesos a 26 trabajadores que estuvieron adscritos en tres centros de trabajo de los que se desconoce su relación con la educación básica o la actualización de docentes; así como 36 millones 544 mil pesos a 298 empleados a quienes se les realizaron pagos posteriores a la clausura de los 56 centros de trabajo donde estuvieron adscritos.

Se realizaron pagos a 6,335 trabajadores, por 103 millones 533 mil pesos, que contaron con cinco categorías que no fueron identificadas en el catálogo de categorías y puestos.

Los SEPDES realizó 9,102 pagos a 117 trabajadores comisionados con goce de sueldo a las diferentes secciones sindicales, por 45 millones 997 mil pesos, cuando las comisiones debieron ser otorgadas sin goce de sueldo.

Los SEPDES realizó 10,240 pagos por concepto de carrera magisterial a 665 trabajadores que no contaron con algún nivel dentro del programa, por 45 millones 87 mil pesos.

Durante las visitas que los auditores de la ASF hicieron a centros de trabajo, no se localizó a 166 trabajadores a los que se les realizaron 11,422 pagos por 30 millones 627 mi pesos.

En las recomendaciones, la ASF instruye al Gobierno de Sinaloa a subsanar estas y otras irregularidades señaladas.

El tamaño del botín

Las irregularidades que detectó la Auditoría Superior de la Federación afectan a los siguientes fondos y presumen un probable daño o perjuicio, o ambos a la Hacienda Pública Federal, por los montos descritos:

Fondo                          Monto afectado

De Aportaciones Múltiples  $241,999.28

De Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos       $17’458,964.48

De Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados   $7’870,111.93

De Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades     $267’163,130.65

Recursos Federales Transferidos a través del Acuerdo de Coordinación celebrado entre la Secretaría de Salud y la Entidad Federativa     $50’320,302.27

Convenio para Coordinar el Establecimiento del Colegio de Bachilleres en el Estado de Sinaloa      $33’342,496.55

De Aportaciones para los Servicios de Salud        $105’987,216.28

De Aportaciones para la Educación Básica y Normal    $354’955,374.27



Llama Morgan a Malova a no desestimar las observaciones de la ASF

La posibilidad de la sospecha

Las observaciones que hace la Auditoría Superior de la Federación, más que ser solo eso, significan la posibilidad de la sospecha porque los gobiernos no han cumplido con la normatividad para el buen manejo de los recursos públicos, señala Rafael Morgan Ríos, ex secretario de la Función Pública.

Entrevistado sobre la postura que asumió el gobernador Mario López Valdez al conocer el resultado de la revisión que la Auditorí͡ Superior de la Federación hizo en Sinaloa a la aplicación de recursos federalizados, las cuales son para el mandatario “solo observaciones, Morgan Ríos recordó que cada vez más los medios de comunicación y los órganos legislativos le dan mayor importancia a los trabajos que realiza la ASF “porque pueden convertirse en causales de responsabilidad y en algunos casos en fuertes sanciones para servidores públicos”.

Opina que el trabajo de la auditoría mayor no solo consiste en hallar las deficiencias sino en recomendar acciones correctivas y, de no atenderse, considera más graves las omisiones señaladas.

“El procedimiento es que la ASF pasa los dictámenes a la Secretaría de la Función Pública o a las unidades de transparencia y rendición de cuentas de los estados, instancias que tienen que hacer su trabajo tratándose de faltas graves”.

Morgan Ríos explica que al estar bien hechas las observaciones se da un cierto plazo a las entidades públicas auditadas para que las expliquen o las justifiquen y de no hacerlo puede existir una acción sancionadora de acuerdo al tamaño del daño ocasionado a los recursos públicos.

Aconseja al gobierno de Mario López Valdez que atienda y aporte pruebas para solventar las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación, ya que ello le permitirá prevenir y corregir probables actos de corrupción que posteriormente se convertirían en un gran problema para Sinaloa.

Además, establece el ex secretario de la Función Pública, las observaciones de la ASF le pueden servir a la Auditoría Superior del Estado para intervenir y empujar para que los recursos públicos federalizados o estatales se utilicen de la manera más correcta posible.

“Las observaciones de la ASF son un mensaje para la Unidad de Transparencia y Rendición de Cuentas del Gobierno de Sinaloa, por lo cual no deben restarle importancia y en cambio sí redoblar esfuerzos para combatir la corrupción e ineficiencia administrativa”, apuntó.

Se trata de que no haya impunidad, puntualizó Morgan Ríos, porque si la hay se incrementarán exponencialmente la corrupción y la ineficiencia.

(RIODOCE.COM.MX/  Alejandro Sicairos/ marzo 3, 2013)          

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