miércoles, 6 de febrero de 2013

UNA DÉCADA NO BASTA



Redacción
El tiempo no se puede medir por los tramos recorridos sino por los que restan por andar. Los retos superados —arduos o fáciles— se van quedando en la alforja de los sueños hechos realidad, pero los nuevos desafíos son, siempre, una provocación por ir más allá en la pelea aún inconclusa de un nuevo periodismo para Sinaloa, como lo planteamos en el origen.

En diez años, aquí apenas nos hemos enseñado a resistir en un  Sinaloa condenado a sufrir los grandes males y esperar por los remedios eficaces que nunca llegan. Una década, dos lustros, ciento veinte meses en que la corrupción, la intolerancia, la ineptitud, el narcotráfico, el atraso y la barbarie se han vuelto una rara amalgama que, lejos de desvanecer, parece extasiar con su tufo negro a políticos y criminales.

El semanario Ríodoce es, en todo caso, un testimonio de perseverancia. Al nacer, el régimen mafioso en turno nos condenó a una vida breve, y aquí estamos. Hoy, un Gobierno que embusteramente tomó como estandartes el cambio y la alternancia, ha decretado sobre nosotros el aislamiento publicitario y eso, este acto de presencia lo confirma, no va a extinguirnos.

A veces hay que detenerse a engrasar los ejes de la carreta de la persistencia. Ofrecemos con sencillez a nuestros tenaces lectores, colaboradores, accionistas, anunciantes y reporteros, privilegiar el autoexamen en el ánimo de resanar en adelante las fisuras que pudo dejar nuestro caminar a paso veloz en la senda del periodismo. Un día barco de papel navegando en las encrespadas aguas de la incomprensión, alguna vez papalote sacudido por los vientos de la intransigencia, hoy queremos ser el alto obligado para empezar a trazar la década que viene.

Sabemos de la exigencia hacia nosotros para que no bajemos la guardia. Conocemos la encomienda para que hagamos de la investigación la piedra angular del periodismo. Somos conscientes de los alcances y límites de nuestras capacidades. Todos los días vemos cómo las convicciones no se llevan bien con las tentaciones tiránicas por el elogio mentiroso a costa de lo que sea.

Una década ha sido de enseñanza sin conceder, ni pretender, títulos de excelencia. Aquí, en Ríodoce, cada jornada trae consigo la fascinación por las cosas redescubiertas. En las letras estructuradas en nuestras páginas queremos decir “libertad”, “independencia”, “legalidad”, “paz” y “progreso”. También somos voz del que no la tiene y por ello a veces balbuceamos “justicia”, “piedad”, “transparencia”, “vida”.

Festejamos diez años. Por cada lector que nos deletrea haremos una fiesta; contra cada vocación autoritaria levantaremos mil trincheras. No han sido en vano los tres mil 650 días desde aquel 3 de febrero de 2003. Ya no digamos más: que digan, por nosotros, las 523 ediciones ininterrumpidas que hoy se cumplen.

Y que nadie nos pregunte si estamos satisfechos. La respuesta es no. Porque una década no basta.


(RIODOCE.COM.MX/Redacción/ febrero 3, 2013)

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