Nada le salió bien a Miguel Ángel Osorio
Chong en la Secretaría de Gobernación, dependencia que dejó el miércoles 10
para buscar un lugar en el Senado. El control político, el aparato de seguridad
del país –bajo su mando, el arsenal de instituciones se quedó en la inercia
burocrática– y los recursos que tuvo durante cinco años (365 mil millones de
pesos) no le alcanzaron para librar a los mexicanos de la inseguridad. Casi 104
mil homicidios dolosos, vergüenzas internacionales como la fuga del Chapo, la
desaparición de 43 normalistas y pleitos con la milicia son parte de su saldo.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).-
Miguel Ángel Osorio Chong encarna el fracaso del gobierno de Enrique Peña Nieto
en devolverle la seguridad a los mexicanos. Más allá de las cifras rojas en
homicidios dolosos y la prevalencia de la delincuencia organizada, el
exsecretario de Gobernación pasó ya como el principal funcionario a quien se le
escapó Joaquín El Chapo Guzmán y que fue incapaz de crear un nuevo modelo
policial para el país, pese a disponer de millonarios recursos y de miles de
hombres bajo su mando.
por Taboola Enlaces Patrocinados .
Honda Accord 2018. Lo que
siempre quisiste.
Honda
La casa de Jennifer Lawrence
no es lo que esperabas
FinanceBlvd
Ellos pensaban que estaban
solos, pero el diputado no sabía que una cámara secreta estaba filmando todo
The Travel Lane
En diciembre de 2012, cuando
Peña Nieto lo llevó a la Secretaría de Gobernación (Segob), se proyectó como un
secretario poderoso con la reinstauración del viejo régimen del PRI, en el que
el titular de esa dependencia tenía el control político y del aparato de
seguridad del país.
Pero sus desencuentros con
los militares, en especial con el secretario de la Defensa Nacional, el general
Salvador Cienfuegos, limitaron desde el inicio del gobierno su capacidad para
cumplir una de las prioridades de la agenda presidencial. Las graves
violaciones a los derechos humanos que involucraron al Ejército y la Marina
dividieron aún más al gabinete de seguridad en el que Osorio tenía gran fuerza,
al menos en el papel.
Además de la política
interior, como secretario de Gobernación controló la Comisión Nacional de
Seguridad (CNS) y a sus 35 mil hombres de la Policía Federal, el Centro de
Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), el Órgano Administrativo
Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS, encargado de las
prisiones federales) y el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP),
responsable de la coordinación con los gobiernos estatales y municipales para
la seguridad en el país.
Más pronto que tarde se
demostró que ese arsenal de instituciones se quedó en la inercia burocrática,
con cambios e improvisaciones como constante, aunque algunos obligados por el
descalabro que representó la fuga del Chapo Guzmán en julio de 2015. Los
resultados de su gestión fueron desastrosos: 103 mil 910 homicidios dolosos en
el país, de acuerdo con las cifras de la propia dependencia que controló
durante cinco años y que no marcan ninguna diferencia respecto del sexenio de
Felipe Calderón.
La primera encomienda de
Osorio era hacer realidad la oferta presidencial de crear una Gendarmería
Nacional, con la que Peña Nieto pretendía retirar a las Fuerzas Armadas de las
labores de seguridad pública en las calles y regresarlas a sus cuarteles.
Fragmento del reportaje especial publicado en Proceso
2150, ya en circulación
(PROCESO/ REPORTAJE ESPECIAL/ JORGE CARRASCO ARAIZAGA/
13 ENERO, 2018)
No hay comentarios:
Publicar un comentario