Cuando se dio cuenta que no
podía continuar en lo que define como "esclavitud social", Fernanda,
quien nació hombre, decidió asumirse como una mujer a sus 28 años, paso que, a
su consideración, tomó de manera tardía pues proviene de una familia cristiana
evangélica.
Fernanda Juárez Velarde,
originaria de Guaymas, comenzó su proceso de transición al género femenino hace
cuatro años y en febrero de este año logro que el gobierno la reconociera
legalmente como una mujer, al concretar su cambio de identidad ante el
Instituto Nacional Electoral (INE).
"El procedimiento no es
tan complicado pero no se te resuelve en un día ni en una semana, puede ser que
te lleve de dos semanas a quizá hasta seis semanas y pueden ser más de dos
citas en lo que te resuelven el procedimiento", compartió
La chica trans, de 32 años,
viajó en diciembre pasado a la Ciudad de México para solicitar su acta de
nacimiento con nombre de mujer ante el Registro Civil, ya que toda su vida,
siendo hombre, había sentido que sus preferencias sexuales, gustos en forma de
vestir, sentimientos e intereses se inclinaban a los del género femenino.
El único requisito que le
requirieron en la dependencia, dijo, fue que comprobara ser residente de la
Ciudad de México, y con apoyo de familiares que radican en el Centro del País,
presentó un comprobante de domicilio y el trámite lo concretó en casi tres
semanas.
Una vez expedida la nueva
acta de nacimiento, regresó a Sonora y la presentó ante el Registro Civil del
Estado, donde le recogieron el documento antiguo y le dieron validez legal al
recién tramitado, con el que acudió al INE para solicitar su identificación
oficial.
"Es un recurso muy
importante para una persona trans, porque aunque no es una garantía, sí nos
brinda un poquito más de seguridad, o sea ya legalmente tenemos el respaldo del
gobierno, validándonos como mujeres políticamente hablando y eso es excelente,
aunque no evita que vaya a sufrir discriminación", manifestó.
Fernanda actualmente es
maestra de universidad, egresada de la Unison de la carrera de Psicología y
está interesada también en modificar la identidad de sus certificados
profesionales como el título y cédula.
Aunque en su familia es bien
recibida y amada por sus padres y dos hermanos mayores, comparte que todavía
pasa por momentos difíciles pues no aceptan su nueva identidad y se dirigen
hacia ella en masculino, como Fernando, nombre que originalmente le dieron sus
padres al nacer.
"Sí es una agresión que
alguien no valide mi identidad, aunque sea mi familia, pero obviamente al ser
mi familia creo que es mi papel de alguna forma entender su postura o sus
motivos, pero no dejo de reconocer que es una agresión hacia mí porque ni
siquiera hacen el intento", lamentó.
Hace dos años, Fernanda
comenzó un tratamiento hormonal para desarrollar de forma natural
características físicas de mujer, el cual le ha permitido desenvolverse mejor
en la sociedad.
"Al principio, la
inestabilidad en las emociones, la sensibilidad, el estar llorando por casi
todo, el magnificar las cosas, el estar todo el tiempo triste, el perder
súbitamente energía y fuerza, el ver como tu cara y tu cuerpo van
cambiando", dijo.
En Sonora, aseveró, aún
existe un gran desconocimiento en el tema, lo que impide que más personas en
esta situación decidan transformar su vida dejando atrás los prejuicios de la
sociedad.
Con información de Uniradio Noticias
(EL
PORTAL DE LA NOTICIA/ AGUEDA BAROJAS / 10 SEPTIEMBRE 2017)
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