Un
agricultor chino demuestra el creciente uso de drones para rociar pesticidas en
una localidad de Poyang, en la parte central de China. Foto/AFP
“Los
drones son la próxima fase en la ofensiva de los carteles de la droga para
burlar el Muro de Donald Trump”, asegura convencido Mike Vigil, el veterano ex
jefe de las operaciones internacionales de la agencia antinarcóticos de Estados
Unidos DEA.
“Por
eso es una estupidez su proyecto para ampliar el Muro. No servirá de nada”,
insiste en una conversación con La Jornada Sin Fronteras.
Vigil,
uno de los mejores conocedores de los carteles de la droga en México, recuerda
que la apuesta por el uso de dones se remonta al año de 2015, cuando un drone
cargado con más de 3 kilos de droga sintética conocida como “crystal”, cayó en
el estacionamiento de un supermercado de la Zona Río en la ciudad de Tijuana,
muy cerca de la frontera con Estados Unidos.
“Desde
entonces, supimos que los carteles estaban experimentando con el uso de drones
para burlar el Muro y transportar droga sin ser detectados por los radares de
la patrulla fronteriza”, añadió.
“Usaban
drones chinos que no son muy caros y son fáciles de transportar y manejar.
Además, resultan mucho más baratos que construir túneles…”, dijo Vigil en
alusión al drone chino de marca
“Spreading Wings 900” que cayó en Tijuana.
Tras
la humillante derrota de su propuesta para financiar la ampliación y el
reforzamiento del Muro fronterizo con México en el presupuesto para el año
fiscal 2017, el presidente Donald Trump se prepara para la batalla decisiva en
2018, cuando intentará arrancar al Congreso los casi 50 mil millones de dólares
que piensa utilizar para completar el blindaje del Muro y contratar a más
agentes de la patrulla fronteriza y de la Oficina de Inmigración y Aduanas
(ICE).
El
objetivo, según prometió Donald Trump a su base electoral, será impedir el paso
de “bad hombres” y “terroristas”. Pero también, cortar de tajo el trasiego de
drogas que hoy es causa de una epidemia de consumo en Estados Unidos,
principalmente de heroína.
“El
problema es que nada de eso servirá. No sólo porque los carteles de la droga
han demostrado ser como un organismo muy eficaz que evoluciona y se ajusta para
seguir con su negocio a través de la frontera”, añadió Vigil.
Sino
porque, además, “el mejor Muro contra el crimen organizado y los carteles de la
droga es la cooperación con México”.
Desafortunadamente,
añade, “ni Donald Trump, ni su secretario de Seguridad Interna, John Kelly, lo
han entendido. Y Trump ha cometido un gran error al insultar a un vecino como
México…”
A
la valoración de Vigil se suman los más recientes reportes de la Oficina de
Rendición de Cuentas del gobierno de EU (GAO) y un informe del Consejo
Americano de Inmigración donde los planes de Donald Trump para garantizar la
seguridad fronteriza están marcados por el oportunismo político y la
improvisación.
A
manera de ejemplo, los expertos de la GAO han advertido que, en las iniciativas
que impulsa la Casa Blanca, no se contemplan suficientes recursos para combatir
uno de los más serios problemas para combatir el tráfico de personas, drogas y
armas.
Es
decir, la red de túneles que se han convertido en uno de los más socorridos
recursos de los carteles de la droga para seguir trasegando su mercancía y para
conseguir armamento de alto poder.
“El
análisis de GAO demostró que, según cifras del Departamento de Seguridad Interna
(DHS), entre los años fiscales 2011 y 2016 el número de túneles descubiertos en
la frontera llego a 67, mientras que la incursión de aviones ultraligeros
superó los 534 incidentes y el número de lanchas rápidas o embarcaciones
recreativas detectadas superó los 309 casos”, sostiene el reporte de GAO.
“El
DHS ha identificado cambios en las tácticas, técnicas y procedimientos de las
organizaciones que representan desafíos nuevos para la seguridad fronteriza”,
advierte el informe elaborado en mayo de este año donde también se hace una
mención al uso de los submarinos para tratar de evitar la vigilancia aérea y
terrestre de la Guardia Costera y la patrulla fronteriza.
Pero
nada relacionado con el uso de drones que, en opinión de Mike Vigil, será la
nueva fase en la lucha por garantizar la seguridad fronteriza con México.
En
la continua lucha para tratar de atajar el flujo de drogas y personas de sur a
norte, y de armas y dinero blanqueado hacia el sur, los carteles de la droga
han recurrido a todo tipo de métodos y estrategias.
Como
por ejemplo, la construcción de túneles, el uso de catapultas, aviones
ultraligeros, submarinos, embarcaciones recreativas y una tupida red de
complicidades entre agentes de inmigración y aduanas (ICE) y la patrulla
fronteriza que se hacen de la vista gorda para seguir permitiendo el negocio de
los carteles y el crimen organizado hacia ambos lados de la frontera.
Precisamente
otro elemento a tomar en cuenta es la contratación “al vapor” de agentes de la
patrulla fronteriza y en la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).
Según
el especialista en seguridad, Joshua Breislatt, la apurada contratación de
agentes de la patrulla fronteriza entre el 2003 y el 2016 –para elevar la cifra
a más de 20 mil efectivos--, ha traído consigo efectos no deseados como un
incremento en los casos de corrupción.
“Los
problemas generados por el reclutamiento apresurado y el estallido en el
crecimiento de la Patrulla Fronteriza entre 2006-2009 obligaron a impulsar
importantes reformas, incluyendo la Ley Anticorrupción de la Corrupción de
2010”, aseguró Breislatt en un reciente reporte para el Consejo de Inmigración.
“Entre
las medidas se incluyen pruebas de polígrafo obligatorias. En muchos casos,
estos exámenes de polígrafo revelaron antecedentes preocupantes de los
solicitantes incluyendo 10 solicitantes
que se cree que tienen vínculos con el crimen organizado que habían recibido
sofisticados entrenamientos sobre cómo derrotar el examen polígrafo”, añadió.
Josiah
Heyman, director del Centro de Estudios Fronterizos e Interamericanos de la
Universidad de El Paso, Texas, reveló en un reciente estudio que "en los
últimos 10 años, casi 200 empleados y trabajadores contratados del Departamento
de Seguridad Interna han cobrado casi 15 millones de dólares en sobornos
mientras se les paga para proteger las fronteras de la nación y hacer cumplir
las leyes de inmigración”.
Los
hallazgos de estos especialistas, sumados a las advertencias de expertos en la
lucha antinarcóticos como Mike Vigil, demuestran así que la estrategia de
seguridad fronteriza que intenta implementar la administración de Donald Trump
no solo es improvisada, sino que sigue levantando muchas críticas y recelos
hacia ambos lados de la frontera.
Los
únicos beneficiarios de este oportunismo disfrazado de interés por la seguridad
fronteriza, seguirán siendo los carteles de la droga y los traficantes de armas
y personas que, como siempre, disponen de recursos ilimitados y complicidades
hacia ambos lados para satisfacer la demanda del principal consumidor de drogas
en todo el mundo y asegurar al mismo tiempo sus ganancias y una capacidad de
fuego capaz de poner en jaque a cualquier Estado.
(LA JORNADA EN ONLINE/ J. JAIME HERNÁNDEZ/23
DE AGOSTO 2017)
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