La organización separatista dio al
gobierno francés una lista de ocho depósitos donde supuestamente hay tres
toneladas de explosivos y 120 armas.
(Foto: Reuters)
La organización separatista
Patria Vasca y Libertad (ETA) inició el proceso de desarme oficial este sábado,
con lo que se pone fin a casi 50 años de violencia que dejaron alrededor de 800
personas muertas.
ETA proporcionó al gobierno
francés una lista de ocho depósitos de armas situados en el sudoeste de
Francia. Ram Mannikalingam, líder de la Comisión Internacional de Verificación
(CIV), señaló: “es un día histórico, estamos desarmando a último grupo armado
que quedaba en Europa”.
Un total de 172 observadores
supervisaron la inspección de los escondites de armamento, en los que
supuestamente hay de tres toneladas de explosivos, 120 armas de fuego, miles de
detonadores y una cantidad indeterminada de munición.
Mientras el ministro del
Interior francés, Matthias Fekl, aseguró que el desarme es “un gran paso”, su
contraparte española, Juan Ignacio Zoido, pidió al grupo independentista que
deje de “montar operaciones mediáticas para disimular su derrota e intentar
sacar un rédito político”.
ETA: UNA HISTORIA ESCRITA CON SANGRE
El grupo armado ETA libró una
campaña violenta por la independencia de siete regiones en España y el suroeste
de Francia que son reclamadas por los vascos como parte de su territorio.
Su primera aparición fue en
1960, como un movimiento de resistencia estudiantil que se oponía a las medidas
del general Franco, quien suprimió la cultura vasca al prohibir su idioma y
encarcelar y torturar a intelectuales.
El grupo se radicalizó luego
de la muerte el dictador y llevó a cabo varios atentados. Entre ellos, el
asesinato del consejero del Partido Popular, Miguel Ángel Blanco, luego de que
el gobierno español se negó a regresar al país vasco a 460 prisioneros que
estaban en cárceles de España.
El asesinato provocó
manifestaciones masivas a lo largo de España para pedir un fin a la violencia.
Los ataques a lo largo de
décadas de enfrentamientos dejaron más de 820 muertos, muchos de ellos miembros
de la Guardia Civil española y políticos que se oponían a la independencia.
Pra reducir el poder de la
organización, el gobierno español prohibió el ala política del movimiento bajo
el argumento de que este sector político estaría inevitablemente vinculado al
ala violenta del movimiento.
En 2008, ETA experimentó dos
duros golpes con la aprehensión de su comandante político Javier Lopez Pena y
seis meses después, el arresto de su líder militar, Garikoitz Aspiazu Rubina.
En 2010, la organización
anunció que no llevaría a cabo más ataques y en 2011 declaró un cese el fuego,
aunque se negó al desarme.
Un punto de quiebre llegó en
2014, tras las detonaciones de explosivos en Madrid. Aunque inicialmente el
Partido Popular responsabilizó a ETA por los atentados, luego se señaló a
grupos islamistas.
El grupo separatista negó
cualquier vínculo con los atentados, pero se cree que en este punto se comenzó
a gestar la decisión de abandonar la violencia como vía para cumplir sus
demandas.
(Con información de El Periódico y BBC)
(ARISTEGUI NOTICIAS/ Redacción AN/ abril
8, 2017 12:31 pm)
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