Los alrededores de Elota no
resultaron ajenos a la violencia que impera en la región, luego que dos grupos
de narcotraficantes se enfrentaran a balazos la mañana del jueves pasado, en el
ejido Buenos Aires.
De acuerdo con reportes
hechos por la Dirección Seguridad Pública de Elota, el encontronazo habría
ocurrido alrededor de las 6 de la mañana, cuando un grupo de gatilleros emboscó
a otro que pasaba por el poblado, desatándose una balacera que duró al menos
una hora y media.
“Mi mujer y mis niños, todos nos
tiramos al suelo porque parecía que se iba a acabar el mundo”, explicó un
residente de ese poblado.
Otros vecinos señalaron que
durante la balacera escucharon no sólo disparos sino también gritos de personas
que posiblemente resultaron heridos, aunque la autoridad de Elota no reportó
muertos ni heridos.
Alrededor de las diez de la
mañana, una persona herida fue llevada al Hospital General de Culiacán, y era
residente de la comunidad Potrerillos, muy cerca de donde ocurrió la balacera.
“Si hubo muertos o heridos
(los pistoleros), se los llevaron; no iban a dejar a sus compañeros heridos”,
comentó un vecino.
En un recorrido que hizo
Ríodoce por el poblado, pudo constatarse la psicosis y el terror entre sus
habitantes, toda vez que se mantuvieron parapetados en sus domicilios, mientras
que negocios como expendios de cerveza, abarrotes, escuelas y centros médicos,
fueron cerrados.
“Y qué otra cosa podíamos
hacer, si aquí nunca había ocurrido nada como eso, por eso todo el pueblo está
encerrado, porque tenemos miedo”, dijo un vecino del poblado que brevemente
accedió a hablar con Ríodoce.
En el lugar donde fue el
enfrentamiento, las cenizas de lo que fue una camioneta blanca Dodge Ram aún
estaban regados en el suelo, bordeados por al menos 150 casquillos de
diferentes calibre.
De la presencia de la
autoridad, nada pudo observarse y el pueblo parecía un sitio abandonado.
Gente allegada a grupos de
pistoleros de Culiacán dijeron que lo que está ocurriendo en el valle de San
Lorenzo y sus alrededores, es el resultado de una guerra que ya se miraba
venir, y que es posible que se incremente en los próximos días, luego que el
clan del Dámaso y la familia Guzmán no hayan logrado acuerdos.
“En Culiacán ha habido
levantones, pero lo peor se va a dejar venir, porque tenemos reportes que gente
de Dámaso se alió con gente de los Carrillo Fuentes, y con los Beltranes, y por
eso creemos que todo esto va a arder”, dijo un pistolero que pertenece a la
fracción de Ismael el Mayo Zambada, y quien solicitó no se revelara su
identidad.
El terror parece haberse
extendido hasta el valle de San Lorenzo, que ese mismo día canceló eventos
escolares en Pueblos Unidos y Estación Obispo, según reveló la encargada de un
abarrote de esa zona.
Hasta el momento, las
autoridades no se han manifestado sobre un plan de contingencia para sofocar la
ola de violencia que impera en la región, aunque el alcalde de Culiacán, Jesús
Valdés, dijo recientemente que enfrentar la inseguridad era competencia del
gobierno federal.
Dámaso López Núñez, “el licenciado”
LA FRACTURA ENTRE IVÁN
ARCHIVALDO Y DÁMASO LÓPEZ
LA
LUCHA POR EL PODER
Dámaso López Núñez el
Licenciado, no es una figura nueva para el gobierno estadunidense, sino que
representa uno de sus principales objetivos según muestran documentos del
Departamento de Justicia de Estados Unidos
(USDOJ) que lo tienen ubicado como un pilar del Cártel de Sinaloa desde
2011, por su fuerte participación en el trasiego de droga.
Quien fuera el brazo derecho
de Joaquín el Chapo Guzmán, le estarían siguiendo la pista desde el 2008, pero
no fue sino hasta noviembre de 2011, que fiscales del USDOJ recibieron toda la
información de la DEA, y del sistema de inteligencia mexicano, para ubicarlo y
seguirle los pasos, aunque hasta el momento no han logrado detenerlo.
Según el expediente
1:11-cr00558-TSE, radicado en una corte federal del Distrito Este de Virginia,
al Licenciado lo siguen por su participación dentro de la organización que en
su momento comandó el Chapo Guzmán, y éste habría sido el jefe de celadores que
lo ayudó a escapar del penal de Puente Grande, en enero de 2001.
Como retribución, el Chapo lo
integró a su grupo delictivo, convirtiéndolo en poco tiempo en su principal
hombre de confianza.
Sería en el 2008 cuando la
Oficina para el Control de Extranjeros (OFAC),lo integró como parte de la red
que lavaba dinero para el capo de Badiraguato, y el Departamento del Tesoro de
ese país aconsejó a sus conciudadanos a no realizar ningún tipo de negocios con
López Núñez.
Eran tiempos en que la red de
Guzmán Loera funcionaba sin restricciones: el Chapo estaba libre, y el
Licenciado mantenía una relación tranquila con Iván Archivaldo y Alfredo
Guzmán, y una ruptura se antojaba casi imposible.
Pero los tiempos cambiaron, y
el Chapo finalmente terminó en prisión y fue extraditado. Luego Iván Archivaldo
el Chapito asumió el control de la fracción de su padre, provocando una ruptura
con la fracción que ya controlaba Dámaso, con quien actualmente mantiene una
guerra por el control del centro de Sinaloa.
El caso contra Dámaso en los
Estados Unidos, aun cuando se encuentra sellado, sí identifica a otros tres
sospechosos únicamente como Daniel García y Raúl Sáenz, así como un individuo a
quien apodan el Gordo, quienes aparentemente forman parte de su principal
anillo de seguridad.
A López Núñez lo acusa el
gobierno estadunidense de traficar al menos cinco kilos de cocaína a Estados
Unidos, lo mismo que lavado de dinero, y asociación delictuosa,
Aun cuando Dámaso es buscado
por el gobierno de Estados Unidos, hasta el momento no aparece entre los más
buscados por la DEA ni por el FBI.
Que su caso se encuentre
sellado sugiere que hay una investigación en su contra, y como muchos otros
casos que son investigados por el gobierno de Estados Unidos, mantendrán todo
el sigilo posible hasta que se le localice y se le arreste.
(RIODOCE/ MIGUEL ÁNGEL VEGA/ 20 FEBRERO,
2017)
No hay comentarios:
Publicar un comentario