JAVIER DUARTE. Penosa detención.
Ratero e hijo de la gran
puta, le gritaron al ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, personas
detenidas por narcotráfico y otros delitos, entre ellos integrantes de la Mara
Salvatrucha, luego de que éste compareció ante un juez en Guatemala, donde fue
detenido a petición del gobierno mexicano, acusado de desvío de recursos y
lavado de dinero.
El ex mandatario priista
salió de su primera audiencia ante el Tribunal Quinto de sentencia penal y al
pasar entre las celdas en las que estaban otros detenidos, fue insultado a
gritos por otros detenidos. “¡Ratero!”, “¡Hijo de la gran puta!”, le dijeron,
cuando el veracruzano iba escoltado por policías de ese país.
Duarte apareció primero
sonriente, luego de ser detenido en un lujoso hotel de Guatemala. Sus gestos
fueron, otra vez, motivo de repudio entre los sectores sociales de México. Pero
ya ante el juez penal y luego exhibido entre otros detenidos, en medio de la
marabunta protagonizada por medios informativos locales y extranjeros, el ex
gobernador apareció serio y cabizbajo.
Versiones extraoficiales
señalan que esta nueva actitud ante las cámaras de televisión y fotográficas
forman parte de una estrategia mediática. Además, Duarte y sus abogados
presentaron un recurso en contra de la solicitud de extradición presentada por
el gobierno mexicano y el proceso de traslado a este país podría tardar meses.
El priista, cercano al
presidente Enrique Peña Nieto, pidió licencia como gobernador de Veracruz, a
dos meses de concluir su mandato. El objetivo fue, dijo ante los medios,
enfrentar las acusaciones de malos manejos y crimen organizado presentados en
su contra.
La licencia fue presentada
para hacerse efectiva el 12 de octubre y hasta el 30 de noviembre, cuando
concluyó su administración, para ‘‘limpiar ante la opinión pública —y aclarar
ante las instituciones de procuración de justicia— mi nombre y el de mi
familia’’.
La solicitud fue aprobada
apenas tres horas después por los legisladores locales y como mandatario
interino fue nombrado Flavino Ríos Alvarado, quien meses después de dejar el
puesto —luego de los comicios en los que resultó triunfador el panista Migue Ángel
Yunes Linares—, fue detenido acusado de facilitar la fuga de Duarte.
“Servir a nuestro entrañable
estado ha sido el mayor privilegio y el más alto honor de mi vida. Agradezco a
la sociedad veracruzana la confianza depositada en mí para el ejercicio de esta
trascendental responsabilidad. Limpiar mi nombre implica también probar de
manera fehaciente, clara y contundente que quienes instrumentaron una
estrategia descalificadora, plagada de mentiras, tienen cuentas con la justicia
que habrán de pagar”, dijo el ex mandatario, hoy sometido a juicio de
extradición y a proceso penal.
BÚSQUEDA Y CAPTURA
Javier Duarte fue detenido a
mediados de abril en Guatemala. Ahora, las autoridades de México deberán
enfrentar y ganar dos juicios: el primero es el de extradición para que pueda
ser trasladado a México, y el segundo es un juicio oral ya en el país, para que
reciba una sentencia por los delitos presuntamente cometidos y que son
delincuencia organizada y lavado de dinero.
A estas acusaciones se sumó
una de carácter local, del gobierno de Veracruz, por la cual ya se giró una
nueva orden de aprehensión: el desvío de alrededor de 2 mil 300 millones de
pesos del Seguro Popular.
De acuerdo con autoridades
que tienen conocimiento del caso, el uso ilegal de recursos del Seguro Popular
por el cual se consignó a Duarte forma parte del mismo expediente por el que ya
está encarcelado Mauricio Audirac, exsecretario de Finanzas de Veracruz, y por
el cual también se procedió en contra del diputado federal Antonio Tarek, quien enfrenta un proceso de desafuero.
Los investigadores de la
Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos por Servidores Públicos de la
Fiscalía de Veracruz documentaron que en 2014 altos funcionarios del gobierno
de Duarte ordenaron —desde la Secretaría de Finanzas— un desvío sistemático de
recursos que se encontraban en cuentas del Seguro Popular para transferirlo en
una cuenta bancaria concentradora.
“Los recursos se traspasaron
a una cuenta del banco Banorte a nombre del gobierno del estado de Veracruz,
cuando originalmente se debieron ejercer en programas sociales como los de la
estrategia Seguro Popular”, indica la indagatoria de la Fiscalía, de acuerdo
con una publicación del sitio Animal Político.
De estas transferencias
existen evidencias. La Fiscalía tiene diversos oficios girados entre noviembre
y diciembre de 2014 en los cuales el entonces secretario de Finanzas, Mauricio
Audirac, ordenó al Director General de Régimen Estatal de Protección Social en
Salud de Veracruz, Leonel Bustos, los traspasos.
Todos esos movimientos fueron
del conocimiento de Javier Duarte, como los documentos lo señalan. La Fiscalía
concluye que el exgobernador es quien habría ordenado toda esta operación a sus
subordinados, pues resulta poco probable que actuaran por su cuenta.
Ahora, además de los juicios
de carácter penal, Duarte enfrenta el juicio de la sociedad mexicana, ya que
durante su mandato se cometieron diferentes delitos, entre ellos el asesinato
de una veintena de periodistas, tres comunicadores desaparecidos, y un repunte
en la tasa de homicidios, que alcanzó 15.5 por cada 100 mil habitantes en el
2016, es decir un aumento del 158 por ciento durante su gestión.
(RIODOCE/ REDACCION/ 24 abril, 2017)
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