FOTOS: Enrique Botello
Un terreno invadido por el ayuntamiento
desde hace 18 años al abogado Rodolfo Martínez Reyes, donde edificaron la
unidad deportiva, vialidades, campos, comandancia y centro comunitario,
mantiene un litigio mientras cae en el abandono
El gobierno municipal de
Ensenada mantiene una deuda millonaria con un particular que vendió un predio
de dos hectáreas al ayuntamiento priista de Daniel Quintero Peña para la
construcción de la Unidad Deportiva Siglo XXI del fraccionamiento Villa Bonita,
pero el problema fue al invadir 9 mil metros más de lo proyectado.
Han pasado más de 18 años y
ninguno de los cinco gobiernos que ha habido en ese lapso, ha logrado un
acuerdo para pagar el excedente del terreno invadido al abogado Rodolfo
Martínez Reyes, donde edificaron la unidad deportiva, vialidades, campos,
estación de Policía y un centro comunitario.
“No voy a ganar dinero (con
la demanda) a estas alturas, a mi edad, el terreno no se lo daré a nadie más
que no sean mis hijos o nietos. Por qué se lo tengo que dar gratis al
gobierno”, cuestionó Martínez desde su escritorio en el despacho.
La unidad se encuentra en la
zona suroeste de la ciudad, que hasta hace unos diez años era considerada un
área marginal, pero el desarrollo e infraestructura desarrollada permitieron el
crecimiento habitacional con viviendas de interés social.
El expediente con número
513/2016 está en un Juzgado Mixto con sede en la delegación de San Quintín, la
última resolución del juez se dio el 17 de marzo de 2017, donde ordena la
“liquidación de intereses pactados, liquidación de actualización y liquidación
de intereses legales”.
Aunque el abogado se abstuvo
de revelar la cantidad, información extraoficial la estima en más de 80
millones de pesos.
Cada año el Órgano de
Fiscalización Superior del Estado de Baja California, le recuerda a la
autoridad local que hay un asunto pendiente con la unidad deportiva, pero esa
observación no ha tenido efecto.
La unidad no tiene futuro;
son casi tres hectáreas que por no ser del dominio público, no pueden gozar de
partidas económicas federales ni estatales para el mantenimiento.
PARA EL JURÍDICO ES DEUDA SALDADA
Con total desconocimiento del
caso, el recién nombrado director jurídico del ayuntamiento, José de las
Fuentes Lara, narró su versión a ZETA, de que es un tema añejo que se solucionó
en 1999, con el pago inmediato.
— ¿Entonces está pagado ese
terreno de la Unidad Deportiva Siglo XXI?, se le planteó.
“Sí, esa fue una operación de
compraventa de un predio de 20 mil metros cuadrados que compró el municipio en
el 99, para construir la Unidad Deportiva Siglo XXI.
Esa operación se pagó en el
mismo año, en el mismo 99, por 20 millones de pesos”, respondió sin titubear ni
hablar más del asunto.
Por otro lado, durante el
gobierno municipal de Enrique Pelayo Torres en 2011, el regidor Alfonso
Blancanfort Camarena, coordinador de dicha Comisión, presentó el dictamen
013/2011, relativo a la solicitud respecto a un contrato de permuta
correspondiente a tres fracciones adquiridas por el Fideicomiso para el
Desarrollo Urbano de Ensenada (FIDUE), con superficie de 30 mil 479.683 metros
cuadrados, actualmente ocupadas por la Unidad Deportiva Siglo XXI, a permutarse
por dos fracciones propiedad del Ayuntamiento de Ensenada ubicadas en la
colonia Popular 89, Segunda Sección.
Al parecer dicho acuerdo no
se publicó en el Periódico Oficial y, por lo tanto, el trabajo realizado perdió
validez.
FRAUDE POPULISTA
La unidad deportiva inicia
por el Bulevar Estancia hasta La Turquesa, de ahí pasa a Avenida Esmeralda por
las calles A y B, hasta Insurgentes,
punto donde confluyen asentamientos irregulares y distintas colonias
consideradas de pobreza extrema como La Esperanza, Morelos II, y otras menos
conflictivas como Villa Bonita y Granjas del Gallo.
Liliana Talamantes, residente
de Villa Bonita y usuaria frecuente de la Unidad Deportiva Siglo XXI,
reaccionó con asombro a que un
particular pueda recuperar sus tierras dejando a cientos de familias sin un
lugar de esparcimiento. “¡Muy mal!, éste es el único lugar con acceso a los
niños donde puede hacer deporte y sin él tendrían que trasladarse hasta la
(unidad) Hidalgo -3 kilómetros- o Sullivan -5 kilómetros-”, calculó.
Compartió que desde hace
varios años usa las instalaciones para caminar en la pista de atletismo, la
cual no tiene sendero por la cantidad de basura y ramas alrededor de la ruta.
De la misma manera, han
vandalizado las canchas deportivas, se roban los cercos, no existe vigilancia,
por lo que poco a poco se convierte en una gran zona devastada.
“Está en un abandono total”,
expresó con desánimo.
Talamantes recordó que dentro
del terreno había una casa móvil donada
por el ex presidente municipal César Mancillas, donde vivían cuatro hermanos
huérfanos, cuya vivienda se incendió. Dos de ellos menores de edad.
“Ellos se hacían cargo de
cuidar y mantener vigilado, pero ya no sé qué sucedió”, dijo sobre la familia
que ya no está ahí.
MAL COMPROMISO DE CAMPAÑA
En junio de 1990, Rodolfo
Martínez Reyes adquirió 28 mil metros cuadrados de terreno en el
fraccionamiento Villa Bonita, un área habitacional que por años se consideró
marginal, pero el crecimiento poblacional permitió la urbanización.
“Eso es que soy el titular,
pero también legítimo propietario en los espacios administrados por el gobierno
municipal”, reiteró el jurista.
Evocó el periodo de Daniel
Quintero, cuando en su calidad de alcalde o presumiendo de amistad, le pidió
una porción de terreno para desarrollar el campo deportivo con el argumento de
ser “un compromiso de campaña”.
“Contra las ramas me escondía para no
venderle, pero me hablaba en la mañana, a mediodía, él estaba haciendo su trabajo político con el
fin de lograr la venta”, describió.
Tras llegar a un acuerdo le
desplegó el plano catastral donde eligió el lugar donde desarrollaría la obra.
Martínez le indicó que tomara
lo necesario con la condición de retribuir el resto una vez realizado el
deslinde.
“Pero jamás me entregó de
regreso nada, hizo una calle y el gobierno dispuso de todo mi terreno”, acusa.
— ¿Por qué permitió que el
problema avanzara?
“No, es que… físicamente cómo
lo impido, tú también aromatiza la expresión, cómo se los impides si están
haciendo una calle, estación de Policía y, entonces dije órale, está bien.
Después me cansé de tocar puertas en las
diversas administraciones para que me resolvieran esta situación, pero hasta la
fecha no hay nada”, declaró el abogado mientras en repetidas ocasiones
golpeteaba su escritorio.
— ¿Qué es lo peor que puede pasar si el
ayuntamiento no le responde?
“Nada, no va a pasar nada, ni
estoy asustado ni triste, ni alegre, me esperaré; no le voy a pedir permiso a
ellos porque para mí no representan ningún valor, para mí son personas de
paso”, se limitó a responder.
Fue así como en 2011 arrancó
otra embestida en contra del ayuntamiento, mandando a hacer a la Comisión
Estatal de Avalúos una tasación de las tierras a mil pesos el metro.
“Volvemos a caer en que no me
resuelven nada, no me dan dinero, no me han subdivido y no lo podrán hacer, porque
están los espacios ocupados”, indicó el afectado, quien quiere sus 9 mil metros
bien delimitados, o incluso está dispuesto a llegar a un acuerdo para que se
apruebe una permuta de patrimonio activo contra sus tierras.
Como abogado con 50 años de
experiencia, Martínez Reyes espera más del juzgador para que le obsequien
intereses, gastos, diferencia del dólar, traslados.
Calcula un derecho de por lo
menos 90 millones de pesos.
“Sé que no me lo van a pagar,
no tienen dinero y no me voy a abatir a espadazos, pero buscaré una forma
inteligente de que me paguen con una consideración sustancial en el sentido
positivo, para que esos inmuebles están a nombre del municipio”, advirtió.
(SEMANARIO ZETA/ Edición Impresa /Lorena
Lamas /Lunes, 27 Marzo, 2017 12:00 PM)
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