Tres de los que se fugaron están siendo
requeridos en distintas cortes de los EU
Tres de los cinco reos que se
fugaron del penal de Aguaruto el pasado 16 de marzo, estaban en proceso de
extradición por cargos relacionados con tráfico de drogas y era cuestión de tiempo para que fueran
enviados al vecino país del norte, según muestran documentos del Departamento
de Justicia de Estados Unidos (USDOJ).
A quien más urgía llevar a
los Estados Unidos era a Alfonso Limón Sánchez, conocido como el Poncho o el
Chubas, y por quien se habrían intensificado los trámites para su extradición
desde junio de 2015, cuando la juez Bárbara Lynn, una de las magistradas más
voraces del USDOJ, atrajo el caso y presionó al Departamento de Estado para que
Limón Sánchez fuera llevado ante ella.
Según el expediente
3:14-cr-02128-DMS, radicado en el Distrito Sur de California, los trámites para
extraditar a Limón Sánchez ocurrían mientras el acusado se estaba escapando de
prisión, junto con Rafael Guadalupe Félix Núñez, el Changuito, Juan José
Esparragoza Monzón, el Azulito, Francisco Javier Zazueta Rosales, el Chimal, y
Jesús Peña González, el Veinte, y lo único que lo separaba era que la petición
del Departamento de Estado fuera aprobada por un Tribunal Colegiado.
El caso era muy similar con
Esparragoza Monzón, hijo de Juan José Esparragoza Moreno, el Azul, quien
enfrentaba cargos por asociación delictuosa y delitos contra la salud y, según
trascendió, “ya existía una orden de extradición en su contra”.
Incluso, se le habría
notificado apenas una semana después de haber sido arrestado el 19 de enero
pasado, en las inmediaciones de los poblados El Salado y La Laguna Colorada.
Rafael Guadalupe Félix, el
Changuito, era otros de los objetivos del gobierno estadunidense, pues según la
DEA, era considerado uno de los hombres fuertes de Rodrigo Aréchiga Gamboa, el
Chino Ántrax, con quien habría formado un grupo armado al servicio del clan de
los Zambada que operaba en Culiacán, y que eran conocidos como Los Ántrax.
“Es lamentable esa fuga, pero
aun así nosotros seguimos colaborando con el gobierno de México y confiamos en
que las autoridades recapturarán a esos criminales”, dijo la DEA, en un
comunicado enviado a Ríodoce.
EL CHUBAS, Y SU HABILIDAD PARA ENVIAR COCAÍNA
Conocido por sus conexiones,
su rápido trato en los negocios, y su habilidad para enviar cocaína al vecino
país del norte, al Chubas lo ubicaba el
gobierno de Estados Unidos desde mediados de 2012, luego de tomar control de la
fracción que comandaba su hermano Ovidio Limón, para la coordinación del
trasiego de cocaína.
Era tanto el poder que Ovidio
en su momento tuvo, que la DEA lo ubicó como uno de sus diez principales
objetivos, incluso, llegó a ofrecer 5 millones de dólares por información que
condujera a su captura.
Con Ovidio en prisión, el
Chubas, tomó posesión de su cargo y empezó a adquirir poder, lo que lo
convirtió en el nuevo objetivo de la DEA. Así, una juez del Distrito Sur de
California giró una orden de aprehensión en su contra, y a los pocos meses la
Oficina para el Control de Bienes Extranjeros (OFAC), lo boletinó como uno de
los principales operadores de Ismael el Mayo Zambada.
Así inició la cacería del Chubas, hasta que elementos de la
Armada de Armada lo ubicaron y detuvieron el 18 de noviembre de 2014, en la
Ciudad de México.
El arresto representaba un
triunfo silencioso de la DEA, pues al ser el sucesor de Ovidio, querían
arrancar ese brazo del cártel, por lo que Alfonso Limón rápidamente fue enviado
a una prisión de Máxima Seguridad, en Puente Grande Jalisco.
No fue sino a mediados de
2015, que Limón Sánchez fue transferido a la cárcel de Aguaruto, obligando al
gobierno de Estados Unidos a agilizar su solicitud de extradición, pero una
serie de amparos ante un Tribunal Colegiado mantenían estacionado a Limón
Sánchez, y para entonces su defensa había solicitado un nuevo amparo que
suspendía cualquier orden de transferencia a otros penales.
Para entonces, fugarse era
cuestión de tiempo.
EL NEGRO Y SU RÁPIDO ASENSO
Juan José Esparragoza Monzón
tenía la fama de su padre, pero no el poder y el alcance de Limón Sánchez. Lo
quería el gobierno de Estados Unidos, pero
el Negro no se enteró hasta que la PGR le notificó que existía una
solicitud de extradición en su contra, no obstante su expediente es mantenido
en calidad de “clasificado”.
De acuerdo con versiones de
la DEA, Esparragoza Monzón ejercía cierta influencia entre la cúpula del cártel
de Sinaloa, incluso, formaba parte de los 122 objetivos que tenía el gobierno
mexicano, pero ello no pareció importar a nadie, y fue recluido en una prisión
considerada de baja seguridad, como es el penal del Aguaruto.
Su madre, Ofelia Monzón
Araujo, y varios medios hermanos habían sido boletinados por la OFAC desde
2008, aunque Esparragoza Monzón no aparecía en ninguna de esas acusaciones, aun
cuando el gobierno federal mexicano lo ubicaba como uno de los principales
blanqueadores de dinero de la fracción que comandaba su padre, Juan José
Esparragoza, el Azul. También fue señalado de liderar grupos que “estaban
generando un alto grado de violencia en Tijuana y Mexicali”, según explicó la
Comisión Nacional de Seguridad (CNS), al momento de su arresto.
Contrario a otros capos,
Esparragoza Monzón mantenía un bajo perfil y se movía sin mucha seguridad, al
grado de al momento de ser arrestado, sólo traía una escolta, y traían un arma
larga, dos cortas y equipo de telecomunicación, así como de tres paquetes y 199
envoltorios con cocaína, según el comunicado de detención de la CNS.
EL CHANGUITO: BASE ÁNTRAX
Justo después del arresto de
Rodrigo Aréchiga Gamboa, el 31 de diciembre de 2013, fiscales de una corte de
Distrito Sur de California, liderados por Adam L. Braveman, presentaron ante la
Juez Dana M. Sabraw, un expediente que sostenía las pruebas necesarias para que
la magistrado girara una orden de aprehensión en contra de Rafael Guadalupe
Félix Núñez, también conocido como el Changuito.
Según el expediente
14-cr-0722-DMS, el Changuito era uno de los principales colaboradores del Chino
Ántrax, con quien habría fundado el grupo armado conocido como los Ántrax.
Pero Félix Núñez no sólo era
un pistolero, como lo eran el resto de los Ántrax, sino que era uno de los
coordinadores de Aréchiga Gamboa para el trasiego de mariguana a Estados
Unidos.
Once meses después de la
orden de aprehensión girada por la juez Sabraw, el Changuito fue detenido en la
colonia 10 de Mayo, de Culiacán, luego de haber quedado al frente de los
Ántrax, tras la detención del Chino.
Al igual que el Chubas y el
Negro, la extradición del Changuito, ya estaba en trámite y era cuestión de que
la SRE firmara su aprobación, aunque como ocurre con varios de los
extraditables, también estaba amparado para evitar ser llevado a Estados
Unidos.
(RIODOCE/ MIGUEL ÁNGEL VEGA/ 27 MARZO,
2017)
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