En los poco más de dos meses
de Donald Trump al frente de la Casa Blanca, los nexos de sus colaboradores con
funcionarios rusos han desatado el escándalo: ahora es su yerno y asesor quien
está bajo lupa
“Hemos aprendido todos mucho, hemos
aprendido mucho de lealtad. Hemos aprendido mucho del proceso de voto, de
algunas reglas arcanas en la Cámara y el Senado”
Donald Trump
Al retirar su proyecto de reforma
sanitaria por falta de apoyos
El Senado de Estados Unidos
ha citado a comparecer a Jared Kushner, yerno y asesor de Donald Trump, para
que responda por reuniones con altos funcionarios del Kremlin antes de que
culminara el mandato de Barack Obama.
La trama de los nexos del
equipo de Trump con funcionarios rusos llega así al círculo más cercano del
presidente, luego de la caída del consejero de Seguridad, Michael Flynn, y la
investigación que pesa sobre el fiscal general, Jeff Sessions.
Las malas noticias siguen
acumulándose en el escritorio de Trump, quien apenas el viernes pasado decidió
retirar su proyecto de reforma sanitaria por falta de apoyos y debido a la
división que generó entre los propios republicanos.
El FBI cuenta con una
investigación abierta para determinar si el equipo de la campaña de Donald
Trump se coordinó con el Kremlin para atacar a la candidata demócrata Hillary
Clinton durante el proceso electoral.
El teniente general retirado,
Michael Flynn, que se desempeñaba como consejero de Seguridad, tuvo que
presentar su dimisión en febrero pasado por ocultar una conversación con el
embajador ruso en Estados Unidos.
El pasado 29 de diciembre, el
mismo día que Barack Obama, aún presidente, anunció la expulsión de 35
diplomáticos rusos por la interferencia del Kremlin en las elecciones
estadounidenses, Flynn sostuvo una llamada con Sergey Kislyak, embajador de
Rusia en Estados Unidos.
Esa llamada habría sido clave
en la respuesta de Moscú a la expulsión de los diplomáticos, pues Flynn habría
prometido resarcir la medida una vez que la nueva administración entrara en
funciones el 20 de enero.
Durante su testimonio del 24
de enero ante el FBI, Flynn negó haber discutido con Kislyak sobre las
sanciones, sin embargo, una vez que fue conocido el contenido de las
conversaciones, el general tuvo que dimitir.
Otro de los funcionarios que
está en la mira es el fiscal general Jeff Sessions, quien también ocultó al
Senado sus conversaciones con el embajador ruso en pleno ciberataque ruso.
Los demócratas ya han pedido
su renuncia por mentir bajo juramento, e incluso un sector de los republicanos
le ha pedido que se haga a un lado para proseguir con las investigaciones.
Paul Manafort, quien fuera
jefe de campaña de Trump, también está involucrado, pues una investigación
periodística reveló que había trabajado con empresarios cercanos a Vladimir
Putin, aunque Manafort siempre negó cualquier vínculo con el Kremlin.
EL ASCENDENTE DE KUSHNER
Con el citatorio a comparecer
de Jared Kushner, hasta ahora el colaborador más cercano de Trump en la trama
de las conexiones con Rusia, el cerco parece estrecharse sobre el ahora
presidente.
Kushner, de 36 años, es
considerado por diversos analistas políticos como uno de los consejeros más
cercanos a Trump, quizá solo por debajo de Steve Bannon, estratega en jefe de
la Casa Blanca.
Casado con Ivanka Trump, hija
del mandatario, Kushner se ha colocado en la primera línea de la
administración; es de los pocos que tiene línea directa con Trump, y le asesora
en política exterior e interior, incluso sería el encargado de la compleja
relación con el estado israelí.
Kushner habría ocultado
reuniones con el embajador ruso Sergey Kilsyak y con Sergey Gorlovka,
presidente de un banco propiedad del estado ruso, el VEB, que sería una fachada
para los servicios de espionaje de ese país.
La Casa Blanca ya confirmó la
existencia de estas reuniones y que Kushner comparecerá voluntariamente ante el
Senado en una fecha por definir.
Kushner solo había admitido
que se reunió en diciembre pasado con el embajador Kilsyak en la Torre Trump,
donde también estuvo el general Michael Flynn, pero no informó su reunión con
el presidente del VEB.
El banco Vnesheconombank o
VEB está sometido a diversas sanciones en Estados Unidos a raíz de su papel en
la anexión de la península de Crimea a Rusia, y la intervención de Moscú en el
conflicto ucraniano en 2015.
Los nexos del equipo de Trump
con la inteligencia rusa siguen saliendo a la luz. Hay al menos cuatro comités
del Congreso que estarían investigando los intentos rusos por influenciar el
voto en noviembre, además de la investigación abierta por el FBI.
La pregunta es ¿citarán al
presidente Donald Trump?
NUEVO REVÉS
El gobierno de Donald Trump
recibió un duro golpe el pasado viernes 24 de marzo: su intento de reformar la
ley sanitaria heredada de Barack Obama se quedó en la orilla.
La iniciativa ni siquiera se
votó en el Congreso. A pesar de haber sido una de las banderas de su campaña, y
al rechazo republicano durante los pasados años, al final Trump tuvo que
retirar su proyecto ante la falta de apoyo.
Paradójicamente, el proyecto
murió a causa de los republicanos. La profunda división en cuanto al contenido
de la reforma causó una brecha entre los dos bandos, los que consideraban que
la propuesta quedó corta y los que creen que llega demasiado lejos.
Al final no hubo consenso y
la reforma sanitaria queda, de momento, en el olvido. Ni el activismo a favor
de la reforma por parte de la Casa Blanca, ni las dotes de negociador de Trump
la pudieron rescatar.
El propio Trump ha reconocido
que enfrenta un golpe de realidad, que enfrentarse al sistema político y tratar
de cambiarlo es más complejo de lo que pensaba.
“Hemos aprendido todos mucho,
hemos aprendido mucho de lealtad. Hemos aprendido mucho del proceso de voto, de
algunas reglas arcanas en la Cámara y el Senado”, declaró al admitir su derrota
sobre esta iniciativa.
(REPORTE INDIGO/ CARLOS SALAZAR/ Martes
28 de marzo de 2017)
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