El ex vicepresidente de EU
dijo que la supuesta intromisión electoral pudo ser un acto de guerra; no duda
que hubo un esfuerzo de Putin.
El ex vicepresidente
estadounidense Dick Cheney fustigó a Rusia ante acusaciones de que interfirió
en las elecciones presidenciales de su país y calificó el hecho de un acto
hostil y bélico.
"En algunos lugares, eso
sería considerado un acto de guerra'', dijo Cheney.
"No hay duda de que hubo
un esfuerzo muy importante del señor (Vladimir) Putin y su Gobierno, su
organización, para interferir de manera grave en nuestros básicos procesos
democráticos fundamentales", sostuvo durante un discurso pronunciado el
lunes en Nueva Delhi y reproducido este martes por varios medios
estadounidenses.
"Creo que es un tipo de
conducta y actividad que veremos en el futuro. Sabemos que él (Putin) lo ha
intentado previamente en otros Estados de los países Bálticos", agregó el
ex vicepresidente sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones ganadas
por el ahora Presidente, Donald Trump, frente a la candidata demócrata, Hillary
Clinton.
Tanto la Cámara de
Representantes como el Senado de Estados Unidos investigan los supuestos
intentos de Moscú de influir en esas elecciones, así como los presuntos
vínculos de la campaña de Trump con el Kremlin.
En una serie de mensajes
publicados la noche de este lunes en su cuenta personal de Twitter, Trump
sostuvo que las acusaciones sobre sus supuestos vínculos con Rusia son una
patraña y dijo que el Congreso debería investigar al matrimonio formado por
Bill y Hillary Clinton, y no a él.
Las investigaciones sobre
esos supuestos vínculos con Rusia han alcanzado ya al círculo más cercano del
republicano, concretamente a su yerno y asesor, Jared Kushner.
La Casa Blanca adelantó este
lunes que Kushner testificará voluntariamente sobre sus contactos con
funcionarios rusos ante el Comité de Inteligencia del Senado.
La semana pasada, el director
del Buró Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, confirmó que desde
julio esa agencia está investigando los supuestos intentos de Rusia de influir
en las elecciones.
Para complicar más las cosas,
Trump afirmó a comienzos de marzo que el ex Presidente Barack Obama ordenó
interceptar sus comunicaciones en la Torre Trump de Nueva York, una acusación
que no ha respaldado con ninguna prueba.
El presidente del Comité de
Inteligencia de la Cámara de Representantes, el republicano Devin Nunes,
levantó aún más polvo cuando aseguró la semana pasada que había informado al
Mandatario de la posibilidad de que sus comunicaciones hubieran sido
interceptadas de manera indirecta, mientras se espiaba por orden judicial a
otros.
Pero Nunes no reveló de dónde
obtuvo esa información, más allá de decir que la recibió de una fuente anónima
dentro del complejo de la Casa Blanca, lo que despertó dudas sobre su
independencia entre legisladores demócratas y también republicanos.
Varios congresistas
demócratas ya pidieron a Nunes que se aparte de la investigación sobre Rusia
que realiza el comité que él preside.
(ZOCALO/ Reforma/ 27 DE MARZO 2017)
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