Involucrado en desapariciones recientes
La mañana del pasado lunes 27
de junio, en los límites de los municipios de Guasave y Ahome, entre las
sindicatura de Juan José Ríos y Central, respectivamente, un cuerpo envuelto en
una bolsa plástica de color negro fue abandonado por supuestos desconocidos.
El lugar, cuyo nombre es
Concheros, está ubicado en el kilómetro 192 más 300 metros de la carretera
México 15, tramo Las Brisas-Los Mochis, y resulta uno de los sitios con
vigilancia permanente de la Policía Municipal de Ahome. En ese sitio es en
donde comienza el blindaje policial a la ciudad, el cual se extiende kilómetros
adelante hasta la entrada oriente, precisamente sobre el ramal Lateral 18, que
resulta también el punto de observación preferido del Grupo de Operaciones
Tácticas Especiales (Gote) y del Grupo de Operaciones Tácticas Especiales
Rurales (Goter), la élite de la corporación preventiva.
Pero ese día,
sospechosamente, ninguna de las policías elite se percató de cuando el cadáver
fue abandonado. Ellos, simplemente se esfumaron.
Pasado el reporte del cuerpo
extraño dejado sobre el retorno de la carretera, justo a la entrada de unos
laboratorios agrícolas, los diversos grupos policiales se arremolinaron.
Era un hombre, pero no sabían
quién, establecían los primeros reportes policiales. La necropsia reveló que
era joven, de vida regular. Había muerto por dos balazos en la cabeza. El
cadáver acusaba también diversas lesiones leves. Estas se produjeron en vida,
cuando el sujeto se defendió, establece un informe. Pero finalmente fue
inmovilizado y asesinado.
Horas después, los deudos
reclamaron el cuerpo de quien dijeron que se llamaba Osvaldo Ortega Ahumada,
quien tenía 34 años y vivía en la colonia Tabachines Uno y/o en el fraccionamiento Villa Huites, según los
reportes policiacos.
También declararon que
Osvaldo era vendedor de carros y que recientemente se había mudado a Guasave,
el municipio vecino, y que por ello tenían tiempo sin verlo.
Y aceptaron que como apodo le
decían el 88, aunque no precisaron la causa de ello.
El sobrenombre levantó una cortina de sospechas para los
investigadores que fueron llamados a indagar el asesinato, pues el apodo les
aparecía en la reseña de un sangriento ataque a un grupo de la Policía
Ministerial del Estado en marzo del 2007. En el ataque fueron masacrados siete
agentes, y de acuerdo con declaraciones de gatilleros capturados después,
cuatro de ellos también murieron, pero fueron rescatados por ellos mismos y
abandonados los cuerpos en parajes de la sierra de Sinaloa municipio.
El atentado fue en las
inmediaciones del poblado Gabriel Leyva, Guasave, zona controlada por el Cártel
de Guasave que lidera Fausto Isidro Meza Flores, apodado el Chapo Isidro.
Un año después de aquel
sangriento rescate, Carlos Fernando Bakir Romero declaró que el 88 formaba
parte de las células armadas que trabajaban para Meza Flores y en específico
para el jefe, el Cien.
Bakir, de acuerdo con las
indagatorias, era un joven residente de Puerto Vallarta, Jalisco, que se
alquiló como sicario, primero para el Cártel de Sinaloa y que terminó
asesinando a sus antiguos patrones por órdenes de los Mazatlecos y del propio Meza Flores.
Las indagatorias recientes
revelan que el expediente de Ortega Ahumada, el 88, lo relaciona con la
desaparición en febrero (2016) de los jóvenes Zumiko Lizbeth Félix Ortega y
Eduardo González Rodríguez, conocido por los apodos del Yampool o la Thalía.
Estos procedían de Guasave,
pero al pasar por Juan José Ríos fueron seguidos por patrulleros preventivos de
Ahome, quienes los habrían detenido. Desde entonces el paradero de ambos
muchachos es desconocido.
Antes de desaparecer, el
Yampool o la Thalía se había hecho perseguir por la policía, al ser delatado
por cómplices capturados, de ser quien comandaba el grupo de jóvenes que
despojaba vehículos en la carretera Internacional, para trasladarlos a Guasave.
Incluso, había concluido dos
procesos penales por narcomenudeo. Era parte del clan de los Mazatlecos, al
igual que el 88, según archivos consultados.
Jesús Arnoldo Serrano
Castelo, Subprocurador Regional de Justicia del Estado dijo que el homicidio de
Osvaldo Ortega Ahumada, era un asunto pendiente, cuya información se encontraba
reservada por estar contenida en una carpeta de investigación aún no concluida.
“Lo que puedo confirmar, es
que el apodo del 88, si aparece como su nombre conocido”.
(RIODOCE/ Luis Fernando Nájera/ Los
Mochis en 3 julio, 2016)
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