En noviembre de 1994, un Gran
Jurado del Distrito Sur de California, respaldó la acusación en contra de
Joaquín Guzmán Loera por narcotráfico, lavado de dinero y asociación
delictuosa. Se trata de los primeros cargos fincados al líder del Cartel de
Sinaloa en Estados Unidos.
El documento –en poder de
ZETA- detalla cómo a partir del 23 de junio de 1995, dentro del Distrito Sur de
California, el cual inicia en la frontera con México y está compuesto por los condados
de San Diego e Imperial, Guzmán Loera, conspiró con otros 22 hombres para el
trasiego de cocaína a Estados Unidos, con fines de distribución.
De acuerdo con lo declarado
por su abogado Carlos Castillo a la revista Proceso, un juzgado federal en el
Estado de México, dio “visto bueno” a la extradición del capo a California a
través de una opinión jurídica, la cual todavía está pendiente de ser analizada
por la Secretaría de Relaciones Exteriores para que ésta emita un acuerdo que
autorice o niegue el traslado hacia la Unión Americana.
La acusación en contra de “El
Chapo”, radicada en San Diego, California, explica cómo dirigió las operaciones
del Cartel de Sinaloa identificado en ese entonces como el “Cartel Guzmán”.
Lo hizo incluso después de su
arresto en la Ciudad de México en junio de 1993, a través de su hermano Arturo
Guzmán Loera “El Pollo”, quien fue asesinado en diciembre 2004 en el penal de
El Altiplano.
La ejecución fue atribuida al
Cártel de los hermanos Carrillo Fuentes. Según la imputación, revelada en 1996
por la Corte Federal del Distrito Sur de California, Joaquín Guzmán Loera
organizaba los traslados de cocaína desde Colombia al interior de México y de
ahí a la frontera con Estados Unidos.
Una vez del otro lado del
muro fronterizo, se encargaba de los envíos de la droga hacia el país
norteamericano mediante el uso de trenes, túneles, automóviles y aeronaves.
Sin embargo, no es la única
investigación penal que el narcotraficante enfrenta en Estados Unidos.
Entre 2011 y 2012, los
Distritos de Nueva York, Illinois, Texas y Nuevo México también han fincado
cargos en su contra.
La mañana de este sábado 7 de
mayo, el narcotraficante fue trasladado de la prisión de El Altiplano al
CEFERESO número 9 en Chihuahua.
Sus abogados explicaron que
no les fue notificado el cambio de prisión, el cual debe de ser debidamente
autorizado por un juez.
En este caso, la Secretaría
de Gobernación explicó a través de un comunicado de prensa que el movimiento
responde a las distintas obras de construcción y adecuación que se realizan en
el CEFERESO número 1, de donde el “El Chapo” escapó en julio de 2015.
La dependencia federal indicó
también que el traslado ha sido comunicado a los distintos jueces de amparo y
en materia de proceso penales federales para la continuación de las causas
penales y los juicios de amparo promovidos.
Su defensa ya anunció que
iniciarán los procedimientos correspondientes para solicitar la devolución de
“El Chapo” a El Altiplano.
Otros capos como Servando
Gómez “La Tuta”, los hermanos Óscar Omar y Miguel Ángel Treviño Morales, alias
“Z-42” y “Z-40” y Héctor Manuel Beltrán Leyva han logrado a través de amparos
obtenidos y quejas interpuestas, sus regresos al CEFEESO número 1 después de
haber sido traslados a otros penales, como se da cuenta en el reportaje de ZETA
titulado “Capos regresan a El Altiplano”.
La misma estrategia legal
siguieron otros reclusos como Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero”, Teodoro
García Semental “El Teo” e incluso Miguel Ángel Guzmán Loera “El Mudo”, hermano
de El Chapo Guzmán.
Es en la Corte del Distrito
Sur de California, a donde podría ser trasladado “El Chapo”, donde actualmente
tienen procesos abiertos Serafín Zambada Ortiz, hijo de Ismael “El Mayo”
Zambada y Rodrigo Aréchiga Gamboa “El Chino Ántrax”, también integrantes del
Cártel de Sinaloa.
(SEMANARIO ZETA/ Inés García Ramos/ Sábado, 7 mayo, 2016 04:30 PM)
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