El empresario Martín Ramón Aripez
Valdenegro.
La tarde del 15 de marzo, al
empresario Martín Aripez Valdenegro se lo llevaron cuatro hombres armados, dos
días después fue reportado en su casa sano y salvo. Procuraduría se niega a
hablar de secuestro, pero abrió una investigación
El empresario y proveedor de
equipo químico y servicios de albercas en el principal destino turístico de
Baja California Sur, Martín Ramón Aripez Valdenegro, regresó a su vida normal
después de dos días de haber sido privado de su libertad, el 15 de marzo,
afuera de su negocio Servi-Pool, en Carretera Transpeninsular y Calle Juan
Pedrín Castillo, Colonia El Zacatal en San José del Cabo.
El empresario de 42 años de
edad había salido de su negocio alrededor de las 6:15 pm e iba caminando rumbo
a una tienda, a escasos dos locales de su establecimiento, cuando un comando
armado integrado por cuatro sujetos a bordo de una camioneta tipo Yukon o Tahoe
lo interceptó.
Se trató del primer secuestro
reportado en el Estado sudcaliforniano -después de ocho años de permanecer
erradicado- , cuando el alcalde de Los Cabos, Arturo de la Rosa Escalante,
cortaba el listón inaugural de las Fiestas Tradicionales de San José del Cabo,
y el titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado, Palemón
Alamilla Villeda, preparaba la ceremonia inaugural de la X Reunión Nacional del
Consejo Nacional de Especialistas en Balística (CONEBAL).
Durante los hechos
delictivos, los tres empleados del empresario originario de Sonora estaban
dentro del comercio y no se dieron cuenta de lo sucedido, hasta que después de
una hora, cuando ya debían cerrar el negocio, observaron que el dueño no había
regresado.
La narcomanta colgada en el
puente de la colonia 8 de Octubre en La Paz en contra del ex jefe de la Unidad
de Secuestros, Samgar Salvador Gómez Reyes.
El empleado Lázaro Julián
Trasviña Collins fue a buscarlo porque recordó que su patrón había salido a
comprar unos refrescos, tal y como usualmente lo hace, siempre a la misma hora.
Fue entonces que tras caminar
un par de metros, observó la gorra y los lentes del empresario tirados sobre el
piso de la banqueta.
Según su testimonio, caminó
hacía la tienda de abarrotes El Güero, preguntó por su patrón y le respondieron
que no lo habían visto. Luego quiso preguntar en el local contiguo, y se dio
cuenta que ya estaba cerrado, y entonces reportó la desaparición.
Los primeros en llegar a la
escena fueron los agentes de la patrulla DST-976 de la Dirección de Seguridad
Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Los Cabos, quienes
acordonaron el área y notificaron lo sucedido al Agente del Ministerio Público
del Fuero Común de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), Paola
Nereyda Chaidez Valverde.
LA INVESTIGACIÓN
Sobre el caso del empresario
Martín Ramón Aripez Valdenegro, el procurador Palemón Alamilla Villeda expresó
tajante:
“Yo no puedo afirmar que sea
un secuestro, y tampoco tengo en este momento los posibles elementos para
asegurar que es un secuestro”.
Durante una entrevista con
ZETA, en el marco de la X Reunión Nacional del CONEBAL, el titular de la PGJE
argumentó que lo único que sabía era que
“el señor ahorita está ya en su seno familiar o en su seno laboral, o en su
trabajo empresarial, y no tengo hasta este momento, un solo elemento que haga
presumir que hubo un secuestro”.
Según el funcionario, “la
investigación está abierta” y cuando “tengamos más información, entonces sí,
podremos hablar”.
— Cuando se reportó la
desaparición del empresario se hizo como secuestro, ¿hubo o no hubo tal?
“Es que yo tengo que ser muy
cuidadoso con lo que dicen las personas, porque insisto, no podemos dejar
aparte a la víctima que juega un papel muy relevante, y no podemos estar
nosotros dando declaraciones de víctimas, ni estar revelando identidades, y
tenemos que ser muy cuidadosos con el tema”.
— ¿Fue una simulación?
“Yo tampoco podría afirmarlo,
porque así como no tengo elementos para decir que hubo un secuestro, tampoco
puedo decir sí fue o no una simulación, tenemos que tener todos los elementos
que nos permitan así afirmarlo”.
— ¿Ya volvió a su casa el
empresario?
“Yo nomás le puedo decir algo
en este momento: él está ya con su familia o en su trabajo, y no tengo más
datos”.
El titular de la PGJE no supo
explicar lo sucedido y reiteró “no tener más información por ahora” sobre si la
liberación de Aripez obedeció al pago de un rescate.
LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN
No obstante, y de acuerdo con información
proporcionada a ZETA por uno de los
agentes de investigación asignado al caso, por el momento tienen abiertas tres líneas de investigación: El negocio
“Servi-pool”, donde fue levantado y secuestrado el empresario que tiene el 80%
del mercado de equipos, quimicos y servicios de albercas en Los Cabos
* La primera en contra de uno
de los hijos del empresario, quien tras haber sido retirado de la
administración del negocio de su padre, tuvo una serie de conflictos y roces
con éste.
* En contra de una mujer que
tuvo relación con el empresario.
* En contra del grupo
criminal del jefe de la plaza del narcomenudeo en San José del Cabo, José
Guadalupe Acosta López “El Javier”, quien desde hace unas semanas viene
cobrando derecho de piso a empresarios y comerciantes.
Con base en declaraciones de
testigos, el día del secuestro, el teléfono del negocio Servi-Pool recibió una
llamada desde el celular del empresario, cuando contestaron, únicamente
escucharon ruidos y colgaron.
El mismo hecho -según el
agente de investigación- sucedió en el caso de la ex pareja de Martín Aripez,
quien reportó haber recibido una llamada y cuando contestó, escuchó ruidos, no
respondieron y colgaron.
ACUSACIONES MAFIOSAS CONTRA PERSONAL DE PROCURADURÍA
En el contexto de la
desaparición del empresario, el procurador Palemón Alamilla Villeda fue
entrevistado respecto a una narcomanta colgada la madrugada del 17 de marzo en
el puente de la colonia 8 de Octubre, donde fueron evidenciados los supuestos
vínculos criminales entre el ex director de la Unidad de Antisecuestros, el
encargado del despacho de la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales,
Samgar Salvador Gómez Reyes, y el jefe de la plaza del narcomenudeo en San José
del Cabo, “El Javier”.
La manta con la fotografía
del funcionario refería: “Samgar Reyes tu eres el culpable de la guerra que
estamos viviendo en La Paz por tratos con el CDS (Cartel de Sinaloa) y
Guadalupe Acosta `Javieres´ todo ya estaba en tranquilidad tu ambición
desmedida vale más que la vida de las personas y la paz de la propia paz”.
Alamilla Villeda salió en
defensa de su encargado de despacho, cuando textualmente expuso:
“Estamos atendiendo todas las
denuncias que se presenten y todos los temas que se comenten, y efectivamente,
el licenciado tiene trabajando algunos años en la Procuraduría, estuvo
encargado del área de Secuestros, sin ningún problema y sin ningún
contratiempo, ahora que toma un encargo, porque está encargado solamente,
empiezan a salir estas cosas que no se oían antes y que no decía nadie antes.
Me llama mucho la atención que cuando alguien asume una responsabilidad de
mayor nivel, siempre surgen estas manifestaciones que insisto, antes ni quién
dijera nada de él”.
Sin embargo, “esto no quiere
decir que no tengamos que revisar expedientes personales, Exámenes de Control y
Confianza y todo lo que se tenga que hacer, se hará sin duda; además tenemos
una Visitaduría y una Contraloría, y cada quién hará su papel”. El reporte del
primer secuestro en el estado, y el cual ocurrió en Los Cabos.
El encargado del despacho de
la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales, Samgar Salvador Gómez Reyes,
tiene actualmente un proceso abierto con la justicia del Estado de Baja
California Sur, y tuvo una bochornosa salida de la PGJE en marzo de 2010,
cuando torció la investigación del asesinato del joven Jonathan Hernández
Ascencio, ocurrido en el bar Las Micheladas en La Paz.
La investigación del
-entonces- Agente del Ministerio Público de la PGJE, le costó la cabeza al ex
procurador Fernando González Rubio Cerecer,
quien fuera prácticamente destituido de su cargo, tras descubrirse que
la indagatoria fue manipulada para incriminar a los jóvenes Gary Gaines Hidalgo
“El Gary”, Carlos Alejandro Castro Castro “El Bebo”, Alonso Jassiel Alonso
Murillo y Emilio González Rubio, y desligar de toda responsabilidad a los
verdaderos criminales.
Después de un año siete
meses, los acusados por el hoy encargado del despacho de la Subprocuraduría de
Investigaciones Especiales, salieron libres por falta de pruebas y se emprendió
una nueva investigación, cuyo caso, a seis años de distancia, sigue sin
resolver.
(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ BCS/
Investigaciones Zeta Martes, 22 marzo, 2016 01:00 PM)
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