Bruselas se convirtió ayer en la capital
del horror: un ataque terrorista en el aeropuerto y metro de esta ciudad
europea mató a 34 personas y dejó más de 200 heridos. El atentado fue
perpetrado por yihadistas del Estado Islámico
Hasta anoche la cifra de
víctimas mortales en la considerada capital de Europa llegaba a 34, más
centenares de heridos
Desde ayer el almanaque del
terrorismo yihadista en Europa es más grande y cada vez está más salpicado de
sangre inocente.
El día de ayer quedará
grabado en este calendario del terror como el 22M de Bruselas y se unirá a la
lista de atentados perpetrados por grupos musulmanes extremistas en territorio
europeo.
Hasta anoche la cifra de víctimas
mortales en los atentados en la considerada capital de Europa llegaba a 34 y
los heridos se contaban por centenas producto de las tres bombas que estallaron
atacantes suicidas en el aeropuerto de Zaventem y en la estación de Metro de
Maelbeek de la capital belga.
Ayer fue el 22M, pero hace 4
meses fue el 13N de París, que mató a 137 personas en la capital francesa. Hace
más de 10 años fueron las bombas durante el 7J de Londres, que provocó 56
víctimas mortales y 700 muertos. Pero antes del 7J fue el 11M madrileño y sus
192 muertos en las estaciones de trenes de la capital de España.
Pero antes que Madrid,
Londres, París y Bruselas, fue el 11S de Nueva York y los aviones estrellándose
en las Torres Gemelas.
Ayer el responsable era Al
Qaeda y sus combatientes.
Hoy es el Estado Islámico y
los jóvenes yihadistas europeos.
El terror sigue y la
violencia vinculada al fundamentalismo islámico sigue provocando muertes y
terror en el mundo occidental.
DÍA NEGRO EN BRUSELAS
La ciudad de Bruselas fue
blanco ayer de dos ataques terroristas suicidas casi simultáneos. A las ocho de
la mañana, dos explosiones se registraron en el aeropuerto de Zaventem.
Una hora más tarde, se
detonaba otra explosión en la estación de metro Maelbeek, en el corazón del
barrio que alberga las Instituciones de la Unión Europea en Bruselas.
Los ataques sorprendieron a
las autoridades belgas, que estaban en alerta por la captura en Bruselas la
semana pasada de Salah Abdeslam, el único terrorista que no detonó su chaleco
cargado de explosivos el pasado 13 de noviembre en la capital francesa.
Abdeslam fue detenido en un
tiroteo de un barrio pobre de la capital belga, donde llevaba 125 días
escondido antes de ser detenido el 18 de marzo en Molenbeek, una comuna de
Bruselas.
El atentado de ayer fue la
reacción del Estado Islámico por la intervención del gobierno de Bélgica.
El primer ministro belga,
Charles Michel, condenó los atentados, así como los principales líderes
europeos.
“Somos conscientes de que
enfrentamos un momento trágico, tenemos que mantener la calma y mostrar
solidaridad”, dijo el primer ministro belga.
Las autoridades creen que dos
de los hombres que cargaban los explosivos murieron en los ataques, pero ayer
buscaban a un tercer sospechoso de haber
cometido el ataque en la terminal aérea de Zaventem.
Horas después de los
atentados, el Estado Islámico reinvindicó el atentado en Bruselas.
“Los combatientes del Estado
Islámico han llevado a cabo una serie de explosiones este martes con cinturones
explosivos y dispositivos. Los objetivos eran un aeropuerto, una céntrica
estación de metro de la capital de Bélgica, un país que participa en la coalición
internacional contra el Estado Islámico”, fue el mensaje que divulgó la agencia
de noticias AMAQ, simpatizante de ISIS.
“Los combatientes abrieron
fuego en el interior del aeropuerto de Zaventem antes de que varios de ellos
detonasen sus cinturones explosivos. Otro mártir detonó su cinturón explosivo
en la estación de metro de Maelbeek. Los ataques han matado o herido a 230
personas”.
(REPORTE
INDIGO/ ANDREA MONTES RENAUD / Miércoles 23 de marzo de 2016)
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