Desde hace meses, Ciudad Juárez dejó de
ser una plaza en disputa. Los grupos delincuenciales que ahí operan lograron un
pacto según el cual es más provechoso actuar de mutuo acuerdo e introducir la
droga a Estados Unidos sin importar a que cártel pertenezca. La única condición
es que pague bien. Consultados al respecto, un agente de inteligencia de
Estados Unidos y otro de México ilustran este singular caso de pragmatismo
criminal que, según parece, beneficia a todos.
CIUDAD JUÁREZ/EL PASO
(Proceso).- La plaza de Ciudad Juárez, Chihuahua, está tranquila. Desde hace
meses los grupos criminales que la dominan hicieron un pacto y ahora trabajan
para los cárteles que intentan pasar droga a Estados Unidos por esa zona
fronteriza.
Un alto funcionario de una
agencia federal estadunidense en El Paso, Texas, dice al corresponsal que en
tierras juarenses grupos como La Línea –lo que queda del Cártel de Juárez– y
otros narcotraficantes independientes lo mismo pasan droga al Cártel de Sinaloa
que al del Golfo y las demás organizaciones que les paguen bien.
“Ya no hay pleito por la
plaza”, sostiene el funcionario, quien aceptó la entrevista bajo la estricta
condición de que no se revele su identidad ni la de la dependencia en la cual
labora.
Y puntualiza: “Trabajan como
en maquila, pues cobran una cuota por el pase de la droga y en ocasiones el
derecho de piso. Pero entre los grupos criminales de Ciudad Juárez ya no hay
disputa”.
En territorio mexicano,
Proceso visitó a un agente de los servicios mexicanos de inteligencia para
escuchar su versión sobre lo que ocurre hoy en la otrora ciudad mas violenta de
México y del mundo.
Fragmento del reportaje que se publica
en la edición 2049, ya en circulación
(PROCESO/ REPORTAJE ESPECIAL / J. JESÚS
ESQUIVEL /6 FEBRERO, 2016 )
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