La mayoría de las quejas por
martirio que llegaron a la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco
desde el año 2000, terminaron archivadas o desechadas. La impunidad en estos
órganos defensores la advirtió la ONU desde el 2014
En septiembre del 2015 se informó de la
primera condena por tortura en Jalisco: dos agentes de Tala fueron sentenciados
a 14 años de prisión por matar a golpes a un detenido
"El número de recomendaciones por
tortura y malos tratos de la CNDH y de las comisiones estatales dista
significativamente del número de quejas recibidas por estos organismos”
Juan E. Méndez
relator especial de la ONU
1,024 quejas de tortura recibió la CEDHJ
del 2000 a junio del
2015
641 denuncias las declaró improcedentes
o no encontró violación que ameritara sancionar
113 quejas concluyeron en una
recomendación o conciliación
11,254 denuncias por tortura recibió la
CNDH de 2005 a 2013
223 recomendaciones expidió la Comisión
Nacional en ese periodo
La indolencia que envuelve a
la práctica de la tortura en Jalisco no se da sólo al seno de las instituciones
de seguridad, también en su Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ), que
termina archivando y desechando decenas de estas quejas contra las
corporaciones locales.
La suerte que corre gran
parte de las quejas de tortura en los archiveros de las comisiones de derechos
del país, no pasó desapercibida al relator especial sobre la tortura y otros
tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes de la Organización de las
Naciones Unidas, Juan E. Méndez, quien así lo señaló en su informe sobre México
del 29 de diciembre de 2014.
“El alto número de denuncias
y los testimonios recibidos no se reflejan en igual número de investigaciones
por torturas y malos tratos, y menos aún en condenas, signo de una preocupante
impunidad.
“El número de recomendaciones
por tortura y malos tratos de la CNDH (Comisión Nacional de Derechos Humanos) y
de las comisiones estatales también dista significativamente del número de
quejas recibidas por estos organismos”, escribió Méndez.
Esto que advierte el relator
es constatable en el desempeño de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de
Jalisco, pues si en el periodo del 2000 a 2015 (a junio) recibió mil 24 quejas
de tortura, la mayoría las archivó, las declaró improcedentes o no halló
violación alguna que sancionar: 641 o el 62.5 por ciento.
Del resto, 30 aún estaban
abiertas (2.9 por ciento); 124 canceladas por desistimiento, falta de interés o
ratificación de la víctima (12.1 por ciento); 35 se enviaron a otra Comisión
(3.4 por ciento), y 81 se acumularon en otras quejas (7.9 por ciento).
Por lo tanto, las concluidas
en una recomendación o conciliación fueron sólo 113, una décima parte del total
(11 por ciento).
Si el análisis comienza en la
actual gestión de Felipe de Jesús Álvarez Cibrián, su presidente desde 2007,
resulta que de 224 quejas de tortura recibidas, 92 ya se encontraban archivadas
o declaradas improcedentes o sin violación que castigar: el 41 por ciento.
Del resto, 30 seguían en
proceso (13.3 por ciento); 28 se cancelaron por desistimiento o falta de
interés de la víctima (12.5 por ciento); seis se enviaron a la CNDH (2.6 por
ciento) y 22 se sumaron a otras (9.8 por ciento).
Así que apenas había 46 que
llegaron a una conciliación o recomendación: sólo una quinta parte de todas o
20.5 por ciento.
Entre los casos que la
gestión de Álvarez Cibrián mandó al archivo o desechó, había 73 contra la
Procuraduría de Justicia y cinco contra la actual Fiscalía Central; ocho contra
la Policía de Guadalajara; seis contra la estatal, dos para la de Tonalá, y una
para cada una de estas: Amacueca, Ixtlahuacán de los Membrillos, Zapopan,
Jocotepec, La Barca y Tepatitlán.
MAL DE MUCHOS
El bajo número de recomendaciones
por tortura de la CEDHJ, con respecto a la gran cantidad de quejas que recibe,
se replica también en otras comisiones del país.
Según el relator especial,
entre 2011 y febrero de 2014 la Comisión de Derechos Humanos del Distrito
Federal recibió 386 de estas quejas, pero emitió solo 12 recomendaciones: el
3.1 por ciento.
La Comisión de Nuevo León,
con 293 quejas entre 2012 y principios de 2014, emitió 67 recomendaciones: un
22.8 por ciento.
La propia CNDH supo de 11 mil
254 quejas de tortura de 2005 a 2013, pero expidió 223 recomendaciones: 1.9 por
ciento.
En Jalisco, en el periodo de
2007 a junio de 2015, su CEDHJ recibió 224 quejas y emitió 32 recomendaciones:
un 14.2 por ciento (el 2015 acabaría con ocho recomendaciones más).
Si se revisa desde el 2000,
con mil 24 quejas, se dieron 41 recomendaciones: el 4 por ciento.
ERA OSCURA
Los registros de la CEDHJ
indican que dentro del gobierno del exmandatario panista Francisco Ramírez
Acuña (2001-2006), se generaron ocho de cada 10 de todas las quejas por tortura
que se presentaron en Jalisco en un
lapso de casi 16 años. A su sexenio se le deben 797 de estas.
Ramírez Acuña carga con
hechos como la irrupción de sus policías a una fiesta rave en Tlajomulco de
Zúñiga, donde sometieron a los jóvenes, el 4 de mayo del 2002.
Y la represión de
manifestantes en la Tercera Cumbre de Jefes de Estado de América Latina, el
Caribe y la Unión Europea, el 28 de mayo del 2004.
Con el exgobernador Emilio
González Márquez se dieron 161 quejas de 2007 a 2012, 80 por ciento menos a su
antecesor.
Mientras que con Aristóteles
Sandoval Díaz, desde el 2013 se llevaban 63, aunque hasta octubre del 2015 su
Fiscalía había recibido 17 recomendaciones por tortura, el 35 por ciento de
todas las emitidas desde el 2000.
En estos casi 16 años son las
instituciones ministeriales, ya sea la anterior Procuraduría o la actual
Fiscalía, las causantes del 85 por ciento de todas las quejas de tortura -873-,
coincidente con lo señalado por el relator.
“La tortura y los malos
tratos durante los momentos que siguen a la detención y antes de la puesta a
disposición de la justicia son generalizados en México y ocurren en un contexto
de impunidad. Generalmente la finalidad es castigar o extraer confesiones o
información”.
Luego, siguieron las Policías
de Guadalajara, 65; la estatal -incluyendo Fuerza Única-, 50; Zapopan, 21, y
Puerto Vallarta, 16.
VERDUGOS LIBRES
Pero la impunidad de la
tortura tiene más caras en Jalisco. Según la CEDHJ, de las 41 recomendaciones
emitidas del 2000 a junio de 2015, sólo en seis tiene constancia de sanciones a
los verdugos: menos de una quinta parte.
En esas seis se castigó a 17
elementos: dos policías investigadores, cuatro policías estatales y cinco de
Zapopan, cuatro agentes del Ministerio Público, un actuario y un secretario.
En cinco de estos hechos, a
pesar de su gravedad, se castigaron con apenas 30 días de suspensión; en dos
con 15 días de suspensión, y en una decena solo se integró el caso al
expediente laboral del agente.
Lo muestra la recomendación
13/2013 al excomisionado de Seguridad de Fiscalía, Alejandro Solorio Aréchiga.
Ahí la CEDHJ confirmó que dos policías estatales allanaron una finca donde
torturaron a dos hombres, los golpearon y mojaron para darles descargas
eléctricas, a uno lo ahogaban en una tina.
El parte médico de uno de los
torturados dice: “Lesiones que por su situación y naturaleza sí ponen en
peligro la vida”. Pudo morir; el hecho lo castigó la Fiscalía con una
suspensión sin sueldo por 30 días a dos de los suyos.
“La impunidad de la tortura y
el maltrato es aliciente para su repetición y agravamiento”, dice el relator, y
recomienda:
“Asegurar que todas las
instancias de tortura y malos tratos sean investigadas prontamente (…) que los
responsables sean procesados y castigados tanto penal como administrativamente;
y que se investigue y castigue con sanciones acordes a la severidad del delito,
tanto a los autores materiales como a quienes ordenaron, consintieron tácita o
explícitamente, o no evitaron o reportaron la tortura”.
El 25 de septiembre de 2015
se informó de la primera condena por tortura en Jalisco: dos agentes de Tala
fueron sentenciados a 14 años de prisión
por matar a golpes a un detenido; el 6 de agosto el fiscal Eduardo Almaguer
había anunciado la primera averiguación de su institución contra 15 policías
investigadores por ese delito.
El relator supo de cinco
condenas entre 2005 y 2013 en todo el país, y 388 averiguaciones en el DF desde
2008.
(REPORTE INDIGO/ LUIS HERRERA / Miércoles
13 de enero de 2016)
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