Los partidos políticos
mexicanos y sus filiales bajacalifornianas estás secuestrados por pequeños y
voraces grupos de poder. Familias, compadres y equipos de amigos, que se auto
favorecen otorgándose empleos en gobierno, contratos millonarios –violando la
Ley de Responsabilidades– y en tiempos electorales como los que se avecinan, se
reparten las candidaturas.
Les evidencias muestran que a
las organizaciones políticas, llámese PRI, PAN, PRD, incluso los pequeños como
el Partido Estatal de Baja California –que funciona como franquicia familiar– y
otros, a la hora de elegir a sus tiradores a regidores, diputados, alcaldes,
gobernadores, o Presidente, lo único que les vale es su cercanía con el grupo
de poder.
Importa un bledo la
honestidad, la ética, la dignidad, la humildad del ser humano, y sí, amable
lector, sabemos como usted, que esos valores son difíciles de encontrar en un
político, pero somos positivos, además creemos y sabemos que pese a los
gobernantes actuales, todavía hay gente de valor incluso en los partidos, el
problema es que no se manejan en los círculos de corrupción que definen las
candidaturas.
En este punto, ni hablar de
la importancia que debería tener la capacidad profesional, su sentido de
justicia para reconocer, respetar y hacer valer los derechos de la ciudadanía,
la responsabilidad, solidaridad, perseverancia, pluralidad, apertura al diálogo
etcétera, etcétera.
Infortunadamente se ha
convertido en regla que las elecciones internas de los partidos también sean
manipuladas, y se compren los votos de las bases –sobre todo la gente nueva de
padrones inflados–, y estos votos favorezcan al candidato que les ofreció
puestos en el gobierno, les otorgó o les prometió beneficios a través de los
programas gubernamentales, incluso les entregó billetes.
Los más perezosos y abusones,
incluso están tratando de colocarse como primer regidor o candidato plurinominal
para llegar facilito y en automático.
Lo más indignante e irónico
es que todo ese recurso que se usa para comprar voluntades no es de los
políticos, sabemos que sale del erario, de sus impuestos, de su bolsillo, del
monedero de las madres de familia y todos los bajacalifornianos que pagan
impuestos.
En un vano intento por evitar
este abuso del recurso público que favorece una posición de privilegio al
buscar candidatura a ciertos personajes, las leyes electorales han incluido
artículos que obligan –no a todos, solo a ciertos funcionarios principalmente
electos– a separarse del cargo que ya tiene, 90 días antes de que inicien la
campaña por el nuevo cargo que desean.
Al final la medida es pueril
porque igual con la cargada de los gobiernos y grupos de poder tras de ellos,
en sus campañas siguen gastándose el dinero del pueblo después que renuncian.
Entonces, en esas condiciones
que tanto los favorecen, lo menos que se podría esperar de los funcionarios
actuales –del PAN, PRI, PRD, PEBC y demás– que suspiran por algún puesto de
elección popular con oneroso sueldo, sería un
poco de vergüenza y decoro, que deberían demostrar renunciando al puesto
que ostentan actualmente, sin esperar hasta el 5 de enero de 2016, que es el
plazo marcado por la Ley o por sus jefes.
Resulta evidente, porque los
diversos medios de comunicación dan cuenta del cómo, algunos funcionarios
públicos andan descaradamente encampañados. Sea descuidando el trabajo por el
que se les paga, o usando su puesto para beneficiar sus aspiraciones políticas.
Saúl Guakil, Julio Felipe
García, Gilberto Covelli, René Mendívil, Marco Antonio Bolaños, funcionarios
del PRI; Carlos Torres, Ricardo Magaña, Arnulfo Guerrero, Gustavo Sánchez, Alfa
Peñalosa, funcionarios del PAN; Jorge Núñez del PEBC, Armando Ledezma Reyes del
PT, por mencionar algunos porque la lista sigue.
Entonces señores y señoras
defínanse, si de verdad quieren, si creen que pueden, que tienen lo necesario,
dejen de abusar del erario y de los ciudadanos que les pagan, salgan de la cobija
del gobierno y jueguen limpio, o quédense y evidencien que son aspirantes
vacíos sin más mérito que formar parte de los círculos de poder que se reciclan
aceitados por la corrupción del estado.
(SEMANARIO ZETA/ ROSARIO MOSSO CASTRO /
FOTOS. ARCHIVO/ 23 DE NOVIEMBRE DEL
2015 A LAS 12:00:16)
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