El
secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ha recibido diversas
críticas a la función que desempeña en su cargo en el gabinete del presidente,
Enrique Peña Nieto. Diferentes voces en medios de comunicación, en los partidos
de oposición y dentro de su partido claman por su renuncia.
Humillado
por el escape del delincuente más buscado de una prisión de máxima seguridad,
el presidente Enrique Peña Nieto está bajo presión para reemplazar al secretario
de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el encargado de la seguridad del
país.
Pero
consideraciones políticas podrían detenerlo.
Joaquín
"El Chapo" Guzmán escapó el 11 de julio a través de un túnel de un
kilómetro y medio que desembocó en su celda, convirtiendo uno de los mayores
éxitos de Peña Nieto, su captura en febrero del 2014, en una de sus peores
derrotas.
"Es
un hecho que el Gobierno tiene que resolver y está expuesto (...) a ser juzgado
severamente", dijo el senador Manuel Cota, del Partido Revolucionario
Institucional (PRI).
La
fuga, la segunda desde que el narcotraficante escapó de otro penal en 2001,
dejó al presidente mal parado ante la oposición y los medios de comunicación,
desde donde llovieron críticas sobre todo hacia el secretario de Gobernación,
Miguel Angel Osorio Chong.
Osorio
es uno de sus principales hombres del gabinete y junto con el secretario de
Hacienda, Luis Videgaray, es visto como un serio contendiente para suceder a
Peña en el 2018.
Pero
pese a que la fuga de Guzmán es uno de los mayores escándalos en lo que va de
la administración de Peña, el mandatario muestra resistencia a hacer cambios y
mantiene a Osorio, mientras miles de policías y soldados peinan el país
buscando al prófugo.
"Un
cambio así de súbito no sería la respuesta más adecuada. El hecho que se está
haciendo frente a la situación y se están tomando decisiones es lo más
congruente que se puede hacer", opinó Ana Isabel Allende, legisladora del
PRI.
Despedir
a Osorio sería castigar al hombre que supervisó la recaptura de Guzmán en 2014
sin darle la oportunidad de redimirse, dijo otro integrante del PRI bajo
condición de anonimato.
Los
medios se han encargado de reproducir una entrevista que Peña dio en febrero
del 2014 cuando dijo que sería "imperdonable" que el líder del cártel
de Sinaloa, considerado uno de los mayores narcotraficantes del mundo, escapara
otra vez.
"Estamos
tomando providencias, es algo en lo que he insistido, créeme que todos los días
al titular de gobernación es algo que le (dije), '¿y lo tienes bien vigilado,
estás seguro?'," dijo Peña finales de febrero 2014.
Tres
miembros del partido gobernante (PRI) dijeron a Reuters en privado que
consideran que Osorio, de 50 años, debe ser reemplazado.
Por
su parte, dos altos funcionarios del Gobierno vieron como más seguro que sea el
Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, quien sea
sustituido.
El
gabinete de Seguridad de Peña se anotó varios éxitos con las capturas de varios
capos del narcotráfico en los últimos años, pero éstas se vieron opacadas por
la ejecución extrajudicial de supuestos delincuentes por parte del Ejército en
Tlataya, Estado de México y la desaparición y masacre de 43 estudiantes en
septiembre del año pasado.
Si
bien los homicidios han bajado durante el actual Gobierno frente a las cifras
récord de la administración de Felipe Calderón, las fuerzas de seguridad no han
logrado abatir la violencia de la delincuencia organizada en varios estados
como Tamaulipas, Michoacán, Guerrero y Jalisco.
Cuatro
altos funcionarios del Gobierno dijeron que creen que Osorio no será removido y
el propio secretario de Gobernación ha rechazado esa posibilidad.
"Los
momentos de crisis no son para renunciar, son para enfrentarlos", señaló
recientemente.
Peña
podría continuar resistiendo las demandas de despedir a Osorio para mantenerlo
como posible candidato cuando todavía faltan tres años para las elecciones. Si
opta por cambiarlo, Osorio podría ser el próximo líder del PRI, que se apresta
a elegir nuevo dirigente, dijeron miembros del partido.
Al
mismo tiempo, la imagen de Luis Videgaray, el secretario de Hacienda, está
también dañada por la extrema debilidad de la economía y un escándalo de
conflicto de intereses por haber comprado una casa a un empresario, que se ha
visto beneficiado en varias ocasiones con contratos del Gobierno.
También
el presidente Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera, adquirieron casas al
mismo contratista, lo que junto con el crimen de los estudiantes derribaron la
popularidad del mandatario entre finales del 2014 y principios del 2015.
Políticos
de oposición dibujaron un vínculo directo entre estos escándalos y el escape de
Guzmán.
"La
fuga... no es la obra de una ingeniería milimétrica conducida por
geolocalización, es fruto de la enorme corrupción que enloda a su
Gobierno", dijo el senador del derechista Partido Acción Nacional (PAN),
Javier Corral.
(DOSSIER
POLÍTICO/ AGENCIA REUTERS/ 2015-07-23)
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