Jesús Eduardo Castellanos de
la Torre, ex secretario privado del candidato a la gubernatura de la alianza
PRI-PVEM-PANAL, Ricardo Barroso Agramont, fue “levantado” el 21 de abril por un
comando armado en el centro de La Paz. Tiene antecedentes penales por
narcomenudeo y fue detenido en junio de 2011
La Paz, Baja
California Sur.- En medio de la campaña electoral por el Gobierno del Estado de
Baja California Sur, el candidato del PRI, Ricardo Barroso Agramont, sufre un
descalabro causado por un miembro de su equipo.
En cuestión de
horas, el levantón de quien fuera su secretario particular, Jesús Eduardo
Castellanos, pasó de ser un atentado de inseguridad del crimen organizado a la
campaña, a manejarse como un expediente criminal.
Jesús Eduardo
Castellanos, nieto del ex gobernador de Baja California, Milton Castellanos
Everardo, y sobrino del ex alcalde de Mexicali, Milton Castellanos Gout, ya
había sido fichado por posesión de marihuana en La Paz, Baja California Sur, y
sentenciado por un Juzgado de Distrito a una pena privativa de la libertad y el
pago de una multa.
Con este
antecedente, el caso del ex secretario de Ricardo Barroso se alejó de la
afrenta de inseguridad y se agregó la línea de investigación de la venganza.
El joven
Castellanos, de quien en el momento de su búsqueda se ubicó una fotografía con
un animal exótico, avivó la sospecha de lo irregular, al decidir no presentar
cargos ni denuncia sobre la privación ilegal de la que fue víctima. Mientras
que el candidato del Partido Revolucionario Institucional, Ricardo Barroso,
pidió comprensión para su ex colaborador.
Ciertamente, la
privación, liberación y descubrimiento de la ficha de investigación por delitos
contra la salud, así como la sentencia dictada contra Eduardo Castellanos, son
elementos que no contribuyen de manera positiva a la campaña del candidato
tricolor.
Como en su momento
no contribuyó a la campaña de Carlos Mendoza Davis -aspirante al Gobierno del
Estado por el Partido Acción Nacional- el hecho de que un familiar político del
ex senador fuese detenido en septiembre de 2014, en San Diego, California, con
casi siete toneladas de marihuana.
Las campañas en
Baja California Sur, se enrarecen.
LA FICHA POR DELITOS CONTRA LA SALUD
El ex secretario
particular de Ricardo Barroso Agramont, candidato a la gubernatura de Baja
California Sur por la alianza PRI- PVEM-PANAL, Jesús Eduardo Castellanos de la
Torre “Chuy” o “Chuyín”, fue detenido el 27 de junio de 2011 por delitos contra
la salud en la modalidad de narcomenudeo, en su variante de posesión de
marihuana, cuando transitaba a bordo de un vehículo con vidrios polarizados en
la Terminal Uno del Aeropuerto Internacional de San José del Cabo.
La averiguación
previa PGR/BCS/LC-COE-1/191/2011 describe que aproximadamente a la 1:45 pm,
agentes federales observaron a un sujeto sospechoso circular sobre la vialidad,
por lo que le ordenaron detener su marcha. Después de hacer una minuciosa
revisión dentro de la unidad, encontraron semillas y residuos de marihuana
sobre la tapicería.
Tras el hallazgo,
los oficiales interrogaron al conductor, quien al notar que sería sometido a
una revisión corporal, entregó un envoltorio de plástico con 12.8 gramos de
hierba, según el resultado del dictamen químico elaborado por peritos de la
Procuraduría General de la República (PGR).
El político
priista fue capturado de inmediato y consignado al Agente del Ministerio
Público de la Federación, ya que de acuerdo a la averiguación previa, portaba
casi el doble de la dosis permitida por la Ley General de Salud.
Según el
razonamiento del Agente del Ministerio Público de la Federación, la tabla de
orientación de dosis máximas de consumo personal e inmediato permite 5 gramos
en el caso de la marihuana.
El amigo y ex
colaborador del candidato Ricardo Barroso Agramont fue consignado y quedó
sujeto a proceso bajo la causa penal 175/2011 en el Juzgado Segundo de
Distrito.
Después de cuatro
meses de proceso, el 3 de noviembre de 2011, el juez Alejandro Quijano Álvarez
resolvió lo siguiente:
1.- Jesús Eduardo Castellanos de la Torre fue
encontrado penalmente responsable en la comisión del delito contra la salud, en
la modalidad de narcomenudeo, en su variante de posesión de marihuana.
2.- Por tal responsabilidad, se impuso al sentenciado
una pena de diez meses de prisión y un día de multa de salario mínimo
equivalente a 59 pesos con 82 centavos.
3.- El sentenciado fue suspendido en sus derechos políticos,
que duraron hasta la pena privativa de la libertad.
4.- Se le ordenó someterse a un tratamiento médico,
derivado de la farmacodependencia que padece.
5.- Se le concedió el beneficio de la sustitución de
la pena por el pago de una multa de 17 mil 946 pesos, o en su defecto, el
beneficio de una condena condicional donde únicamente debía dejar una garantía
de 4 mil pesos.
Durante su
comparecencia, Jesús Eduardo Castellanos de la Torre terminó por acogerse al
beneficio de la condena condicional; depositó 4 mil pesos de fianza y salió en
libertad, firmando los días viernes de cada semana en el Juzgado Penal federal.
Hoy por hoy, el ex
secretario privado de Ricardo Barroso está fichado y registrado en el Sistema
Nacional de Seguridad Pública, donde aparece su fotografía de frente y de
perfil, así como las huellas de los dedos pulgar, índice, medio, anular y
meñique, y sus dos manos.
La ficha criminal
indica que nació el 27 de julio de 1985 y es originario de Mexicali, Baja
California; terminó la preparatoria y es apodado “Chuy” o “Chuyín”.
De acuerdo al
senador priista Ángel Salvador CeseñaBurgoing, actualmente Castellanos se
desempeña como su secretario privado en el Senado de la República.
EL “LEVANTÓN”
La tarde del
martes 21 de abril, Jesús Eduardo Castellanos de la Torre “Chuy” o “Chuyín” fue
levantado por un comando armado cuando salía de su departamento marcado con el
número 5 en el segundo piso del conjunto de suites Vista Hermosa, en la calle
Bravo número 109, entre Madero y Mutualismo, en pleno centro de La Paz.
Aunque
inicialmente los vecinos describieron que había sido privado de su libertad en
la vía pública, la víctima declaró -según la averiguación previa
LPZ/055/HOM/2015- que acababa de cerrar la puerta de su condominio, cuando al momento
de girar y comenzar a bajar por las escaleras, “me topo con dos hombres
vestidos de civil, sin recordar los colores de la vestimenta, los cuales al
verme, me pusieron un arma en la cabeza, la cual observé que era tipo escuadra
de color gris, por lo que pensé que era un asalto.
“`Tomen mis
cosas’, les dije, por lo que me dicen que me calle y me tiran al suelo,
volteándome boca abajo, poniéndome unas esposas en mis muñecas que llevaron a
la espalda, y posteriormente me levantan entre los dos y me arrastran hacia
fuera del edificio”.
El político
recordó que cuando lo llevaban hacia fuera, observó a la señora del aseo del
edificio y le gritó “¡Me están secuestrando!”, por lo que los sujetos indicaron
a la señora que no le hiciera caso, que eran “agentes del Ministerio Público”.
La víctima observó
que la mujer no actuó, entonces “logran sacarme del edificio y meterme a un
vehículo que estaba estacionado, logrando escuchar que al interior del vehículo
iban dos personas más, el piloto y copiloto, y los dos sujetos que me sacaron
del edificio venían en los costados, no logrando verlos porque mi camisa me la
ponen en la cabeza y ponen música con sonido alto”.
No supo cuánto
tiempo estuvo cautivo, pero “el vehículo llega y para su marcha, y me bajan del
mismo modo, con la cabeza cubierta, percibiendo que me meten al interior de una
casa, donde me hincan en el suelo y me piden que cierre los ojos, al tiempo que
me quitan la chamarra de la cara, escuchando que uno de ellos textualmente
dice: ‘¿Ves? Te dije que no era, porque
no tiene tatuajes’”.
De inmediato “me
vuelven a poner la chamarra en la cara, y me dejan solo en un lugar, no
recordando cuanto tiempo, y posteriormente regresan por mí y me sacan de ese
domicilio, me vuelven a subir al carro y me llevan hasta un cruce de la ciudad.
Me dicen ‘ya vete y camina en esa dirección’”.
Durante la
investigación de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), la
encargada del aseo de las suites declaró que “el inquilino levantado tiene casi
el año viviendo en ese departamento”, a quien dijo conocer porque lo ve casi
todos los días. Lo describió como una persona tranquila, que nunca causa
problemas en el edificio.
La responsable de
la limpieza agregó que el día de la privación de la libertad de Jesús Eduardo
Castellanos de la Torre “yo venía caminando de la cochera alrededor de la 1:50
de la tarde y subía a los departamentos, cuando veo a dos sujetos que iban
vestidos de civiles, y traían de espaldas al inquilino, quien gritaba: ‘Me
están confundiendo, yo no soy el del departamento 6, soy del 5’”.
SEGÚN LA TESTIGO, LO SACARON DEL EDIFICIO Y DE
INMEDIATO LO METIERON EN UNA CAMIONETA
Jeep Liberty de
color blanco, cuatro puertas, vidrios polarizados y signos de pesos en el
cristal de la puerta izquierda trasera. Describió a los agresores de la
siguiente manera:
* El primero alto, de aproximadamente 1.90 metros de
estatura, tez morena clara, cabello corto y castaño, de complexión robusta.
* El segundo, de menor estatura, 1.65 metros, tez
morena, cabello negro y corto, complexión robusta.
La mujer reconoció
que no habló de inmediato a la Policía porque “fue todo muy rápido” y se puso
nerviosa.
FUE UNA CONFUSIÓN
Después del
levantón, tras iniciar las primeras indagatorias, agentes de investigación de
la PGJE determinaron que la privación ilegal de la libertad de Jesús Eduardo
Castellanos de la Torre se debió a una confusión.
El rompecabezas
que armaron los responsables de la investigación no dejó dudas sobre dicha
línea de investigación, según la reconstrucción del caso:
* El día del suceso, Jesús Eduardo Castellanos de la
Torre, del departamento 5 y su vecino, Luis Mariano Miranda Padilla, del 6,
vestían pantalón de mezclilla, playera, gorra y tenis.
* Ambos tienen casi la misma estatura, complexión
física y vivían uno al lado del otro en el segundo piso de los condominios.
En su declaración,
el vecino de “Chuy” o “Chuyín” admitió que la gente de Felipe Eduardo Guajardo
García ‘El 28’ le anda pisando los talones desde hace tiempo, porque ya se
había salvado de cuando menos dos levantones, lo que originaba que
constantemente cambiara de domicilio.
Miranda reconoció
ser narcomenudista al servicio de Rolando González Moreno “El Compadrón” y
distribuir droga en la colonia El Esterito, y desde el 8 de abril residía en
los condominios, en compañía de su pareja.
El día del
levantón “observé algo raro que no me gustó nada, porque cuando llegué, lo
primero que vi fue a un sujeto lavando un automóvil de color blanco Nissan
Versa con signos de venta, y se me queda viendo y sonríe, y me dice ‘le lavo el
carro, jefe’, por lo que le digo que sí. Le digo que ahorita bajo, y me subo
todavía pensativo, porque nunca lo había visto por ahí, y menos lavando
carros”.
El narcomenudista
declaró que tenía alrededor de diez minutos en su departamento y se encontraba
en el baño cuando escuchó golpes y gritos: “`¡Cállate a la verga!’, por lo que
me asusto y escuchó que mi vecino grita ‘Me están confundiendo, yo no soy el
del departamento 6, soy del 5’”. Entonces decidió salirse por la ventana y
brincar hacia una barda con puntas de vidrio, la cual pisó, provocándole una
herida en el pie izquierdo. Saltó al patio y, en medio de los gritos de la
dueña de los departamentos, “me grita ‘¡Ratero! ¿Vienes a robar? ¡Eres un
ratero!, le voy a llamar a la Policía!’, por lo que yo le pido que le llame, y
en cinco o diez minutos llegan y me detienen; es entonces que les digo que
levantaron a un persona”.
Tras conocerse la
identidad del levantado, se encendieron todas las alertas, hasta que algunos
conocidos de “Chuyín” recabaron fotos de la víctima y las hicieron llegar a
todas las corporaciones para iniciar el operativo de búsqueda.
El impacto de la
noticia fue tal que, tras sostener una conversación con el candidato a la
gubernatura de Baja California Sur, Ricardo Barroso Agramont, el secretario de
Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ordenó una búsqueda masiva a la Policía
Federal Preventiva, PGR, Ejercito Mexicano y Secretaría de Marina, donde
inclusive se utilizaron helicópteros para peinar la zona de Los Planes.
Casi diez horas
después, Jesús Eduardo Castellanos de la Torre fue liberado y abandonado en el
cruce del Libramiento Santiago Oceguera y Avenida Luis Donaldo Colosio en La
Paz.
Presentaba algunos
golpes en la mejilla derecha y hematomas en las muñecas por las esposas
colocadas por los presuntos responsables.
Hasta el cierre de
esta edición, Castellanos se negó a la realización de un examen toxicológico y
rechazó poner una denuncia penal por la privación ilegal de su libertad, por
temor a represalias de la delincuencia organizada.
Los agentes de
investigación de la PGJE responsabilizaron del levantón a células criminales a
cargo de Margarita Melissa Calderón Ojeda “La China”, brazo armado de Felipe
Eduardo Guajardo García “El 28” en el municipio de La Paz.
LAS REACCIONES
El candidato a la
gubernatura de Baja California Sur por la alianza PRI-PVEM-PANAL, Ricardo
Barroso Agramont, pidió no jugar con los sentimientos de las personas que han
vivido una situación de esta naturaleza, y calificó a Castellanos de la Torre
como “amigo y casi hermano”, dejando en claro que no politizarían el caso y
esperaba comprensión de sus adversarios políticos para no lucrar con el dolor
de una familia y menos aún con la desgracia que “Chuyín” vivió en carne propia.
Dijo que los
padres del joven estaban asustados, pero afortunadamente Castellanos fue
encontrado vivo.
Por su parte, el
líder del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional (PAN), Rigoberto
Mares, celebró la reaparición del joven y esperará el resultado de las
investigaciones para determinar si el levantón fue o no orquestado.
“Consideramos que
debemos prudentemente esperar el resultado de las investigaciones y conocer los
detalles y hechos oficiales, y una vez que tengamos la información, hacer un
posicionamiento oficial en torno al caso”, expresó.
Finalmente, el
candidato a la gubernatura del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, Jesús Druk
González, consideró que la privación ilegal de la libertad de Jesús Eduardo
Castellanos de la Torre está comenzando a impactar negativamente en las
campañas, por lo que pidió a las autoridades de los tres niveles de gobierno
redoblar esfuerzos y replantear el plan de seguridad para el Estado.
(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ
BCS/ Investigaciones ZETA / 28 de Abril del 2015 a las 13:00:00)
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