miércoles, 17 de septiembre de 2014

LAS SIETE RESPUESTAS DE PRESIDENCIA NEGANDO LA REMODELACIÓN DE LOS PINOS


MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Siete fueron las respuestas negativas que la Presidencia dio a otras tantas solicitudes de información presentadas de diciembre de 2012 a 2014, sobre las remodelaciones y construcciones realizadas en Los Pinos a partir de que Enrique Peña Nieto tomó posesión como presidente de la república.

La primera fue hecha el 11 de diciembre de 2012 (remodelaciones), la segunda el 2 de mayo de 2013 (remodelaciones), la tercera el 28 de mayo de 2014 (fecha de llegada de Peña Nieto a Los Pinos), la cuarta 30 de junio de 2014 (construcción de edificio para el despacho del jefe de la Oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño), la quinta el 30 de junio de 2014 (remodelaciones) y sexta y séptima el 1 de julio de 2014 (muebles y redecoración).

La solicitud quinta fue respondida apenas el 9 de septiembre pasado.

En algunas solicitudes la Presidencia sugirió consultar otras respuestas dadas, pero en todas se niegan las remodelaciones y solo se da información de las remodelaciones hechas durante el sexenio de Felipe Calderón.

En la edición 1976 de la revista Proceso, actualmente en circulación se publicó el reportaje titulado La opaca remodelación de Los Pinos, del que a continuación reproducimos un fragmento.

Son obvios los cambios en Los Pinos, la casa oficial de Enrique Peña Nieto y su familia pero que paga el pueblo: se trata de transformaciones profundas que hasta se han publicado en fotografías oficiales y en una revista de modas. Las remodelaciones de la residencia del mandatario son manifiestas, pero el Ejecutivo las niega una, dos, tres… seis veces, correspondientes a sendos requerimientos de información para averiguar cuánto dinero público se ha usado para reconvertir la residencia Miguel Alemán así como las famosas “cabañas de Fox”. La respuesta fue la misma: no hay remodelaciones, no hay información. Es decir, la opacidad, la cerrazón, el autoritarismo…

MÉXICO, D.F. (Proceso).- Con la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia, la Residencia Oficial de Los Pinos sufrió profundas transformaciones: Fue redecorada y remodelada e incluso hay nuevas construcciones. Pero el Ejecutivo trata de ocultar esos cambios y se niega a dar cuentas sobre los recursos públicos erogados.

Los gastos de remodelación, construcción y menaje en Los Pinos durante los dos sexenios panistas, habitualmente escandalosos, al menos mostraron indicios de transparencia. Ahora no.

Cuando Peña Nieto, su esposa Angélica Rivera y los seis hijos de ambos se convirtieron en la familia presidencial, la residencia Miguel Alemán (dentro de Los Pinos) fue transformada radicalmente: de albergar oficinas se convirtió en su hogar. Se remodeló para adecuar los espacios y hacerlos recámaras, baños, vestidores y estancias, y además se le quitó al inmueble el estilo mexicano contemporáneo para hacerlo un palacete afrancesado.

En respuestas oficiales a seis solicitudes de información presentadas por esta reportera entre noviembre de 2012 y el pasado martes 9, reiteradamente la Presidencia negó que hubiera remodelaciones, construcción, nuevo menaje o redecoración en Los Pinos.

Pese a que Peña Nieto y su esposa han hecho públicos los cambios en la casa Miguel Alemán en fotografías oficiales y en revistas de modas, y no obstante que una nueva edificación es visible desde la avenida Parque Lira, la Dirección General de Finanzas y Presupuesto, el Estado Mayor Presidencial y la Dirección General de Recursos Materiales y Servicios Generales de la Presidencia lo niegan todo.

(PROCESO/ ANABEL HERNÁNDEZ /16 DE SEPTIEMBRE DE 2014)

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