MÉXICO,
D.F. (proceso.com.mx).- Siete fueron las respuestas negativas que la Presidencia
dio a otras tantas solicitudes de información presentadas de diciembre de 2012
a 2014, sobre las remodelaciones y construcciones realizadas en Los Pinos a
partir de que Enrique Peña Nieto tomó posesión como presidente de la república.
La
primera fue hecha el 11 de diciembre de 2012 (remodelaciones), la segunda el 2
de mayo de 2013 (remodelaciones), la tercera el 28 de mayo de 2014 (fecha de
llegada de Peña Nieto a Los Pinos), la cuarta 30 de junio de 2014 (construcción
de edificio para el despacho del jefe de la Oficina de la Presidencia, Aurelio
Nuño), la quinta el 30 de junio de 2014 (remodelaciones) y sexta y séptima el 1
de julio de 2014 (muebles y redecoración).
La
solicitud quinta fue respondida apenas el 9 de septiembre pasado.
En
algunas solicitudes la Presidencia sugirió consultar otras respuestas dadas,
pero en todas se niegan las remodelaciones y solo se da información de las
remodelaciones hechas durante el sexenio de Felipe Calderón.
En
la edición 1976 de la revista Proceso, actualmente en circulación se publicó el
reportaje titulado La opaca remodelación de Los Pinos, del que a continuación
reproducimos un fragmento.
Son
obvios los cambios en Los Pinos, la casa oficial de Enrique Peña Nieto y su
familia pero que paga el pueblo: se trata de transformaciones profundas que
hasta se han publicado en fotografías oficiales y en una revista de modas. Las
remodelaciones de la residencia del mandatario son manifiestas, pero el
Ejecutivo las niega una, dos, tres… seis veces, correspondientes a sendos
requerimientos de información para averiguar cuánto dinero público se ha usado
para reconvertir la residencia Miguel Alemán así como las famosas “cabañas de
Fox”. La respuesta fue la misma: no hay remodelaciones, no hay información. Es
decir, la opacidad, la cerrazón, el autoritarismo…
MÉXICO,
D.F. (Proceso).- Con la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia, la
Residencia Oficial de Los Pinos sufrió profundas transformaciones: Fue
redecorada y remodelada e incluso hay nuevas construcciones. Pero el Ejecutivo
trata de ocultar esos cambios y se niega a dar cuentas sobre los recursos
públicos erogados.
Los
gastos de remodelación, construcción y menaje en Los Pinos durante los dos
sexenios panistas, habitualmente escandalosos, al menos mostraron indicios de
transparencia. Ahora no.
Cuando
Peña Nieto, su esposa Angélica Rivera y los seis hijos de ambos se convirtieron
en la familia presidencial, la residencia Miguel Alemán (dentro de Los Pinos)
fue transformada radicalmente: de albergar oficinas se convirtió en su hogar.
Se remodeló para adecuar los espacios y hacerlos recámaras, baños, vestidores y
estancias, y además se le quitó al inmueble el estilo mexicano contemporáneo
para hacerlo un palacete afrancesado.
En
respuestas oficiales a seis solicitudes de información presentadas por esta
reportera entre noviembre de 2012 y el pasado martes 9, reiteradamente la
Presidencia negó que hubiera remodelaciones, construcción, nuevo menaje o
redecoración en Los Pinos.
Pese
a que Peña Nieto y su esposa han hecho públicos los cambios en la casa Miguel
Alemán en fotografías oficiales y en revistas de modas, y no obstante que una
nueva edificación es visible desde la avenida Parque Lira, la Dirección General
de Finanzas y Presupuesto, el Estado Mayor Presidencial y la Dirección General
de Recursos Materiales y Servicios Generales de la Presidencia lo niegan todo.
(PROCESO/
ANABEL HERNÁNDEZ /16 DE SEPTIEMBRE DE 2014)
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