Nadie
me creía que padecía de cálculos renales y que tenía afectado los
riñones, los doctores habían determinado que cada año me darían una
medicina especial para que arrojara las piedras, que año con año se
producían tapándome las vías urinarias, ocasionándome un malestar
general y fuertes dolores al orinar, por más que hacía esfuerzos por
orinar, sólo hacía muy poquito, expresó el licenciado Rubén Ambrosio
Villa Marcial, quien gracias a Dios nuestro señor y a don Salvador,
ahora estoy sano y vivo muy feliz .
Yo soy un
vivo testimonio de curación con el pase de la mano que realiza con
mucho éxito don Salvador Rosas ;quien en menos de cinco minutos cambió
el rumbo de mi vida, ya que estando en la oficina pública donde
laboraba, un buen día pasó don Chava a saludarme, pero cuál fue su
sorpresa que me encontró en el baño con unos alaridos, pues entre más
esfuerzos que hacía por orinar, más me dolían las vías urinarias y me
impedían caminar, varándome las extremidades inferiores, pidiéndome de
inmediato que me pusiera contra la pared y previa oración invocando a
Dios todo poderoso en menos de tres minutos, empecé a sentirme mejor,
manifestó el abogado.
“Un
médico de esta ciudad me había recetado unas pastillas e inyecciones,
pero ni me las tomé, a pesar que ni boca arriba o boca abajo podía
estar; pues con el pase de las manos y una especie de inyección aplicada
con el punzón de dedos, me había llevado a recostarme a mi casa, cuando
de repente, en el término de dos horas, sentí un desprendimiento en el
interior de mi cuerpo por el lado de los riñones, a la vez que se me
vinieron muchas ganas de orinar, por lo que de inmediato corrí al baño ,
pero como no alcanzaron a llevarme un recipiente, en mis manos cayó una
piedra del tamaño de un filtro de cigarro y una especie de arena y
tintes de sangre, al mismo tiempo que sentí un descanso, pues hacía años
que no orinaba así”, señaló.
En las
siguientes horas, arrojé dos piedras del tamaño de un garbanzo y tres
parecidas a las semillas de limón. Ahora desde hace unos diez años, cada
seis meses, solita me salen las piedras, sin necesidad de medicamento,
sólo con las manos de don Salvador en quien Dios nuestro señor
Jesucristo depositó el don de la curación, señaló Villa Marcial.
También
me consta de un familiar muy cercano que por respeto omitimos su nombre,
al que se le llenaba el escroto de agua – el escroto es el saco de los
testículos -,al que frecuentemente los médicos con jeringa le sacaban el
agua, padecía de dolores y la fiebre no se le quitaba, pero en esos
mismos días que me curó, llegó don Salvador, le hizo una especie de
operación con el pase de las manos y punzando con los dedos le puso una
inyección e invocando a Dios, logró curarlo hasta la fecha del 2004 al
2014, todo el mal se le quitó.
Me consta
dijo don Roque Hernández, que el Chava ha curado mucha gente que según
comentaban ellos mismos ya no tenían remedio, yo mismo me di cuenta,
cuando llevando a mi hijo que padecía fuertes dolores en la espalda y
que gracias a Dios y sus manos fue sanado; una persona con cáncer fue
curada y otras con problemas en la cabeza, al parecer migrañas también
fue aliviada, expresó con agradecimiento.
Esta
técnica o don espiritual, debería ponerse en práctica en instituciones
de salud de nuestro país, ante tantos virus, bacterias y hongos que
proliferan por la excesiva contaminación en el ambiente, ante los
cuales, la ciencia médica nada ha podido hacer para librar a cientos de
la muerte, que finalmente muchos mueren, sin saber de qué, comentaron
los entrevistados, que según dicen ya se está poniendo en práctica en
otras partes del mundo.
(DIARIO DEL YAQUI/
Bernardino Galaviz /Jueves, 10 Julio 2014 21:06)
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