En la
Procuraduría del Estado minimizan el hecho de que los miembros del crimen
organizado detengan y entreguen a sus policías, a otros delincuentes que les
están provocando problemas, y deciden no investigar. En medio de acciones de
corrupción, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado reduce el número de
exámenes de Control y Confianza, solo ha realizado 172 en ocho meses
En Baja California
no es la primera e, infortunadamente, seguro no será la última vez que la
impunidad en materia de procuración de justicia y la corrupción dentro de las
corporaciones de seguridad, permitan que bandas de criminales hagan el trabajo
que corresponde a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
No se trata de una
acción de justicia, sino la prueba del control que las células mayormente
dedicadas al narcotráfico, tienen sobre los delitos que ocurren e Baja
California. Y para evitar que se generen despliegues de autoridades y
detenciones en sus territorios delictivos, prefieren hacer el trabajo de las
fuerzas del orden.
En el año 2000, el
Cártel Arellano Félix entregó a la Procuraduría del Estado a los presuntos
homicidas del Director de la Policía
Municipal de Tijuana, Alfredo de la Torre.
Diez años después,
en 2010, un ex policía municipal, ex sicario del CAF, guió al grupo
antisecuestro de la propia PGJE hasta el lugar donde tenían secuestradas a dos
parientes de Ismael “El Mayo” Zambada, las rescataron y “resolvieron” la
privación. Mientras que el 10 de julio de 2014, operadores del Cártel de
Sinaloa entregaron a la Procuraduría, a los homicidas de un niño de dos años, y
de nuevo, sin una investigación previa para fundamentar la responsabilidad de
los presentados, la PGJE exhibió a los detenidos como si fueran resultado de un
trabajo interno, de una investigación ministerial.
Además, pese a
conocer de la irregularidad, ni la procuradora Perla del Socorro Ibarra Leyva,
ni el subprocurador contra la Delincuencia Organizada, José María González
Martínez, están dispuestos a investigar la posible infiltración de su
corporación y la contaminación de la investigación, bajo el argumento de que no
existe una denuncia formal. Solo preguntaron a sus investigadores, éstos dieron
su versión y decidieron no hacer mayores indagatorias.
Y de una
investigación contra José Antonio Soto Gastélum, líder principal de ese grupo
criminal, según el organigrama en poder del Grupo Coordinación, la Procuraduría
no trae nada; el único señalado directamente por el sobreviviente, fue Alfonso
López “El Chino”.
En este esquema es
inevitable cuestionar, ¿cuántos casos de la Procuraduría se “resuelven” de
manera similar?, lo que obliga a poner en duda que los detenidos, sean los
verdaderos homicidas, y no se trate de chivos expiatorios puestos a
conveniencia por líderes criminales, particularmente si solo se consignan a
base de declaraciones.
De entrada, da la
razón a un sistema judicial corrupto, que aprovecha la ineficiencia de las
fiscalías para liberar a criminales.
LOS HOMICIDAS DE UN NIÑO
El 10 de julio de
2014, miembros del crimen organizado hicieron llegar información por diversas
vías a medios de comunicación y mandos
de diversas corporaciones: que aproximadamente a las cuatro de la tarde, “unos
chavalos” habían capturado a los responsables del homicidio de un bebé de dos
años y su madre, cometido apenas la madrugada del día 9 de julio en la colonia
Obrera de Tijuana, y los habían entregado a la Policía Ministerial en la Zona
Norte.
El aviso era para
que empezaran a llamar a la Procuraduría del Estado a preguntar, y evitar que
una vez recibidos, los liberaran; detallaron que el primer capturado había sido
“La Chilindrina” (Rafael Padilla Mora), y a su vez, éste había acusado y dado la
ubicación del resto; incluso de manera anónima, enviaron fotografías.
ZETA pudo saber que
algunos miembros del Consejo de Seguridad se comunicaron con elementos de la
PGJE. Este Semanario estableció contacto con la Subprocuraduría de Delincuencia
Organizada, donde solo comentaron que había avances, pero en ese momento, los
jefes del área no sabían nada. Hablaron con el personal de calle, quienes les
refirieron que ya estaban trabajando en ubicar a los presuntos responsables.
Detención que reportaron oficialmente horas más tarde.
El viernes 11 de
julio, José María González Martínez ofreció una conferencia anunciando la
captura de Rafael Padilla Mora “La Chilindrina”, Daniel Alain León Quintero “El
Güerito”, Luis Antonio León Quintero “El Güero” -presunto homicida del niño- y
Samuel Maximiliano Pacheco Mendiola “El Samy”.
“De las
investigaciones realizadas por agentes de la Policía Ministerial del Estado,
adscritos a la Unidad de Homicidios, se pudo dar con el paradero de los
detenidos, por lo que abocados a la búsqueda y localización de estas personas,
se logró el aseguramiento de Rafael Padilla Mora (a) La Chilindrina, quien
narra en su declaración ministerial, que el día 9 de Julio del año en curso
siendo aproximadamente las dos de la mañana llegaron hasta el domicilio de los
agraviados pateándoles la puerta de entrada hasta lograr derribarla”, asegura
el boletín emitido por la PGJE.
Sin embargo, tanto
los León Quintero como Pacheco, quienes sí admitieron los asesinatos,
admitieron en sus declaraciones que Padilla ni estuvo, ni participó en el
crimen, por lo que -mínimo- resulta extraño que haya sido él quien los entregó
y dio detalles de los homicidios.
La versión no
oficial corroborada por ZETA con integrantes del Consejo Estatal de Seguridad
Pública, indica que en la captura-recepción de estos criminales entregados por
narcomenudistas, encabezados por Alfonso López “El Chino” , quien también era
jefe delictivo directo de los detenidos, hubo elementos de las policías
Municipal y Ministerial involucrados, pero se echan la bolita: los
ministeriales aseguran que los municipales les dijeron dónde estaban los
homicidas; y en la Municipal, el dato es que los invitaron a participar.
Al final coinciden
en que los encontraron en un hotel de la Zona Norte, entre calles Primera y
Segunda.
RESPUESTA OFICIAL
Entrevistados
respecto a la dudosa captura, la procuradora Perla Ibarra y el subprocurador
José María González están en la misma línea.
— Tenemos informes
corroborados de que los hombres que ustedes presentaron como detenidos a partir
de una investigación por el homicidio de una mujer y un niño, el 9 de julio en
la colonia Obrera de Tijuana, les fueron entregados por miembros del crimen
organizado alrededor de las cuatro de la tarde del jueves 10 de julio.
Perla Ibarra: “No;
la información que tengo es que una vez que declaró el lesionado, señala a las
personas que participaron en el evento y los identifica plenamente.
Posteriormente, en un operativo que realiza la gente de Homicidio y RV,
localizan a estos sujetos, no tengo ninguna otra de otro tipo”.
José María González:
“La Policía me informa que primero detienen a Rafael Padilla ‘La Chilindrina’,
y él menciona quiénes más participan, y lo más fuerte es que Eligio, el
ofendido, señala claramente a cuatro participantes, y menciona el apodo de uno
más. La Policía a mí me dice el jueves que están ubicando a los otros tres
detenidos, y que por trabajo de ellos, los ubican en un hotel de la Zona Norte.
“La Policía tiene
sus fuentes de información, y el día que presenté a los detenidos, un reportero
me preguntó de eso, mas sin embargo, yo tengo solo esa información, que estaban
trabajando la investigación, más o menos los tenían ubicados donde estaban
escondidos y que los detienen; hasta ahí”.
— También sabemos
por miembros de la Procuraduría que antes de la captura no declararon al
sobreviviente. ¿Cómo dieron con los presuntos responsables?
Ibarra: “No necesariamente tiene que haber una
declaración escrita, las personas se entrevistan, hacen relación de hechos y pueden
mencionar personas, y más él, que había visto a los sujetos que entraron a su
domicilio. No tengo por escrito datos de que pudiera o no haber una declaración
por escrito antes o después de la detención”.
González :“En el
hospital difícilmente nos dejan declararlos por la cantidad de gente, mas sin
embargo, sí se entrevistó, dio muchos datos y la realidad es que se empieza a
trabajar con la información que nos da; no estaba formalmente declarado y
cuando declara, corrobora todo lo que nos dice, y nos proporciona los nombres
de todas las personas”".
A los funcionarios
se les recuerda que en sus primeras
entrevistas, Eligio Martínez no menciona a “La Chilindrina”; refirió a un
“Güero”, “El Guacho”, “El Moy” y “El Mayel”.
Se les pregunta:
— ¿Cómo llegaron con
Rafael Padilla Mora?
Ibarra: “Los
detalles específicos aquí no los tengo, sé a quién detienen primero, luego a
León Quintero, pero el detalle sería con el licenciado González”.
González: “En su
declaración (posterior a la captura) queda asentado que también participó,
Eligio sí lo señala que participó en los hechos”.
— Pero los homicidas
confesos dicen que no participó...
“Los detenidos dicen
que no lo vieron ahí, pero el ofendido dice que lo vio”, reitera el
subprocurador.
— ¿Qué otros
elementos de prueba tiene, aparte de las declaraciones?
Ibarra: “Sí, los certificados de autopsia, los
dictámenes periciales, todo lo que te permite comprobar el cuerpo de delito
como la presunta responsabilidad. Y ahí hay una persona lesionada que declara,
hace señalamiento, dice el motivo, y creo que para la probable responsabilidad
es suficiente para el juzgador, para dictar un auto de formal prisión”.
González: “Es muy
claro y se resolvió rápido por eso, dejaron una víctima viva. Señalan que entran
a matarlo a él -Eligio Martínez-, que no había instrucciones en contra del
niño, quien patea la puerta abre fuego con tres armas sin ton ni son, Eligio
los identifica plenamente, no se ocupó la gran investigación”.
Respecto al nombre
de los agentes involucrados en la detención, la procuradora dijo que no tenía
el informe a la mano, y remitió con el subprocurador, quien se negó a
proporcionarlos y, cuando se le preguntó sí tenían antecedentes en asuntos
internos, refirió que lo desconocía.
Ambos coincidieron
en señalar que no van a investigar a los agentes que realizaron estas capturas.
Ibarra Leyva declaró que no hay ninguna razón porque estaban haciendo su
trabajo, preguntó ‘¿tienes una denuncia en contra de ellos?’, se le respondió,
‘¿quiere que se presente una denuncia para investigarlos?’:
“No, es que no
entiendo cuál es la razón, no entiendo la pregunta”, expuso la procuradora.
Si a los detenidos
los recibieron por parte de miembros del crimen organizado, debieron iniciar
una investigación, argumentó ZETA, “pero no hay ningún dato que lo señale, yo
no tengo información a ese respecto”, insistió Perla Ibarra.
González Martínez
complementó: “Sinceramente lo dudo, salvo que los detenidos digan que fueron
entregados o exista una denuncia, pero no depende de mí, ahí es la
visitaduría”.
De la Policía
Ministerial, depuración y corrupción
Respecto a la
presumible infiltración del crimen organizado en la corporación ministerial, el
subprocurador González Martínez abundó en relación al personal a su cargo, que
ya habían pasado los exámenes de Control y Confianza:
“No dudo que tengan
sus fuentes de información, pero que estén coludidos con alguien para
favorecer a un grupo, ni aunque
quisieran o pudieran, sería muy difícil.
“Desde que llegué, checamos fechas de examen y
se están mandando cuando vencen vigencia. Te digo que si están los filtros
correctos, mas sin embargo, no dudo que tengamos gente infiltrada, que tengan
acceso a fuentes de información de lo que publican ustedes. No lo dudo, no me
extrañaría, pero en términos generales creo que tenemos una buena Policía, en
base a lo que se ha vivido en Baja California”.
— ¿Y eso qué quiere
decir?
“Pues que no estamos
tan mal”.
A la procuradora
Perla Ibarra se le preguntó el número en el proceso de depuración, ya que
teniendo una plantilla de 2 mil 500 empleados, aproximadamente el 70 por ciento
deben, por Ley, aprobar exámenes de confianza -agentes, ministerios públicos y
peritos-. Según las cifras dadas por la Secretaria de Seguridad, de 2007 a la
fecha solo se han evaluado 516; únicamente diez
entre noviembre de 2013 y junio de 2014.
Según la
procuradora, debe haber alguna imprecisión porque, conforme los datos que ella
tiene, mil 565 empleados de la PGJE han realizado sus exámenes de confianza, de
los cuales resultaron aprobados mil 547, y 18 obtuvieron resultados negativos.
Este año se ha
retirado a cuatro ministeriales por no cumplir con los requisitos de
permanencia, otros siete están en proceso de remoción ante la Comisión de Honor
y Justicia, investigados entre quejas y denuncias. La visitaduría ya pasó a la
comisión para resolver 18, y en este período se han cumplimentado dos órdenes
de aprehensión. Tampoco han pasado por evaluación tres agentes sujetos a
proceso en la Ciudad de México, y un perito incapacitado.
“En evaluación de
personal llevamos más del 90 por ciento para cumplir al último día de octubre,
que es el plazo” indicó Ibarra, quien también reconoció que algunas de estas
evaluaciones podrían datar de 2007 o 2010, “… pero todo el personal ya probó
una primera evaluación, y muchos van entrar a revaloración”.
Renuencia a
judicializar narcos
Metidos en el tema
de deficiencias en los procesos de integración en la Procuraduría, presuntas
colusiones criminales de los agentes ministeriales, la ausencia de análisis
científico en el proceso de investigación, y los compromisos de la PGJE con los
bajacalifornianos, se le inquirió a la procuradora Ibarra si la instancia que
encabeza tiene procesos abiertos para judicializar a los líderes del crimen
organizado en el estado, quienes mientras trasiegan droga (delito federal),
también promueven y ordenan asesinatos, secuestros y venta de droga al menudeo,
entre otros delitos del fuero común.
Se le planteó el
caso específico de Alfonso Arzate García “El Aquiles”, René Arzate García “La
Rana”, Alfonso Lira Sotelo “El Atlante”,
José Antonio Soto Gastélum “El Tigre” y José Luis Mendoza Uriarte “El Güero
Chompas”. Señalados todos -por los propios investigadores estatales- como
quienes ordenan los cientos de homicidios dolosos cometidos en la entidad.
Perla del Socorro Ibarra regresó la pregunta: “¿Les quieres avisar que tenemos órdenes?”, a lo que ZETA
contestó: “Cuál avisar, ellos están más enterados que usted y yo”.
Tomó nota y pidió
que viéramos ese tema con el subprocurador
José María González, quien expuso que por Ley, los funcionarios tienen
prohibido declarar públicamente al respecto.
Sin embargo, este
Semanario tuvo conocimiento de que la Procuraduría del Estado no cuenta con
orden en contra de Lira Sotelo, ni de Soto Gastélum.
Pero contra Alfonso
Arzate tienen dos órdenes de aprehensión por homicidios que datan del anterior
gobierno: el asesinato de José Rosario Carillo Núñez, cometido el 1 de abril de
2011 en Mariscos Mi Gusto Es, en la delegación de Otay en Tijuana; y el de Gilberto
Vargas González, el 22 de febrero de
2012.
En el caso de René
Arzate, según datos de Aprehensiones de la PGJE, éste tiene abierta una orden
de aprehensión porque en abril de 2008 le disparó a su esposa, aunque en la
propia Procuraduría informaron el año pasado que por ese asunto, “La Rana”
estuvo detenido los días 10 y 11 de abril del mismo año, y salió libre.
Mendoza Uriarte “El
Güero Chompas” también tiene dos órdenes de aprehensión pendientes, una por
doble homicidio del 12 de julio de 2006, donde las víctimas fueron José
Guadalupe Ríos Cortez y Endi Quintero Osuna. Del segundo expediente no se tuvo
acceso a los datos.
Se reiteró el
cuestionamiento al subprocurador contra la Delincuencia Organizada, quien solo
agregó: “Si los topamos van para arriba, pero órdenes precisas de ir por ellos
en Delincuencia Organizada no hay, pero ahí está Aprehensiones, o la Policía
Estatal, que tienen las órdenes de presentación a ejecutar”.
— ¿Cómo cambia el
mana criminal en Baja California, tras la captura de Fernando Sánchez Arellano
“El Ingeniero”?, se insistió a la procuradora Ibarra.
“Lo que tengo de él
es que Procuraduría tuvo algunas actas relacionadas con este sujeto que fueron
remitidas a PGR, y posteriormente ya no tuvimos ningún dato de asuntos relacionados
con él. Yo creo que ese dato, por la investigación que llevó, sería la PGR
quien te diera un dato más preciso”.
La pregunta es:
¿cómo cambia el mapa criminal en el estado a partir de la captura? La
funcionaria hizo un silencio y ZETA complementó:
— ¿No tiene ningún
cambio? ¿El mapa delictivo que tienen ustedes no se afecta en nada?
“Ahí sería muy difícil decir, la delincuencia
siempre se mueve y actúa diferente, y ahí me quedaría con los datos que yo
tengo, y son precisos en cuanto a las investigaciones relacionadas con él
(Sánchez Arellano); y en cuanto al mapa delictivo, nosotros seguimos atendiendo
los delitos que se cometen, y buscando cómo investigarlos. Pero en cuanto a la
pregunta en preciso, yo no podría decirte en qué podría cambiar el mapa
delictivo, porque yo no lo tengo relacionado en averiguaciones previas en la
actualidad”.
Del porcentaje de
efectividad en homicidios, Perla Ibarra comentó que es de 96% en los asuntos
consignados, pero se le recordó que solo el 22. 94% -2 de cada 10- se resuelven para llegar a los
jueces.
“A veces hablar de
porcentajes es muy difícil para mí, lo más importante es que la gente siga investigando, complementando los
asuntos, determinando, y eso estamos haciendo”, afirmó.
SE CAEN LOS EXÁMENES DE CONTROL Y CONFIANZA
Pese a que Daniel de
la Rosa Anaya señala que los exámenes de Control de Confianza se han realizado
al 86% de los agentes en las diferentes corporaciones -en octubre estarán
cubiertos al 100%-, en la primera mitad
del año solo se aplicaron 200, cuando se debería tener un ritmo de al menos
tres mil exámenes anuales.
Según datos
numéricos obtenidos por medio del portal de Transparencia del Gobierno del
Estado de Baja California, la Secretaría de Seguridad Pública estatal
encabezada por De la Rosa Anaya, ha dejado a segundo plano el tema de los
Exámenes de Evaluación y Control de Confianza desde que entró la administración
de Francisco Vega de Lamadrid.
Con ello no solo cae
la confianza dentro de las fuerzas policiacas, sino que la depuración se ha
visto mermada.
Durante 2014, hasta
el 6 de julio, solo se han aplicado 190 exámenes, sumando el personal
administrativo y de tropa, lo cual representa un número insignificante en
comparación con 2013, cuando se realizaron 2 mil 277 pruebas a agentes
policiacos y 148 empleados administrativos.
Además, existe un
tema de periodicidad, un elemento evaluado tiene que renovar su acreditación
cada dos años, en esa lógica, quienes hicieron los mecanismos de confianza
antes de 2012, tendrían que renovarlos.
Mientras la SSPE no
ha podido terminar con la primera evaluación de todo el personal de seguridad,
el tiempo les está ganando la jugada, pues las valoraciones de un gran
porcentaje de elementos, pudieran haber vencido o estar a punto de fenecer.
Acorde a la
información de Transparencia, en 2012, el CECC practicó 5 mil 80 evaluaciones
de agentes, y 135 a personal administrativo, por lo que esos estarían caducando
o próximos a vencerse.
Asimismo, durante
2010 se practicaron 813 a tropa y solo dos a administrativos, mientras que en
2011 fueron 775 a tropa y 21 administrativos. En total, esos mil 611 exámenes
ya se encuentran caducos, al tener por lo menos tres años de antigüedad.
De la revisión de la
información oficial surgen varios datos: en el transcurso del presente año, Ensenada
no ha mandado ningún elemento a Control de Confianza, mientras que Tecate y
Tijuana solo enviaron a tres cada uno.
La Policía Estatal
de Seguridad y Custodia, así como la Policía Municipal de Mexicali, han enviado
14 cada uno; le sigue la Policía Estatal Preventiva, con 25, y Playas de
Rosarito con 41 agentes; mientras que la Policía Ministerial envió 57 agentes.
Sin embargo,
conforme a este reporte, la Policía Ministerial del Estado, primero encabezada
por el ex procurador Rommel Moreno Manjarrez y luego por Perla del Socorro
Ibarra, no ha enviado a ningún funcionario o personal administrativo a
evaluarse. Existe otro informe que el secretario De la Rosa ha presentado
públicamente, en el que se indica que solo diez empleados de la PGJE han sido
evaluados en los últimos ochos meses. La Procuraduría asegura que han sido más.
Esto, pese a ser
señalada como una de las corporaciones donde se tiene mayor duda sobre el
personal, sin embargo, según información de Transparencia, por lo menos desde
2010 ningún elemento administrativo ha sido enviado a cumplir con los controles
de Confianza.
En su momento, ZETA
acreditó cómo el ex procurador Rommel Moreno realizó y aprobó en una sola
ocasión la evaluación, pese a que duró seis años en el cargo, lo que implicaría
que debía acreditarse por lo menos en dos ocasiones más. Además, en su
corporación explotó el escándalo cuando fue detenido Jesús Quiñones Márquez,
quien era el enlace internacional de la PGJE
junto con otros funcionarios menores, acusados de proteger al entonces
Cártel Arellano Félix. Ni por este pretexto se inició la depuración.
LOS DEPURADOS
Según el folio
UCT-141170, recibido mediante el Sistema de Acceso a la Información Pública
desde 2010 al 6 de julio del 2014, solo 362 agentes no acreditaron los Exámenes
de Control de Confianza, más otros 17 empleados administrativos.
De ese total, 134
pertenecen a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, 54 a la
Dirección de Seguridad Pública de Mexicali, y 54 de la Policía Estatal de
Seguridad y Custodia Penitenciaria.
En 2013, cuando se
realizaron más de 2 mil pruebas, dio como resultado un total de 143 elementos
que no pudieron acreditar los controles y, en lo que va de 2014, con los
cambios en las administraciones locales y estatales, se aplicaron 190 exámenes
en la primera mitad del año, dejando un saldo de solo diez elementos no
acreditados.
DE LA ROSA, LOS OTROS NÚMEROS
Durante la sesión en
la que participó con el Grupo Madrugadores en Playas de Rosarito, el 16 de
julio de 2014, el titular de la SSPE, Daniel de la Rosa, dio números diferentes
a los expresados por transparencia. Afirmó que
en la pasada administración solo se evaluaron 3 mil 018 agentes de las
diferentes corporaciones, y que en la
actual administración de Francisco Vega de Lamadrid, se han aplicado 178
exámenes.
Agregó que en la
corporación de Mexicali se practicaron 28 exámenes, tres en Tecate, 41 en Tijuana,
diez en Playas de Rosarito, cinco en Ensenada. En la Secretaría de Seguridad
Pública del Estado, 75, y en la PGJE, 10. Solo en Tecate coinciden los datos
con los ofrecidos por Transparencia.
El funcionario
estatal afirmó ante empresarios que por ejemplo en Mexicali, durante el periodo
de diciembre de 2007 a noviembre de 2013, solo se aplicaron 425 evaluaciones de
Control y Confianza. Sin embargo, el titular de la corporación municipal,
Alejandro Monreal, confirmó a ZETA que ya se evaluó al total de los mil 900
elementos que integran la dirección, por lo que los datos ofrecidos por De la
Rosa están equivocados.
MANDAMIENTO FEDERAL: MOLINA
Para el diputado
presidente de la Comisión de Justicia en el Congreso Local, Juan Manuel Molina,
los Exámenes de Control de Confianza son un ordenamiento federal que no se
puede descuidar.
Recordó que de este
programa se basan los lineamientos federales de seguridad, además de que son
necesarios para ser acreedores de los recursos del Subsidio para la Seguridad
de los Municipios (SUBSEMUN).
“Hubo un caso
reciente de Rosarito, donde el titular, Francisco Castro Trenti, no pasó los
Exámenes de Control de Confianza, y el
Municipio en su totalidad puso en riesgo los fondos federales, los cuales
fueron millones de pesos. Y si las cifras como se manejan a esta fecha, marcan
una reducción, no puede pasar de los evaluados en 2012, porque si no se hace,
se dejan de cumplir reglas federales y se deja de recibir recurso”, indicó el
legislador, para agregar que en las pláticas con Daniel de la Rosa, éste
reconoció que ha bajado la depuración, pero se debe a que muchos elementos que
no cumplían con los requisitos, fueron desplazados de la corporación.
Mencionó que la SSPE
cumplió al 100% con los requisitos que la Federación le estableció para la
entrega de recursos, pero advirtió que se tiene que revisar el tema de la
Policía Municipal no solo en la depuración, sino en la cuestión salarial,
principalmente en Playas de Rosarito y Tecate.
El diputado local
señaló que varios se han quedado en el camino de ser funcionarios por no poder
acreditar la certificación: “No hay procesos al 100 por ciento a la perfección,
pero yo siento que es un sistema que antes no teníamos, que sí nos da un avance
muy grande, que se ha profesionalizado, que Baja California ha ido adelante
precisamente con la construcción de un centro propio y que tiene sus estándares
de calidad; sin embargo, hay que reconocer que no son infalibles y se pueden
cometer errores”.
Expuso que la
Comisión de Justicia y de Seguridad Pública en el Congreso del Estado revisará
el cumplimiento de los controles a los elementos de las diferentes
corporaciones, ya que no se puede dejar pasar el tema porque representan
millones de pesos que no llegarían a la entidad.
Por su parte, el presidente
del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública (CCSP), Jonathan Díaz Castro,
manifestó que la corporación de Playas de Rosarito debe estar bajo la lupa, ya
que se han presentado diversos problemas con la Municipal.
“Nosotros en el
Consejo, a través de los comités, estamos tratando de tener presencia y estar
insistiendo de buena manera con las autoridades, llámese el alcalde o el
director de Seguridad Pública, para que se lleven a cabo los exámenes y se siga
revisando, y ver que no se venzan”, detalló Díaz Castro.
El consejero
presidente del CCSP señaló que la Policía Municipal de Ensenada no ha aplicado
los exámenes y casualmente no tiene Comité Ciudadano, por lo que se ha
insistido al alcalde, Gilberto Hirata, para que nombre a los representantes, por
lo que no hay quien esté presionando.
“Tenemos que tener
una Policía en orden, un director dueño de la situación, y pareciera que en
este periodo que inició a finales del año pasado, se ha caracterizado por no
tener eso. Ya se cambió de director en Mexicali, Rosarito y Ensenada, no es lo
que quisiéramos”, aceptó.
Para concluir,
Jonathan Díaz hizo un llamado a las corporaciones municipales para mandar a los
agentes a realizar la certificación, ya que la han rezagado al tener que
cumplir con otras prioridades dentro de las mismas dependencias.
SIN DERECHO A FIANZA, “CHINO ÁNTRAX” REGRESARÁ A LA
CORTE EN AGOSTO
José Rodrigo
Aréchiga Gamboa, conocido como “El Chino Ántrax”, se presentó ante la Corte
Federal de California, en San Diego, para declararse “no culpable” de los
cargos de conspiración para importación y distribución de drogas.
La tarde del viernes
11 de julio de 2014, el presunto sicario del Cártel de Sinaloa, apareció
vestido con traje anaranjado, y encadenado de tobillos y muñecas.
Después de escuchar
sus derechos y las imputaciones en su contra, “El Chino Ántrax” renunció a su
derecho a fianza, por lo que permanecerá en prisión hasta el 22 de agosto,
fecha de su próxima audiencia.
Frente al juez
Mitchell Dembin, Aréchiga Gamboa se mantuvo con el ceño fruncido durante la
audiencia de cuatro minutos. Pese a contar con un aparato de traducción
simultánea, en tres ocasiones contestó con un seco “yeah” a las preguntas del
juez, mientras asentía con la cabeza.
Entre los asistentes
a la audiencia, estaban tres mujeres, las únicas personas hacia quien “El Chino
Ántrax” dirigió su mirada para guiñarles el ojo. Dos de ellas, se llevaron la
mano al pecho al verlo y exclamaron desde el momento en que se sentó frente al
juez.
Antes de ingresar a
la sala de audiencia, las mujeres, con tacones altos, vestidos ajustados y
bolsas de diseñador, se identificaron como familiares del acusado.
La audiencia de
cuatro minutos concluyó luego de que el abogado defensor, Frank J. Ragen,
informara al juez que su cliente renunciaría a su derecho a ser liberado bajo
fianza. Sin embargo, el magistrado le informó a Aréchiga Gamboa que se le
otorgará un plazo adicional para que reconsidere su decisión y apele a la
libertad bajo fianza.
Por su parte, la
Fiscalía solicitó que el mexicano no fuera liberado bajo fianza, ya que lo
consideran un riesgo para la sociedad.
Aréchiga Gamboa,
identificado como líder del brazo armado del Cártel de Sinaloa, es acusado de
importar y distribuir 500 gramos de metanfetamina, cinco kilogramos de cocaína
y 100 kilogramos de marihuana en California. Fue el 20 de diciembre de 2013
cuando un Jurado federal levantó cargos en su contra por estos delitos.
Así que cuando el
presunto jefe de seguridad del Cártel de Sinaloa fue detenido en enero de 2014,
cuando descendía de un avión en el Aeropuerto de Ámsterdam, en Holanda,
proveniente de la Ciudad de México, la autoridad estadounidense solicitó su
extradición.
“El Chino Ántrax”
ingresó a Europa con un pasaporte a nombre de Norberto Sicairos García, ya
muerto.
En mayo de 2014, la
autoridad holandesa concedió la extradición del mexicano a territorio estadounidense,
la cual se realizó el jueves 10 de julio, en medio de un fuerte dispositivo de
seguridad en el Aeropuerto de San Diego, California.
La Fiscalía Federal
del Distrito Sur de California informó que el mexicano fue identificado
mediante pruebas forenses, ya que se sometió a cirugías plásticas e incluso
intentó alterar sus huellas digitales para ocultar su verdadera identidad.
De acuerdo a
documentos presentados para la extradición del mexicano a Estados Unidos,
Aréchiga Gamboa es identificado como el líder de “Los Ántrax”, cuerpo de
seguridad del Cártel de Sinaloa.
“El Chino Ántrax”
supervisaba el resguardo tanto de los miembros del cártel del narcotráfico,
como de los operativos de envío y distribución de narcóticos, hasta convertirse
en una de las cabezas del organigrama.
La siguiente
audiencia de José Rodrigo Aréchiga Gamboa será el 22 de agosto de 2014, frente
al juez Dana Sabraw, quien también lleva el caso de Serafín Zambada, hijo de
Ismael “El Mayo” Zambada. Inés García
ABOGADO SANDIEGUINO LAVABA DINERO PARA NARCOTRAFICANTE
El abogado James
Warner se declaró culpable de lavar 100 mil dólares para un narcotraficante, a
quien representó legalmente durante un caso en San Diego. El dinero, procedente
de las ganancias del narcotráfico, fue invertido en una empresa fantasma para
proteger al cliente del litigante, quien además intentó sobornar a un testigo
en el caso.
Warner, de 65 años,
miembro de la Barra de Abogados de California desde diciembre de 1974, se
declaró culpable de dos cargos federales de conspiración para lavar ganancias
producto del tráfico de droga e intentó hostigar a un testigo.
En audiencia
celebrada el miércoles 16 de julio en la Corte Federal de California, en San
Diego, se fijó una fianza de 5 mil dólares para que el acusado permanezca en
libertad hasta el 16 de octubre, día en que el abogado podría recibir una
sentencia máxima de 23 años de prisión.
Cuando en mayo de
2012, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés)
realizó un cateo en la residencia de uno de los clientes del abogado,
identificado por la Fiscalía como “T.K.”, los agentes no hallaron 100 mil
dólares en efectivo escondidos en el hogar.
Sin embargo, el
narcotraficante confió a su abogado la ubicación del dinero, por lo que el
litigante se encargó de invertirlo para evitar que fuese confiscado por autoridades
estadounidenses.
Mediante la creación
de una empresa fantasma en el extranjero, Warner lavó los 100 mil dólares, los
cuales sabía, eran de procedencia ilícita.
Según lo informado
por la Fiscalía del Distrito Sur de California, el abogado usó fondos bancarios
propios para transferir 99 mil 965 dólares a una cuenta bancaria en las Islas
Vírgenes.
Después, transfirió
los 100 mil dólares -pertenecientes al narcotraficante- a su cuenta personal, en múltiples depósitos
en efectivo, para evitar ser objeto de reportes bancarios.
Así creó la empresa
fantasma Grenadine Development, y abrió una cuenta bancaria a nombre de esa
compañía para emitir cheques al narcotraficante.
En su declaración,
el abogado californiano admitió que intentó sobornar a un testigo del caso.
Warner le dijo a “T.K.” que debería pagar “cuotas legales” de otro
narcotraficante a Warner, para prevenir que éste testificara en contra del
cliente.
Como parte del
proceso judicial, el abogado permitió la incautación de los 100 mil dólares -el
monto lavado- y también renunció a más de 200 mil dólares decomisados de sus
oficinas legales durante la ejecución de la orden de cateo, así como 34 mil 527
dólares confiscados de sus cuentas bancarias personales y de negocios.
William R. Sherman,
el agente especial de la DEA que
encabezó la investigación, aseguró que “aquellos que ayudan a narcotraficantes
en sus intentos (de delinquir), serán tratados tan responsables como quienes
están vendiendo las drogas”. Inés García
DENUNCIA GOLPIZA Y AMENAZAS POR PARTE DE POLICÍAS
MINISTERIALES
Mariano Soto asegura
haber sido golpeado por policías ministeriales, luego de que la Procuraduría
General de Justicia del Estado (PGJE), se negase a pagarle mensualidades
retrasadas por el servicio de televisión satelital que él le proporcionaba.
De acuerdo a Soto,
agentes adscritos al área de Robo de Vehículos lo agredieron el 23 de diciembre
de 2013, cuando acudió a cobrar cuatro mensualidades por el servicio contratado
por oficinas de la PGJE en Tijuana, durante dos años. El adeudo era por 2 mil
700 pesos.
Al amenazar con
retirar el equipo de esta dependencia, un grupo de policías lo derribaron al
piso y lo patearon, para después detenerlo durante horas y tomarle fotografías
detrás de las celdas, a manera de burla.
El hombre indica que
durante los hechos, el subjefe del área de Robo de Vehículos, César Arturo
Aguayo Villalbazo, estuvo presente e incluso participó en las agresiones.
Por este motivo, en
enero de 2014, Soto presentó una queja ante Asuntos Internos de Visitaduría de
PGJE, con número 02/2014. Pero desde entonces comenzó a recibir amenazas
telefónicas del agente Aguayo Villalbazo, quien le advertía que de no retirar
la queja, “le van a dar piso” o “le van a sembrar droga”.
Según el afectado,
las llamadas efectuadas por el agente ministerial son desde el numero *444 y
muestra un historial de la compañía de telefonía celular. Estas comunicaciones
de corta duración comenzaron en junio, por lo que Mariano Soto se presentó a
Visitaduría el 7 de julio de 2014, a solicitar copias de su queja y dar continuidad
a la misma, pero asegura, no le fueron proporcionadas.
Por último, sobre la
queja presentada a Visitaduría, la PGJE señala que su propia Ley orgánica les
impide dar información acerca de un proceso interno que se esté desarrollando,
aunque personal explicó que la queja aún se encuentra en etapa de integración.
(SEMANARIO
ZETA/ Rosario Mosso Castro/21 de Julio del 2014 a las 12:00:01)
No hay comentarios:
Publicar un comentario