Nogales, Son.- ‘Burreras’,
‘tiradoras’ y hasta partícipes en secuestros son algunas de las actividades en
las que participan en esta frontera.
Cada vez más
recurrente y visible es la participación de las mujeres en la delincuencia
organizada; la necesidad económica y la relaciones sentimentales son las causas
más recurrentes por las que se involucran según autoridades locales.
En este escenario de
crisis económica-política y social actual del país, parece resaltar la
participación del sexo femenino en los altos rangos de las acciones del crimen
organizado, tema que en términos informativos, es cada vez más relevante.
Actualmente, los
delitos contra la salud son la principal causa por la cual las mujeres se
encuentran presas en centros de readaptación social, los motivos primordiales
por los que delinquen son la falta de oportunidades y las pocas expectativas
generales que brinda la sociedad, principalmente en mamás solteras o esposas de
narcotraficantes que quedan solas.
Estudios a escala
regional revelan que el hecho de que ellas se involucren en el tráfico de
drogas, evidencia cómo incluso en crímenes de tan altos vuelos se incorporan
dentro de una relación de sumisión y dependencia con los hombres.
Un ejemplo de ello
es la manera en que son empleadas para el micro-tráfico y el transporte de
drogas como “burreras” o “mulas”, al hormiguear drogas pegadas al cuerpo hacia
Los Estados Unidos.
Según estadísticas
proporcionadas por Edith Serrano, Gerente de Programas-Seguridad Fronteriza
EE.UU. Aduanas y la Oficina de Campo de Tucson Protección Fronteriza, en lo que
va del año más de 201 mujeres mexicanas han sido detenidas con droga entrando al
vecino país.
En el pasado 2013,
fueron arrestadas en las diferentes entradas del condado 312 féminas que hoy
enfrentan cargos por el tráfico de drogas y del año 2012 se contabilizaron un
total de 351 mujeres en su intento de ingresar drogas a los Estados Unidos a
través de los puertos de entrada de Arizona.
‘TIRADORAS’ EN NOGALES
En lo que
corresponde a Nogales la participación de las mujeres en el crimen también está
en la distribución y venta de drogas al menudeo, así como en la atención y
resguardo de connacionales aspirantes a indocumentados y el resguardo de armas
y drogas.
Según autoridades
locales, la distribución y venta de narcóticos al menudeo es una actividad en
las féminas de esta frontera, negocio que suele ser heredado por sus parejas,
asesinadas o detenidas y recluidas en centros de readaptación.
Las estadísticas de
la Jefatura de Policía Preventiva y Tránsito Municipal señalan que otros
delitos por lo que son arrestadas las mujeres de la localidad son: corrupción
de menores, lesiones por agresión, maltrato de menores, robos y violencia
intrafamiliar.
Rocío García Gaytán,
titular de Inmujeres, declaró que la participación de las mexicanas en el
narcotráfico sedán por razones sentimentales más que económicas, aclaró que
ellas siguen siendo el eslabón más débil y visible, pues muchas son engañadas y
su motivación es, básicamente, la necesidad.
La necesidad
económica y las relaciones sentimentales han contribuido a que más mujeres sean
parte de las filas de la delincuencia, pero el papel que desempeñan es el
mismo: en condiciones que sólo son parte y reflejo de una cultura y una
estructura social machista, patriarcal y misógina.
“Las autoridades actuales están lejos de
reflexionar acerca de cómo las mujeres se relacionan cada vez más con la
delincuencia y cuáles son las posibles implicaciones sociales de este fenómeno
a corto y largo plazo en una sociedad como la nuestra”.
Sin embargo
especialistas en el tema señalan que la parición repentina de mujeres
“poderosas” como lo fue el caso de Sandra Ávila Beltrán y últimamente la
exposición de Claudia Berenice Ochoa Félix, quien fue etiquetada como la
supuesta “Reina de los Antrax”, se trata de cuestiones mediáticas, para desviar
la atención de los que en realidad están detrás de todo.
(CESAR
BARRAGAN / EL DIARIO/ LUNES 07 DE JULIO DE 2014)
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