MÉXICO, D.F. (Apro).-
Extraños movimientos se están dando entre viejos y enriquecidos líderes del
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), ese inmenso gremio
de un millón 300 mil maestros, el más grande de América Latina, hoy con su
líder moral tras las rejas.
Desde ahí Elba
Esther Gordillo sigue moviendo los hilos, haciendo acuerdos con el PRI de
Enrique Peña Nieto e incluso preparándose para 2018.
Los movimientos
políticos y los acontecimientos de los últimos días, entre ellos la aprobación
de la tercera versión de la “Ley Televisa” en el Congreso de la Unión,
evidencian que de ética los políticos mexicanos carecen en toda su extensión.
Aquí el tema no es
hacer política o buscar el poder para hacer el bien, sino obtenerlo y hacer
leyes para acumular más y más dinero. Tan llano y burdo como eso: dinero.
Quien haya pensado
que la maestra Elba Esther Gordillo es cartucho quemado en la política, está
muy equivocado, y más quien haya supuesto que su encarcelamiento (porque de los
turbios manejos del millonario dinero del SNTE siempre se ha hablado) se debió
al abierto rechazo a la reforma educativa de Peña Nieto. Eso sólo fue la gota
que derramó el agua.
No se puede olvidar
que el SNTE tiene 1 millón 300 mil maestros y que Gordillo creó la agrupación
de observación electoral más grande del mundo, que años después transformó en
partido político: Nueva Alianza (Panal).
Hablar del sindicato
magisterial es hablar del Panal, y referirse a este instituto político es
recodar que a través de él los líderes sindicales a nivel municipal, estatal o
federal han ocupado regidurías, diputaciones federales y locales o senadurías.
En los estados y en
la Federación “quien tiene el SNTE tiene el Panal y quien tiene el Panal puede
subastar una curul”.
La eficacia del SNTE
y/o Panal radica no sólo en que lleva gente a votar el día de la elección, sino
que además –y he aquí su gran fortaleza– “tiene” gente en “todas” las casillas
del país, es decir, en todos los estados y en cada rincón, lo cual ayuda a
bloquear viejas prácticas como el llamado “ratón loco”. Claro, esto último si
juega en contra del partido oficial. Hace tres años se le revirtió en Hidalgo,
donde con todo y su alianza con el PRI y el Verde Ecologista para la
gubernatura, el verdadero líder moral del SNTE en aquel momento, Moisés Jiménez
Sánchez, se la jugó con la candidata de la coalición “Hidalgo nos Une”
–integrada por el PAN, PRD y Convergencia–, Xóchitl Gálvez, y puso a sus
huestes para que evitaran las practicas ya mencionadas.
Todo esto del poder
del SNTE, el Panal y “la maestra” viene a cuento porque uno de sus fieles
seguidores y a quien hizo secretario general de la sección XV del SNTE en
Hidalgo, precisamente Moisés Jiménez, está actuando a contracorriente del líder
legal, Sinuhé Ramírez. Enfrentados abiertamente, en medio ha quedado un
secretario de Gobernación originario de esa entidad y enemigo político de
Moisés, pero que mamó de la misma ubre del poder de Gordillo.
Miguel Ángel Osorio
Chong no ha podido controlar al magisterio de su estado, pero ya hay toda una
guerra sucia en la que se pretende aniquilar al Panal, sus legisladores y hasta
sus posiciones políticas en la administración estatal.
Y mientras en
Hidalgo los maestros se trenzan políticamente, en el centro del país “la
maestra” sigue negociando desde el penal femenino de Tepepan. Personajes
cercanos a Gordillo relataron que de las 32 entidades federativas, el Panal
sólo se opuso en San Luis Potosí a la reforma educativa y en otra más (Hidalgo)
se abstuvo de votar a favor. En el resto todos los legisladores de ese partido
(58 diputados locales) la respaldaron.
Podría pensarse que
encarcelada su líder moral, los aliancistas se alinearon con el gobierno federal
y el PRI. Y así fue. Según el relato de algunos, Gordillo acordó con el
gobierno federal respaldar la citada reforma educativa si a la hora de
armonizar las leyes locales se mantenían las prebendas a sus agremiados. Y así
ha sido. Basta echar una lectura a varias de las leyes locales para establecer
que no habrá los supuestos despidos en caso de que los maestros reprueben el
examen para evaluar su desempeño.
Contrario a ello, se
les mantendrá con el mismo salario, pero en un área administrativa y no frente
a clase. Es decir, se duplicará la burocracia magisterial. Entonces, quien ganó
con la reforma educativa fue Gordillo.
Otro punto: Díaz de
la Torre, el secretario general del SNTE que supuestamente traicionó a Elba
Esther al dejarla sola, sigue como líder magisterial no porque se haya alineado
al gobierno, sino porque en acuerdo con “la maestra”, sus principales hombres y
mujeres continúan manejando ese numeroso y millonario sindicato.
Un acuerdo más tiene
que ver con la elección federal de 2015, cuando se renovará el Congreso de la
Unión. Ahí también hay acuerdo con el PRI de Peña Nieto, quien según gente
cercana a “la maestra” ya negoció impulsar a 30 maestros aliancistas en
candidaturas comunes con el PRI.
El objetivo es que
haya una fracción de 30 diputados federales y no de 10, como sucede
actualmente. A cambio el Panal pondrá toda su estructura electoral al servicio
del Revolucionario Institucional. El Panal/SNTE de “la maestra” al servicio del
PRI, pues.
Regresando a la
reforma educativa, se pretende que la primera evaluación se realice en 2015, la
segunda un año después y la tercera en 2017, es decir que el gobierno peñista
ya no andará con cabeza para instrumentar la readscripción de los maestros de
Elba Esther. Para entonces el PRI de Peña estará más preocupado en buscar a su
suplente y en el proceso electoral de 2018, que en ponerse a despedir
profesores.
En tanto, “la
maestra” seguirá moviendo sus piezas para que Rafael Moreno Valle –a quien ella
también hizo a su semejanza desde la legislatura federal número 59 (también de
ahí salió Osorio Chong) y luego lo impulsó como candidato del PAN a la
gubernatura de Puebla– sea lanzado como candidato de Nueva Alianza a la
Presidencia de la República en 2018.
Y aquí la sorpresa:
buscará que del lado del Panal, Movimiento Ciudadano (MC) participe en la
elección. Elba Esther Gordillo intentará arrebatarle a Andrés Manuel López
Obrador el apoyo de MC, para que sólo sea el Movimiento Regeneración Nacional
(Morena) y el Partido del Trabajo quienes lo lancen como su candidato.
Para que ello ocurra
ya hay pláticas. Por ejemplo, uno de los secretarios sindicales del SNTE, el
profesor veracruzano y quien fuera senador por el Panal, Rafael Ochoa Guzmán,
ya anunció en su cuenta de Facebook que se va a MC, que cierra la puerta a su
pasado.
“En torno al pasado,
no tengo nada que decir. Como dirigente, cumplí cabalmente con la honrosa
responsabilidad que me confirieron los maestros, acción que me mereció
retirarme en el 2011 con el aplauso unánime de los consejales. Es una página de
la historia que siempre llevaré en el corazón. Hoy, estoy aquí, porque
Movimiento Ciudadano representa un proyecto de futuro, porque comparto sus
principios y porque aquí también caben todos los trabajadores, los productores,
los maestros, los ciudadanos comprometidos con México”, escribió.
Y otro que también
podría andar en pláticas con MC es Marcelo Ebrard. Dicen los allegados a “la
maestra” que podría apoyar a Moreno Valle en 2018.
Ochoa Guzmán y
Ebrard Casaubon, los dos expriistas, han tenido contacto con Elba Esther
Gordillo desde que tomó las riendas del SNTE, en 1989. El primero incluso llegó
a manejar el sindicato y el Panal desde el año 2000, pero todo al amparo de
aquella. El segundo, siendo secretario general de la regencia del Distrito
Federal, con Manuel Camacho Solís a la cabeza, entró en contacto con la
exlideresa magisterial cuando ésta pidió a Camacho apoyo para dirigir el
sindicato más grande del país.
Como se ve, desde el
penal “la maestra” sigue operando. El monstruo creado por el sistema creció más
de lo necesario y aún hoy sigue siendo útil al PRI. Es ella, Elba Esther, quien
sigue operando el SNTE y el Panal a través de sus personeros, las mismas piezas
que ella formó.
Si se duda de lo
dicho aquí, ¿alguien podría asegurar que los múltiples bienes de “la maestra”
están incautados o que ya no tiene cuentas bancarias? ¿Qué, por ejemplo, la
residencia de San Diego ya no es de la familia Gordillo? Al parecer sus bienes,
físicos y políticos, siguen de pie y moviéndose rumbo al 2015 y el 2018.
Por cierto, no
olviden verificar cómo votó la hija de Gordillo, Mónica Arriola, senadora de
Panal, en la tercera versión de la “Ley Televisa”.
Comentarios
mjcervantes@proceso.com.mx /* */
(DOSSIER
POLITICO / Jesusa Cervantes / Proceso/ 2014-07-07)
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