Todos vieron a policías ministeriales detener a dos
mujeres y un hombre que ahora no aparecen por ningún lado: la Policía
niega tenerlos
Ese día, la única preocupación de Clara era la graduación de su hija.
Dos horas después, Clara se convirtió en la angustia de toda su
familia.
En menos de dos horas, ella y sus cuñados desaparecieron de Culiacán
sin explicación aparente, sólo una llamada fugaz, atemorizada,
alarmante: policías ministeriales los habían detenido.
“Ando desesperada buscando a mi hija”, relata una semana después,
Lucía Félix, madre de Clara, mientras en su rostro se reafirma la
desesperación, una mirada apagada, triste, desconsolada.
Clara Félix Uribe, de 30 años de edad, madre de dos niños, uno de
ellos un bebé de seis meses, salió el lunes 23 de junio de su casa en la
colonia Progreso.
Iba acompañada de su cuñada Francis Calderón Huicho y del esposo de
ella, Saúl Valadez Velázquez, propietario del vehículo en el que se
trasladaban.
Alrededor de las 15:00 horas del lunes, los tres se dirigieron a la
plaza Soriana Zapata. Clara iba al banco a retirar un dinero para la
fiesta de graduación de su hija.
Pero según la información escueta que tiene la familia, en el camino
varias patrullas de policías ministeriales interceptaron la camioneta
modelo Matrix 2013 y los persiguieron hasta detenerlos en el
estacionamiento del centro comercial.
Justo en ese momento, Clara alcanzó a llamar a su hija, fue la última vez que la niña escuchó la voz de su madre.
Después de las 17:00 horas, los celulares de Clara, Francis y Saúl mandaban directo al buzón de voz.
La familia de Clara comenzó a buscarlos de inmediato en la Policía
Ministerial y en los separos de la Policía Municipal. Ninguna autoridad
confirmó la detención.
Ese mismo día, la familia puso una denuncia en la Procuraduría
General de Justicia del Estado (PGJE), pero se les informó que tendrían
que pasar 72 horas para iniciar la búsqueda.
“Ahorita ya no sé qué más hacer, para dónde ir, a quién rogarle para
que nos diga donde están, qué pasó, por qué los detuvieron”, exclama la
mamá de Clara, ocho días después de su desaparición.
El martes 1 de julio, una semana después sin tener noticias de Clara,
Francis y Saúl, sus familiares se manifestaron en las instalaciones de
la PGJE, acompañados por los integrantes de la Comisión de Defensa de
los Derechos Humanos en Sinaloa (CDDHS).
Ahí los recibió el procurador, Marco Antonio Higuera Gómez, quien les
aseguró la asignación de un grupo especial dedicado al caso y acelerar
la investigación.
Según explicaron los familiares, la Procuraduría les informó que en
las cámaras de vigilancia de C4 no aparecía nada relacionado con la
supuesta detención pero les prometieron la revisión de las cámaras de
los negocios del centro comercial, ubicados en la zona cercana a la
captura.
Ese mismo día por la tarde, en el centro comercial donde
desaparecieron Clara, Francis y Saúl, los vigilantes y personal de
negocios cercanos aseguraron desconocer los detalles de la detención
ocurrida una semana antes.
Algunos negaron haber acudido a trabajar ese día, otros simplemente guardaron silencio.
Un taxista del sitio admitió callar por temor a represalias y para evitar meterse en problema.
“Una vez mataron a uno aquí enfrente (avenida Clouthier), un
lavacarros los vio y se prestó de testigo pero se tuvo que ir de aquí
porque andaban encima de él”, relató el taxista.
El gerente de uno de los negocios con cámaras de video vigilancia,
ubicado en la zona donde supuestamente ocurrió la detención, afirmó que
hasta el miércoles la Procuraduría no había requerido las grabaciones
del lunes 23 de junio.
El gerente explicó que si las grabaciones no se solicitaban a través
de un oficio de la PGJE, los videos se borrarían el viernes 4 de julio
como parte del procedimiento normal de la empresa.
Al respecto, el presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos
Humanos, Leonel Aguirre Meza, explicó que los videos de las cámaras de
C4, los mismos que fueron descartados por la PGJE, fueron solicitados
por la comisión pero la autoridad se negó a proporcionarlos.
Cuestionado sobre la acusación contra policías ministeriales y la
desaparición de las tres personas, el gobernador del Estado, Mario López
Valdez fue evasivo en torno a la supuesta participación de los
ministeriales.
“No puedo tomar como cierta su aseveración de que estén involucrados.
La investigación lo arrojará…esos son dichos”, defendió López Valdez,
quien sin embargo, aseguró que la investigación se aceleraría.
Hasta el cierre de esta edición, Clara, Francis y Saúl continuaban desaparecidos.
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