La PGR cedió ante el apoyo que políticos y luchadores sociales expresaron a favor de
la fundadora de ‘La Gran Familia’, y optó por no ejercer acción penal en su contra
La procuraduría no pudo declarar inocente a la fundadora de la casa hogar
dados los señalamientos de las pequeñas víctimas
El
Gobierno federal reculó ante la presión social y decidió no ejercer
acción penal en contra de Rosa del Carmen Verduzco, la Mamá Rosa, a la
que se le imputan diversos ilícitos cometidos contra menores dentro del
albergue michoacano “La Gran Familia”.
Pese a los testimonios de niños víctimas de abusos sexual, secuestro y
tortura, que relacionaban a Mamá Rosa de manera directa por haber
permitido la comisión de dichos delitos, la Procuraduría General de la
República (PGR) optó por aplicar la figura de “persona inimputable”
sobre la señalada.
De acuerdo a la fiscal designada para el caso, Adriana Lizárraga, a
Mamá Rosa no se le someterá a proceso penal, debido a su condición
senil. Esa situación permitió que la directora de la casa hogar “La Gran
Familia” quedara en libertad bajo reservas de la ley en las primeras
horas del domingo.
Cabe señalar que la PGR se desistió de la acción penal en contra de
Mamá Rosa no porque no se le haya encontrado responsabilidad en los
ilícitos, sino porque la legislación penal vigente permite considerarla
como persona a la que no se le puede culpar.
Mamá Rosa, de 82 años de edad, recibió la noticia de su libertad
condicional en una cama del hospital San José de Zamora, en donde fue
internada desde la madrugada del pasado viernes, a causa de un coma
diabético. Durante su custodia hospitalaria manifestó demencia senil
constantemente, argumento que permitió a la fiscal no someterla a
proceso.
Las averiguaciones previas que dieron pie a la irrupción de la
procuraduría en “La Gran Familia” fueron encausadas contra ocho personas
que colaboraban con Mamá Rosa. Cuatro de los señalados ya fueron
trasladados al penal federal de Rincón Grande, en Tepic, Nayarit, en
donde enfrentarán un proceso penal por los delitos de violación, abusos
deshonestos, delincuencia organizada y privación ilegal de la libertad.
De esa forma, el caso que se había anunciado como una acción
reivindicadora del Estado de derecho en Michoacán terminó siendo un
fracaso para la PGR, al recular ante las voces de apoyo que expresaron
políticos, luchadores sociales e intelectuales a favor de Mamá Rosa.
Mireles al olvido
La operación contra el albergue de Mamá Rosa, el que había sido
cuestionado desde hace décadas por diversos sectores de la sociedad
michoacana, desplazó la atención de la mayor parte de los medios
nacionales que venían dando puntual seguimiento a las movilizaciones de
apoyo a favor de la liberación del líder de los grupos de autodefensas
José Manuel Mireles Valverde.
La liberación de responsabilidades de Rosa del Carmen Verduzco ya se
había dibujado por parte de Tomás Zerón, titular de la Agencia
Investigación Criminal de la PGR, quien habló para Carlos Loret de Mola
luego de que un grupo de escritores e intelectuales firmaron un
desplegado dando su aval de inocencia a Mamá Rosa.
La PGR no pudo declarar inocente a la fundadora de la casa hogar
dados los señalamientos de las pequeñas víctimas, las que narraron tanto
en declaraciones ministeriales como entrevistas periodísticas sobre las
atrocidades que se vivían dentro de la casona que se ubica sobre la
calle Jacona, en Zamora.
En todas las narraciones de la mayor parte de los niños aparece
siempre la autoridad dictatorial y enérgica de Mamá Rosa, ordenando
encierros y ayunos prolongados, dictando castigos, golpeando a los
menores con un palo en la cabeza, obligándoles a trabajar en la vía
pública sin remuneración. Todos los niños que hablaron con medios
informativos describen a una mamá Rosa tirana, que obligaba a comer
basura a los menores.
La imagen tirana de Mamá Rosa se estrella frente a la fragilidad
inocente de la anciana, la que cayó abatida por la enfermedad apenas se
miró en los ojos brillosos de la justicia.
Desaparece ‘La Gran Familia’
Como resultado de las investigaciones de la PGR, el albergue de Mamá
Rosa ya no será más. El Gobierno estatal anunció a través del propio
gobernador Salvado Jara Guerrero que esa casa hogar habrá de
desaparecer.
Jara Guerrero anunció que será el DIF estatal el que se haga cargo de
los 310 menores de edad que no tienen donde vivir, muchos de los cuales
eran sometidos a maltratos inhumanos por parte de los encargados de la
casa hogar de Zamora. Los huérfanos de Zamora serán trasladados a
Morelia, en donde serán ubicados en un nuevo albergue.
Hasta el momento no se sabe si el Gobierno estatal dispondrá de un
albergue exclusivo para radicar allí a los niños de Zamora o habrá de
distribuir a los menores en los 52 centros de atención a huérfanos que
existen en la entidad, en donde ya se ha iniciado un proceso de revisión
para observar las condiciones en las que viven los huérfanos.
En Michoacán, la Junta de Asistencia Privada registra un total de 52
albergues tanto para huérfanos como para adultos mayores, pero ninguno
de ellos ha abierto nunca sus puertas a una auditoria, ni de manejo de
recursos ni de trato a los internos. La mayor parte de los albergues en
la entidad trabajan en completa opacidad.
Ante esa situación, el secretario de Gobierno en Michoacán, Jaime
Darío Oseguera, fue convocado por la Comisión Estatal de Derechos
Humanos, a fin de llevar una revisión y conocer la forma en que operan
todos los centros que atienden a personas vulnerables, sumando también
los centros de atención a adictos.
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