El conductor radicaba en San Diego
MEXICALI.-La mezcla de alcohol y
el volante demostró nuevamente los resultados letales que puede
acarrear al suscitarse una aparatosa volcadura que dejó el saldo de dos
personas muertas, además de una serie de daños en una de las vialidades
más concurridas de Mexicali.
El trágico incidente terminó con la vida de dos personas, una de
ellas residente de San Diego, California, la cual venía a visitar a
conocidos de esta localidad, sin imaginarse que no volvería del su
travesía.
El reporte al 066 se registró alrededor de las 03:30 horas, a través de un llamado telefónico, donde se informó de la aparatosa volcadura ocurrida sobre la calzada Héctor Terán Terán, casi a la altura de la calle Los Generales, donde se presumía que podría haber personas muertas.
Rápidamente se abocaron elementos de las diversas corporaciones policiacas y confirmaron el espantoso incidente en el que se vio involucrada una camioneta Grand Cherokee, color gris, modelo 2000, con placas de California, la cual se encontraba totalmente destrozada y con los neumáticos al aire.
Oficiales se acercaron a brindar apoyo a las personas que se encontraban dentro de la unidad, pero nada se pudo hacer pues el golpe fue fulminante y ambos tripulantes estaban prensados en la unidad, por lo que se requirió equipo especial para poder liberar los cuerpos.
La escena se acordonó y se iniciaron las labores que terminaron varias horas después, donde el peritaje realizado por la Policía Municipal determina que el hombre tras el volante, quien fue identificado como Ignacio Ayón Castellanos, residente de San Diego, California, circulaba sobre la mencionada calzada, cuando por algún motivo todavía no aclarado, perdió el control de la unidad y se impactó contra un teléfono público ubicado en la zona, para luego cambiar de dirección y chocar contra un poste de la Comisión Federal de Electricidad.
La unidad salió proyectada y terminó por voltearse hasta el otro lado de la calle, generando severos destrozos y una muerte instantanea para ambos.
Ayón Castellanos de 36 años de edad iba acompañado de una mujer de nombre Juana Cuevas, residente de la colonia Esperanza, la cual también falleció de manera inmediata.
Tras liberar los cuerpos se descubrió que el golpe había sido tan brutal, que la cabeza del conductor había quedado destrozada.
(EL MEXICANO/ Eduardo VILLA/ 08 DE JUNIO 2014)
El reporte al 066 se registró alrededor de las 03:30 horas, a través de un llamado telefónico, donde se informó de la aparatosa volcadura ocurrida sobre la calzada Héctor Terán Terán, casi a la altura de la calle Los Generales, donde se presumía que podría haber personas muertas.
Rápidamente se abocaron elementos de las diversas corporaciones policiacas y confirmaron el espantoso incidente en el que se vio involucrada una camioneta Grand Cherokee, color gris, modelo 2000, con placas de California, la cual se encontraba totalmente destrozada y con los neumáticos al aire.
Oficiales se acercaron a brindar apoyo a las personas que se encontraban dentro de la unidad, pero nada se pudo hacer pues el golpe fue fulminante y ambos tripulantes estaban prensados en la unidad, por lo que se requirió equipo especial para poder liberar los cuerpos.
La escena se acordonó y se iniciaron las labores que terminaron varias horas después, donde el peritaje realizado por la Policía Municipal determina que el hombre tras el volante, quien fue identificado como Ignacio Ayón Castellanos, residente de San Diego, California, circulaba sobre la mencionada calzada, cuando por algún motivo todavía no aclarado, perdió el control de la unidad y se impactó contra un teléfono público ubicado en la zona, para luego cambiar de dirección y chocar contra un poste de la Comisión Federal de Electricidad.
La unidad salió proyectada y terminó por voltearse hasta el otro lado de la calle, generando severos destrozos y una muerte instantanea para ambos.
Ayón Castellanos de 36 años de edad iba acompañado de una mujer de nombre Juana Cuevas, residente de la colonia Esperanza, la cual también falleció de manera inmediata.
Tras liberar los cuerpos se descubrió que el golpe había sido tan brutal, que la cabeza del conductor había quedado destrozada.
(EL MEXICANO/ Eduardo VILLA/ 08 DE JUNIO 2014)
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