José Manuel Mireles,
exlíder de todas las autodefensas de Michoacán, fue detenido el viernes 27 en
La Mira, municipio del puerto de Lázaro Cárdenas, presuntamente por violar la
Ley Federal de Armas y Explosivos.
En su captura
tomaron parte elementos de las secretarías de Marina, Defensa Nacional,
Seguridad Pública, Policía Federal y Procuraduría General de Justicia, en un
operativo muy similar al que utilizan cuando aprehenden a un jefe del crimen
organizado.
Un día antes de su
arresto, Mireles acusó al gobierno de Enrique Peña Nieto de haberlo
“traicionado”, y en una asamblea realizada en la comunidad de La Mira,
municipio de Lázaro Cárdenas, anunció que el movimiento de autodefensas
seguiría operando con el fin de “limpiar de manera completa a Michoacán del
crimen organizado”.
El médico planeaba
consolidar el movimiento disidente de guardias comunitarias en la costa y en
algunas zonas indígenas de la entidad.
A escala nacional
buscaba fortalecer el Frente Nacional de Autodefensas, para lo cual tenía
prevista una gira por el norte del país, que comenzaría en Monterrey.
Sin embargo, su
estrategia fue truncada el viernes por la tarde, cuando decenas de policías y
soldados sometieron a un grupo de comunitarios que acompañaban a Mireles en un
recorrido por La Mira y Acalpican, en Lázaro Cárdenas.
Dicho municipio
sigue siendo uno de los principales bastiones de Los Caballeros Templarios.
La Procuraduría de
Justicia del estado difundió un comunicado en el que informó de la detención,
pero no especificó si Mireles iba armado.
Normalmente el
doctor de Tepalcatepec no portaba armas en las operaciones de “liberación” de
los pueblos.
Argumentaba que su
arsenal lo conformaban “la justicia, la verdad y la razón”.
En una entrevista
realizada la noche del viernes 27 con Milenio Televisión, el comisionado
Alfredo Castillo acusó a José Manuel Mireles de conformar un nuevo grupo de
gente armada y de realizar una asamblea en la que invitó a los habitantes a
integrarse a esa guardia.
Castillo precisó que
en el operativo fueron detenidas 83 personas por portación de armas.
Recordó que desde el
10 de mayo pasado advirtió que serían arrestados todos aquellos “policías
comunitarios” que conservaran sus pistolas o fusiles y que no se registraran en
la Fuerza Rural Estatal.
El funcionario
federal justificó el despliegue: “Ante los reportes de la presencia de que
estaban armados, fuerzas federales y estatales emprendieron un operativo y (los
comunitarios) fueron detenidos en flagrancia”.
Aunque no dijo a
dónde sería trasladado Mireles, descartó que fuera a alguna cárcel de
Michoacán.
Arguyó que la
entidad no cuenta con penales federales.
DOS CONCEPTOS DE ‘LIMPIA’
En una entrevista
telefónica concedida el miércoles 18, previa al anuncio de la renuncia de
Fausto Vallejo como gobernador, Mireles dijo que mantendría su lucha por
limpiar totalmente la entidad del crimen organizado.
Apuntó que lo haría
como autodefensa independiente, debido a que fue rechazada su solicitud de
ingresar a las fuerzas rurales.
En esa entrevista,
acusó a Vallejo de proteger a su hijo Rodrigo, quien ha aparecido en videos y
fotografías con integrantes de Los Caballeros Templarios.
Dijo que la renuncia
del priista ayudaba a tranquilizar la situación en Michoacán, pero advirtió que
el gobierno federal seguía aceptando a “criminales arrepentidos” como policías
rurales.
Ante los comicios
del próximo año para renovar el Congreso local, la gubernatura y las alcaldías,
Mireles manifestó que los michoacanos ya no querían nada con el PRI, “porque
por un lado la elección pasada fue inyectada con mucho dinero ensangrentado, y
muchos de los que fueron a votar lo hicieron conun fusil apuntándoles en la
cabeza”.
Anunció que, “al
menos en los pueblos bajo nuestro control”, no ocurrirían abusos similares e
insistió en que Michoacán seguía siendo “un infierno”.
Dio un dato que
nadie ha refutado: en la región de la Costa el movimiento de autodefensas sigue
teniendo el apoyo de 34 de los 37 municipios que se levantaron en armas desde
el 24 de febrero de 2013.
El jueves 26 y al
frente de un numeroso grupo de comunitarios, entró a La Mira, ubicado a una
hora del puerto de Lázaro Cárdenas.
Ahí realizó su
reunión popular.
De acuerdo con las
fotografías que circulan en redes sociales, el médico no portaba armas, como sí
lo hacían otras autodefensas.
Ellos cargaban rifles
AK-47, R-15, escopetas y pistolas.
En aquel poblado
Mireles volvió a expresar que desconfiaba del gobierno federal.
“Me han traicionado,
no hay comunicación”, lanzó, acusando directamente al comisionado Alfredo
Castillo Cervantes, a quien llamó “traidor” porque no cumplió con el acuerdo de
liberar a los 155 autodefensas que están en diferentes cárceles del país.
En la asamblea
realizada en el zócalo de la comunidad, Mireles divulgó su objetivo de instalar
el Consejo Ciudadano de Autodefensas.
Luego afirmó que su
agrupación seguiría hacia el puerto de Lázaro Cárdenas y, posteriormente, hacia
la capital del estado, Morelia.
Sostuvo que en esa
localidad ya existía un grupo de personas listas para registrarse como
autodefensas.
Como siempre hace
cuando su equipo toma una comunidad, Mireles convocó a la población a
participar, y precisó que la guerra no es contra el gobierno, sino que el
objetivo es ayudarlo “para que no siga uniformando criminales”.
En ocasiones
anteriores el dirigente acusó a sus excompañeros Estanislao Beltrán Papá Pitufo
y Alberto Gutiérrez Comandante Cinco de haberse vendido a una nueva banda del
crimen organizado, conocida como Los Viagras.
En la reunión, el
fundador de las autodefensas en Tierra Caliente declaró que había descubierto en
La Mira tres casas llenas de armas, las cuales pensaba decomisar: “No queremos
balazos ni derramamiento de sangre en ningún pueblo”.
Reveló que en Lázaro
Cárdenas había fosas clandestinas, con al menos 32 cuerpos, que el gobierno no
ha querido investigar.
Respecto de los 155
autodefensas presos, informó que 122 fueron capturados en La Mira y son
“civiles inocentes”, además de que seguía luchando por su liberación junto con
un equipo de abogados.
Concluyó diciendo
que las relaciones con el gobierno federal estaban “quebradas”.
BLOQUEO DE CARRETERAS
En su comunicado del
viernes 27, la Procuraduría de Michoacán asentó que el grupo armado del doctor
Mireles actuaba en distintos puntos de la Costa, sin que formara parte de
ningún cuerpo policiaco oficial.
Al tener
conocimiento de esta situación, consignó, la fiscalía convocó a una “reunión de
trabajo” en la que participaron la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena),
la Secretaría de Marina (Semar), la Policía Federal, la Secretaría de Seguridad
Pública (SSP) y la propia procuraduría estatal.
Entre todas
acordaron detener a la gente armada.
El operativo se
completó sin que se hiciera un disparo.
Según el boletín
fueron “aseguradas 70 personas” que poseían armas largas y cortas.
Esta cifra difiere
de la que dio el comisionado Castillo horas después.
En el texto se
aseveró que entre los capturados se encontraba José Manuel Mireles Valverde.
Sin embargo, no se
apuntó que estuviera armado.
A los retenidos se
les aseguraron rifles, pistolas y vehículos, y se les acusó de violación a la
Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
Mireles fue el único
de los jefes de las autodefensas que no se registró como “fuerza rural” y
tampoco acordó con Alfredo Castillo el desarme de su grupo.
Tras la detención
del cirujano, en varias comunidades costeñas se realizaron bloqueos carreteros
en protesta.
El comunitario Semei
Verdía Zepeda, coordinador de comandantes de la Costa y quien andaba con
Mireles en Caleta de Campos y La Mira, acusó al gobierno de “traición”.
(EL MAÑANA,
EDICION REYNOSA/ José Gil Olmos/29 junio 2014)
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