Afirma que su detención fue un "asunto personal"; iban tras Ángeles, asegura.
México.- El mayor Iván Reyna, detenido en 2012, acusado por presuntos
vínculos con la delincuencia organizada y extorsión, aseguró que su
detención fue un asunto personal y responsabilizó a funcionarios de la
Procuraduría General de la República de venderle la falsa idea al ex
presidente Felipe Calderón, basada en declaraciones de testigos
protegidos.
“Después de haber analizado, siento que alguien de la
administración, ahí en la PGR, por tratar de hacer un trabajo va y le
vende la idea al presidente Calderón y el presidente Calderón a lo mejor
enojado, ya casi por entregar su gobierno, ordena lo que ordena y la
PGR actúa”, dijo el militar en entrevista con Yuli García en MILENIO
Televisión.
Reyna fue liberado hace ocho días después de que el juez no encontrara elementos para acusarlo por los delitos que le atribuían.
Reyna
relató que funcionarios federales lo obligaron a firmar un documento en
el cual declaraba que él mismo recogía el dinero del crimen
organizado y se lo entregaba al general Tomás Ángeles Dauahare,
subsecretario de la Defensa, también detenido por este asunto.
De
acuerdo con Reyna, la declaración la firmó por las amenaza de un
Ministerio Público, quien le mostró un video que contenía imágenes de
su esposa llegando al penal, en el que le decía: “recordándole que
pudiera aparecerse, por lo menos, un kilo de cocaína en el vehículo de
su esposa, imagínense mayor usted y su esposa en la cárcel y sus hijos
no sé donde, sentí mucho terror, porque sabía que lo podían hacer”,
dijo.
El militar terminó avalando la declaración, “pero lo primero
que hice cuando tuve cerca a mi general Dauahare fue pedirle mil veces
perdón”.
Reyna calificó su detención de un asunto terrorífico y
aseguró que lo usaron como títere para inculpar a un militar de mayor
rango.
Recordó que desde su aprehensión en San Juan del Río, Querétaro,
y cuando lo ingresaron a la sala del jefe de seguridad ya estaban
instalados cuatro ministerios públicos, que lo amenazaron con groserías.
Sin
embargo, dijo que le aclararon que su carrera no les interesaba, “nos
interesa otro personas más grande y me enseñaron la foto del general
Dauahare”.
El caso afectó a la familia, la esposa del mayor,
Magali Araujo, contó que durante el proceso perdieron su patrimonio,
principalmente casa, vehículo y sus pertenencias. Ahora viven con sus
tres hijos en una casa sencilla prestada por el pastor de su Iglesia
cristiana de Querétaro.
La familia exige que se repare el daño,
principalmente que la Sedena pague su salario por los dos años y miedo
que estuvo recluido y acusado de un delito del que ha quedado en
libertad, “ningún dinero puede compensar los dos años y medio que
padecimos”, dijo Magali.
Una vez recluido en el penal del
Altiplano, en el Estado de México, el mayor Reyna dijo que se encontró
con José Jorge Balderas, El JJ, uno de los testigos protegidos que involucraron a los militares con el narcotráfico, bajo el alias de Némesis.
(MILENIO/ Redacción /
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